LOS NUEVOS MAMERTO-BURGUESES
Eligio Palacio Roldán
El pasado domingo, en el Espectador, el columnista Héctor Abad Faciolince hacía una reflexión sobre las protestas de la pequeña burguesía (La rebelión de la pequeña burguesía http://tinyurl.com/vnyx6d4), reflexión que contesta de alguna manera una inquietud que me quedó sin dilucidar en el 2019 y con la cual titulo la presente columna.
La inquietud surgió cuando descubrí colegas periodistas, colegas ingenieros, compañeros de trabajo, familiares y amigos que tienen buenas posiciones sociales y económicas dedicados a marchar y protestar contra el gobierno por unas necesidades que no tienen. Muchos de ellos, incluso, verdaderos chupasangres de un estado cada vez más benefactor.
Solidaridad pensé inicialmente. Incluso pregunté: ¿Bueno, si preocupa tanto la situación de pobreza y las dificultades que atraviesa el país, por qué no donas parte de tus bienes o por qué no pagas más impuestos? La respuesta, no pronunciada pero si demostrada con gestos de incomodidad, la misma que detestan del expresidente Uribe: “Siguiente pregunta…”
Aunque la palabra “mamerto” aún no aparece en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, su acepción más conocida es la de “Partidario radical de las teorías marxistas y del pensamiento de la izquierda política (aunque se usa en sentido peyorativo). Ejemplo: «Ese tipo es un mamerto completo; anda de boina todo el día y tiene su cuarto lleno de posters del «che».»” (https://www.significadode.org/mamerto.htm). El burgués, por su parte, si está definido como “Ciudadano de la clase media acomodada” o “Persona de mentalidad conservadora que procura estabilidad económica y social”.
Pienso, entonces y me apoyo en la columna de Héctor Abad, que los mamertos se volvieron burgueses pero no abandonan su origen y los burgueses se convirtieron en mamertos dada su desbordada ambición, disparada por una sociedad fundamentada en el consumo de bienes, muchos de ellos superfluos.
Para la aparición de esos nuevos mamerto-burgueses ha sido fundamental el acuerdo de paz con las Farc y el trabajo exitoso de la izquierda en varios sectores como el educativo y el de los medios de comunicación. Gracias a varios generadores de opinión está in hablar negativamente del gobierno, de sus políticas y estrategias para enfrentar las dificultades. Protestar.
Después de los acuerdos de paz con las Farc, han salido “del closet” de diferentes estamentos de la sociedad y en especial de las ramas del poder público y del gremio de los periodistas, decenas de mamerto-burgueses que indican la fortaleza de dicha guerrilla y el por qué no fue posible derrotarla. Claro que desde antes ya habían mostrado su verdadera faceta personajes de la dirigencia nacional como, por ejemplo, el expresidente Juan Manuel Santos.
Puede leer EL «COMPLOT» DE SANTOS https://eligiopalacio.com/2016/05/19/el-complot-de-santos/
Ahora gobernar en Colombia es un tema mucho más complejo que antes: unos sectores de la sociedad verdaderamente necesitados de soluciones de fondo a problemáticas crecientes y por el otro los mamerto-burgueses insaciables.
La próxima semana regresan las protestas. Un nuevo reto para el gobierno Duque y para algunos mamerto-burgueses, nuevos en el poder, como la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, y el alcalde de Medellín, Daniel Quintero. El desarrollo de las situaciones en estas ciudades será transcendental y memorable.
Puede ver: La canción, de Alberto Cortez, Para ser un pequeño burgués https://youtu.be/1wVIQyMCGNA
ANTES DEL FIN
Volvió a la televisión colombiana la telenovela “La Nocturna”, una serie para ver, disfrutar y pensar dadas las historias cotidianas, profundas y enriquecedoras que plantea. Al inicio bajos índices de sintonía, supongo por la no aparición de los personajes de la primera temporada. Poco a poco las historias toman fuerza y será de lo mejor en este 2020 en la televisión colombiana.
Máncer Palacios, cambie de jíbaro, la droga que usted se mete como que es de mala calidad, lo pone a escribir estupideces.
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Lo que escribe «Facho» Lince y reitera Máncer Palacios, como muy bien lo califica Luis Pellizari, es típico de los cínicos y de los que tienen doble moral, cuando esto mismo sucedió en Venezuela entonces los pequeños burgueses venecos no eran mamertos sino luchadores por la libertad. Hay que ver como estos dos reverendos malandros se acomodan con tal de olerle los pèdos al cartel de paracos que los gobierna.
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