2023, OTRA VEZ ELECCIONES

2023, OTRA VEZ ELECCIONES

Eligio Palacio Roldán

Comienza el 2023, otro año electoral, más intenso, más dinámico, y más pasional que el anterior, debido a la cercanía de las gentes a los candidatos a concejos y alcaldías en pueblos y ciudades, a lo largo y ancho del país. Otra vez, los candidatos sacarán lo mejor de si para impresionar a sus electores, otra vez, los electores se entrelazarán en discusiones inútiles tratando de demostrarle al otro que su candidato es el mejor, otra vez, llegarán miles de ofertas de campañas publicitarias, de ayudas “desinteresadas” y de voluntarios sin ambiciones “personales”, hasta que demuestran lo contrario, después del triunfo.

Algunos analistas predicen un año trascendental para la historia política del país, indican que habrá un avance considerable de la izquierda y que, seguramente, tendrán en sus filas un número importante de mandatarios locales electos, otros piensan que la derecha se recuperará dado los malos gobiernos de ciudades importantes como Medellín y Cali. Terminadas las elecciones, unos y otros se mostrarán triunfantes, y lo serán, porque seguirán gobernando al país camuflados en los nuevos partidos o en otros creados para “combatir la corrupción”.

El 2023 seguirá siendo un excelente año para los políticos y para los vividores de la política, aquellos que se benefician de ella como industria: los dedicados a logística, publicidad, comunicaciones y al comercio de votos. También será un buen año para las gentes del común que se sentirán reconocidas, queridas e ilusionadas y para la población de menos recursos que recibirá dinero por su voto. Este año, seguirá siendo un mal año para Colombia y los colombianos, el país continuará en manos de gobernantes inescrupulosos que llegan a sus cargos para enriquecerse y no para ser “Servidores públicos”.

Y cuando se defina lo que dejó el año viejo, cientos de exmandatarios saldrán con sus bolsillos llenos de dinero y sus ambiciones de avanzar en la carrera política fortalecidas y unos gobernantes entrantes y sus seguidores convencidos que llegó su cuarto de hora, no para servir a una comunidad si no para enriquecerse.

Es posible que el panorama que presento sea muy oscuro, pero es el observado desde que tengo uso de razón y que se vio agravado con la elección popular de alcaldes, ojalá este año las cosas sean diferentes y se elijan buenos gobernantes, o al menos honestos. No creo, la capacidad de manipulación de las organizaciones políticas ha crecido de la mano de la publicidad, el mercadeo, las fake news, la poca capacidad de análisis, la ignorancia y la ambición desmedida de la población.

Puede leer: CARTA DE UN ALCALDE CORRUPTO https://eligiopalacio.com/2017/11/16/carta-de-un-alcalde-corrupto/

ANTES DEL FIN

Muy triste recorrer las calles de Medellín en la era Daniel Quintero: basuras, huecos en las vías, caos vehicular, indigentes, delincuentes, inseguridad.

Creo que el camino para solucionar la violencia en Colombia es la paz total, difícil lograrla en una sociedad enferma por el dinero fácil. Pablo Escobar transformó a Colombia, para mal.

La revaluación del peso frente al dólar da un respiro a la economía colombiana, ojalá derive en menor inflación, como habría de esperarse.

Y así, como el agua entre los dedos, se fue el primer mes del año 2023 y el sexto del gobierno Petro. “El tiempo pasa y se nos va la vida”.

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LA REVOCATORIA DE DANIEL QUINTERO

LA REVOCATORIA DE DANIEL QUINTERO

Eligio Palacio Roldán

Estoy de acuerdo con los críticos de Daniel Quintero en que es el peor alcalde de Medellín desde que los mandatarios locales comenzaron a ser elegidos popularmente, en 1988, y creo de toda la historia de la ciudad; sin embargo, no estoy de acuerdo con la promoción de su revocatoria, también popular, ¿Por qué?

Para muchos, el Comité promotor de la Revocatoria del mandatario se anotó un éxito con el número de firmas y con su validación por parte de la Registraduría Nacional del Estado Civil: 383.685 de las cuales se validaron 133.248, a sabiendas que para el efecto solo se necesitaban 91.211, el 30 por ciento de los 304.034 votos obtenidos por el mandatario en las elecciones de octubre de 2019. No obstante, no hay tal. Veamos:

Si en las elecciones de refrendación del mandato del alcalde local sale triunfante, Quintero se fortalecerá y tendrá las agallas de hacer con mayor firmeza las “alcaldadas” que viene haciendo, no habrá poder humano que lo detenga y saldrá de su alcaldía como un triunfador. Si es derrotado, tendrá todas las posibilidades de hacerse la víctima, decir que no lo dejaron gobernar y con su situación generar la solidaridad de sus áulicos y de los ingenuos y resurgir con más fuerza. Recuérdese que no hay mayores motivadores que el rencor y el resentimiento.

En fin, decía el ex técnico de la Selección Colombia, Francisco Maturana, hace ya treinta años, que “perder es ganar un poco” y eso le sucede a Quintero, sus enemigos le están generando su mayor victoria a mediano plazo.

Lo que le sucede a Quintero y a Medellín debe dejar grandes lecciones: la primera es que, si es una mala idea la elección popular de alcaldes como está concebida actualmente, es peor la revocatoria. Esos temas quedaron mal planteados y es necesario revisarlos.

Ya he expresado en anteriores oportunidades de mi oposición a la elección popular de alcaldes en poblaciones pequeñas, ahora pienso que en las grandes ciudades es necesaria una segunda vuelta. Ser elegido alcalde de Medellín con escasos trescientos mil votos es un desastre, de ahí que conseguir noventa mil firmantes para revocarlo es relativamente fácil como queda demostrado, tanto que se obtuvieron más firmas para esta revocatoria que votos para elegir al mandatario. Bien preocupante la situación.

Y más preocupante aún, la guerra mediática y política que se avecina para la ciudad. Un alcalde que de por si abusa del poder tendrá ahora mayor motivación para hacerlo y para tener como mimetizar su pésimo mandato. Más le hubiese valido a la oposición un control firme y seguro de las actividades de Quintero y dejarlo que se desgaste así mismo para que de esa manera, al terminar su alcaldía, saliera derrotado para siempre.

ANTES DEL FIN

Termina el 2021 con el resurgimiento de la epidemia del COVID, lejos esperanzas de derrotarlo y de volver a la vida “normal”.

Llega un 2022 convulsionado por la elección del próximo presidente de Colombia. A propósito, ¿qué pasó con las protestas sociales? ¿Ya se solucionaron nuestros problemas o estamos ante una “nueva forma” de hacer política?

FELIZ Y VENTUROSO AÑO 2022

EL MEDELLIN DEL DÍA DESPUÉS

EL MEDELLIN DEL DÍA DESPUÉS

Eligio Palacio Roldán

Quienes transformaron el Parque de los Deseos en el de la Resistencia tal vez ignoran que el resto de la ciudad está resistiendo estoicamente sus abusos, la peste y el egoísmo de sus gobernantes.

He vivido los últimos 17 meses en el campo tratando de escapar de la pandemia del Coronavirus, en una afortunada experiencia que no creí tener antes de la jubilación; ahora de regreso a la ciudad, de manera más habitual, he tenido una sensación similar a la de los personajes de la película El Día Después en sus últimas escenas.

Muy dramático, dirán algunos de los lectores, pero es que me he encontrado una Medellín distinta y, la verdad, muy distante de la ciudad de la que salí huyendo de la peste. Hay que decir que el progreso no se detiene, pero la construcción de puentes sobre la ruta a mi casa, a pesar de ser necesarios y una excelente decisión para mejorar la movilidad y con miras al ansiado Metro de La 80, no dejan de acentuar la sensación de destrucción.

Y es que esa, la destrucción, es la visión que me invade: locales cerrados o protegidos de las turbas de manifestantes con láminas metálicas o de madera que esconden el esplendor de otros días, mendicidad en crecimiento, transporte caótico, buses semivacíos, restaurantes cerrados para siempre, serenatas en los barrios a medio día, zonas verdes descuidadas invadidas por la maleza, basuras dispersas por calles y avenidas. Otros escenarios, como los restaurantes y bares que sobrevivieron, llenos más que antes con gentes desesperadas tratando de recuperar la alegría de ayer y muchas caras tristes y preocupadas.

Impactan especialmente el que fuese El Parque de los Deseos, antes lleno de jóvenes enamorados y estudiantes, convertido en el de “La Resistencia”. También, la belleza de la antigua Estación del Ferrocarril en La Alpujarra oculta tras las latas que la protegen de los vándalos; pero es que ¿cómo puede resistir una ciudad tantas pandemias a la vez?

A la pandemia del COVID-19 le sucedió pobreza y muerte y con ellas convivieron las protestas entre sociales y políticas, pacíficas y violentas, razonables y destructivas y un gobierno local más preocupado por su proyección nacional y su ambición de poder que por la misma ciudad que gobierna.

Ahora, como nunca, como El Día Después, es necesaria la unión de todos los estamentos sociales, económicos y políticos para salir de la crisis. Sin embargo, ésta parece imposible como lo es en el ámbito nacional porque priman las ambiciones personales sobre el espíritu de servicio hacia una comunidad necesitada hoy más que nunca.

Quizás la historia describa el egoísmo de la clase dirigente de nuestros días o tal vez no lo haga y como la memoria es frágil, esa sociedad que los padece los reelija una y otra vez para diferentes posiciones en el ámbito nacional.

Quienes transformaron el Parque de los Deseos en el de la Resistencia tal vez ignoran que el resto de la ciudad está resistiendo estoicamente sus abusos, la peste y el egoísmo de sus gobernantes.

ANTES DEL FIN

Apenas comienzan las secuelas del COVID-19, las dificultades del sector lácteo y avícola son una muestra de lo que nos espera.

Caracol que se duerme se lo lleva la corriente. De verlo repetir y repetir, la audiencia se cansó y se fugó para RCN.

Y en Caracol Radio nadie se da cuenta del fracaso del nuevo 6AM Hoy por Hoy.

LA TELEVISIÓN NUESTRA DE CADA DÍA

LA TELEVISIÓN NUESTRA DE CADA DÍA

Eligio Palacio Roldán

A pesar del desplazamiento de la audiencia hacia otras plataformas como Netflix, la televisión sigue siendo la manera más popular de entretenimiento en Colombia. Con más de veinte años al aire, los canales Caracol y RCN dominan la oferta televisiva a pesar de la llegada de otro canal nacional, Canal Uno, y la competencia de canales regionales, locales y la televisión por cable.

En la actualidad, Caracol sigue liderando la audiencia, pero poco a poco RCN sube en el rating.  Así está la oferta por estos días:

REALITIES: Son los reyes de la televisión, en cada canal. La Voz Kids de Caracol logra el primer lugar de sintonía de lunes a viernes y Master Chef Celebrity de RCN hace lo propio los fines de semana. El primero privilegia el talento de los niños, la ternura que inspiran y los anhelos de las familias de ver a sus hijos triunfando en medio de limitaciones casi siempre económicas. El segundo acude al morbo que provoca ver las estrellas de la farándula afrontando dificultades para lograr sus objetivos y las rencillas entre ellas; tiene el mérito de destronar del primer lugar al cincuentenario Sábados Felices y a los programas Los Informantes y Séptimo Día. El lunar negro de La Voz Kids está en la presentadora ex RCN Laura Acuña que no logra transmitir la ternura y la espontaneidad necesarias y un poco el jurado masculino traído desde México.

TELENOVELAS: Gana, por poco, La Reina del Flow de Caracol a Enfermeras de RCN, ambas bien argumentadas, producidas y actuadas.  Café con Aroma de Mujer, sobre la que se predecía iba a ser el suceso televisivo de este año, fracasó frente a los realities de Caracol a pesar de ser otra buena producción; creo que, por el fantasma de la primera versión, con Margarita Rosa de Francisco, que aún permanece en el recuerdo de muchos colombianos. A las diez de la noche ambos canales optaron por no arriesgar y se fueron por las repeticiones de dramatizados exitosos en años pasados, dejando en el congelador interesantes proyectos, perjudicando la industria y alejando aún más a los televidentes: RCN repite Rosario Tijeras y Caracol Nuevo Rico Nuevo Pobre.

NOTICIEROS: Gana también Caracol y esta vez con una diferencia notoria no solo en sintonía sino en calidad periodística, objetividad y tecnología con su rival de RCN. Ambos suelen caer en el amarillismo, pero se destaca en Noticias Caracol la participación de periodistas de la talla de Mauricio Gómez y Ricardo Calderón entre otros. En la mañana, con la conducción de Juan Diego Alvira, el informativo del canal del Grupo Santodomingo desplaza poco a poco a la radio de la mañana. Noticentro CM&, del Canal Uno, dirigido por el gran Yamid Amat, aunque sigue siendo un informativo de buena calidad cae frecuentemente en los publirreportajes en demérito de su credibilidad; el caso más recurrente es el del alcalde de Medellín Daniel Quintero.

La oferta televisiva está dominada, además por Novelas Turcas, programas de farándula y deportes, casi siempre liderados por Caracol.

A pesar de su evolución técnica la televisión, al igual que la radio y la prensa colombiana, se podría afirmar que todo tiempo pasado fue mejor.

ANTES DEL FIN

Preocupante el precio del dólar para la producción nacional. El agro se vuelve trizas.

Entramos en un año electoral que sin duda tendrá a la opinión publica expectante ante todas las formas de lucha de los políticos para llegar al poder.

LA CULTURA DEL ODIO

LA CULTURA DEL ODIO

Eligio Palacio Roldán

Colombia lleva inmersa en la cultura traqueta más de treinta años. Esta cultura, inculcada desde el narcotráfico y con Pablo Escobar como símbolo, está determinada por formas de ser y de estar en el mundo como la ostentación, la belleza física fabricada, las construcciones rimbombantes, los carros lujosos y los caballos de paso, entre otros. Pues bien, estas formas de vida parecen estar pasando a un segundo plano para dar paso a la cultura del odio.

Esta semana, haciendo referencia a un cuestionamiento sobre un posible adoctrinamiento religioso en los colegios, un oyente afirmaba en la emisora W Radio que si eso fuera cierto seríamos buenas personas. Es verdad, todas las religiones proponen acciones en bien del prójimo y estas están cada vez más lejos de la realidad. La sociedad se apropia con vehemencia de la cultura del odio sembrada por la academia, el arte y la política desde hace varios años, fomentada con ahínco en los últimos meses por diferentes sectores políticos y magnificada por las redes sociales.

Mientras en la capital de la república el candidato a la presidencia Gustavo Petro orquesta una campaña en contra de la banca y en especial hacia Luis Carlos Sarmiento Angulo, utilizando figuras como Margarita Rosa de Francisco; en Medellín, el alcalde Daniel Quintero, hace lo propio contra el Grupo Empresarial Antioqueño. Se trata de demeritar, sancionar socialmente y hasta destruir las organizaciones económicas que han generado desarrollo para el país y bienestar para los colombianos. A la par, en escuelas y colegios se alimenta por parte de los educadores, a quien el estado les ha dado mucho y exigido poco, un resentimiento que desemboca en un odio contra el establecimiento propio de sectas políticas o religiosas que se creía superado en la cultura occidental.

Pero si la cultura del odio contra los sectores económicos y el establecimiento va calando, qué no decir de su furor en la política o más directamente en el caso del anteriormente amado expresidente Uribe Vélez: odiarlo está de moda y hacer todo lo posible por denigrarlo, también. A esa causa se ha sumado la prensa que, durante sus años de gobierno, por lo general, estuvo doblegada a sus pies.

Retomando algo del “adoctrinamiento religioso”, la parábola del trigo y la cizaña, pareciera que la cizaña está ganando la batalla. Cuando triunfe, acabará con el trigo y en Colombia solo quedará desolación, hambre y, obvio, una guerra, otra guerra más. En medio de la cultura del odio, el país retrocede en todos los aspectos de la vida nacional y la crisis se agrava por la pandemia del Coronavirus. Todo pareciera confabularse en pro de un futuro aciago, o retomando al maestro Víctor Gaviria: Para un No Futuro.

ANTES DEL FIN

“El Olvido que seremos”, título de la novela de Héctor Abad, es quizás la frase más real, cruel y contundente de cuantas haya escuchado en mi vida: pero, eso somos. Y no es necesario morir o desparecer para ello… aún quienes viven son o somos olvido; la memoria es frágil.

En vez de ser una excelente herramienta para comunicarnos, las redes sociales se convirtieron en una verdadera cloaca.

Las muertes por el COVID-19 crecen, se acercan. Ya no son titulares de noticieros y periódicos, son la realidad del día a día: el vecino, el amigo, la familia. Vamos perdiendo la guerra contra la peste y las víctimas van quedando tendidas por el suelo.

Puede ver: LA GUERRA CONTRA EL CORONAVIRUS https://eligiopalacio.com/2021/04/15/la-guerra-contra-el-coronavirus/

LAS REVOCATORIAS DE LOS MANDATARIOS LOCALES

LAS REVOCATORIAS DE LOS MANDATARIOS LOCALES

Eligio Palacio Roldán

“No siempre las democracias funcionan” me dijeron, una y otra vez, los profesores y los jefes en el transcurso de mi historia de vida. Yo les decía que sí; sin embargo, los años y las evidencias me han hecho cambiar de opinión.

En Colombia legislamos y legislamos en una rara manía de tratar de hacer desde la Ley lo que no se consigue ni desde la costumbre, ni desde la ética individual y/o colectiva. Un caso patético, al que nos empezamos a enfrentar, es el tema de las revocatorias de los mandatarios locales: gobernadores y alcaldes. Revocatorias que nacieron desde las constitución de 1991 en sus artículos 40 – numeral 4, 103 y 259, en las leyes estatutarias 131 y 134 de 1994 y 1757 de 2015; pero para las cuales, al igual que para la elección popular de alcaldes, en pequeñas poblaciones, no estamos preparados y creo no lo estaremos nunca.

Y es que “la nueva forma de hacer política” es una oposición más mediática que las anteriores, con fake news potenciadas por las redes sociales (siempre han existido) y con un ánimo destructor de cualquier iniciativa de los gobernantes de turno, como si un gobierno fracasado no nos perjudicara a todos.

Desde comienzos de este año se puso en marcha, oficialmente, la campaña para la revocatoria de algunos mandatarios locales entre los que se cuentan los de Bogotá y Medellín. Es claro que ambos piensan más en su futuro político que en el presente de sus ciudades, pero por eso mismo están obligados a dar lo mejor de sí por hacer un buen gobierno.

Con respecto a Quintero, he criticado sus salidas en falso  pero no se pueden descalificar iniciativas como la continuidad de Parques del Rio, el metro de La 80 y los esfuerzos que hace en lo social, en el respeto y la inclusión de la diversidad sexual y en la mejora de la educación y la cultura en la ciudad. Lo propio ocurre con Claudia López en Bogotá con la continuidad de mega obras como el metro de la capital.

Puede ver DANIEL QUINTERO, UN POBRE PAYASO DE ALCALDE https://eligiopalacio.com/2020/07/31/daniel-quintero-un-pobre-payaso-de-alcalde/

Todas las iniciativas de los mandatarios y la difícil tarea de gobernar se ven entorpecidas por políticos que no aceptan perder y que desde el mismo día de la derrota comienzan campañas electorales criticando al contrincante en el poder y haciendo hasta lo imposible por hacerlo fracasar. Eso no es hacer oposición. Hacer oposición es hacer crítica y denunciar casos de corrupción, desde luego, pero desde la buena fe y apostando por la construcción de un mejor gobierno y no por el fracaso del mismo.

Las revocatorias de los mandatarios serán de por si una frustración para las ciudades, así sean exitosas, dado el desgaste de la democracia y los pobres resultados que podrían generar las administraciones inmersas en la discusión; además de unas guerras sin fin entre revocados y revocadores. Si, otras guerras adicionales a las múltiples que han marcado la historia de Colombia.

Todo parece indicar que la historia de la humanidad en el siglo XXI será la de una oposición que no deja gobernar. Bueno, ya eso ha sido tradición en Colombia, pero entra al esquema uno de los grandes: Estado Unidos. Comienza la era Trump en la oposición, una era en que veremos situaciones similares a las que afronta el presidente Duque, día a día, con una oposición ciega.

Quedará como un sueño la idea de que todos nos unamos en pro de construir una mejor sociedad.

ANTES DEL FIN

Comienza el 2021 marcado por la epidemia del coronavirus y la desidia de la gente para cuidarse. “Al que le va a dar le da”, dicen muchos. Todos confiados en una vacuna que no llega. Grave.

FELIZ Y PRODUCTIVO 2021 PARA TODOS. Un deseo www.eligiopalacio.com

DANIEL QUINTERO, UN POBRE PAYASO DE ALCALDE

DANIEL QUINTERO, UN POBRE PAYASO DE ALCALDE

Eligio Palacio Roldán

¿Qué clase de alcalde tiene la ciudad de Medellín, en Tiempos del Coronavirus? ¿Un Nerón, dedicado a engrandecer su vanidad mientras la ciudad arde?

Medellín se ha distinguido por tener buenos alcaldes, se ha dicho. El ser bueno de estos mandatarios se resume en la “chequera” que les ha proporcionado EPM para gastar y gastar, un manejo de imagen que representa millones de pesos al erario público, en publicidad, en medios nacionales, y un estilo personal que pretende ser cercano al pueblo: una sonrisa de comercial de crema dental, jean, camisa blanca, pelo un tanto largo e ideas un tanto cortas, exposición mediática y un poco de irreverencia prefabricada. De esa escuela son Sergio Fajardo, Fico Gutierrez y Daniel Quintero. Los tres podrían permanecer en la memoria por estas características, pero lo serán más por los personajes a los que se asimilan, en el imaginario colectivo, tras sus intentos fallidos de pasar a la historia: Fajardo será recordado como Tutankamón por sus pirámides en La Avenida Oriental, Fico como el Chapulín Colorado por su torpeza tratando de vencer a los criminales y Daniel Quintero como un pobre payaso de circo porque ninguno de los números, que prepara con tanto empeño y tan mal asesorado, le salen bien.

Aquí algunos de los números del pobre payaso Quintero:

EL QUESO:

Siendo candidato, se presenta ante el Concejo de la ciudad, con un queso usándolo como metáfora para “evidenciar”, sin pruebas, la corrupción en Empresas Públicas de Medellín. “Les traje un queso gigante para que se lo coma porque se nota que ustedes tienen hambre y quieren comerse a EPM” (https://www.facebook.com/juanparal/videos/362373744364917/), afirma en medio de un discurso populista para mostrar una tendencia de izquierda, de moda por estos días, y ocultar su pasado en las filas del partido conservador, como uno de los tantos politiqueros de este país. Ante ese discurso caen cientos de incautos que lo eligen como alcalde. Hoy no se ve lo que ha hecho por “disminuir a sus justas proporciones” la publicitada corrupción. Puro discurso politiquero.

EL REALITY EN TIEMPOS DEL CORONAVIRUS

Una semana después del comienzo de la cuarentena obligatoria por el COVID -19, el 26 de marzo de 2020, Telemedellín, el canal de televisión de la alcaldía, anuncia el traslado de sus operaciones a un conocido hotel en el exclusivo sector de El Poblado. El “show” costaría doscientos millones de pesos. Este número del payasito Daniel fracasó por las protestas de la ciudadanía y de la prensa.

Vea:

A Telemedellín le cuesta 200 millones de pesos su hotel estudio durante la cuarentena https://www.wradio.com.co/noticias/regionales/a-telemedellin-le-cuesta-200-millones-de-pesos-su-hotel-estudio-durante-la-cuarentena/20200326/nota/4025864.aspx?ssm=tw

PUBLIREPORTAJE EN CARACOL RADIO

Días después del escándalo desatado por denuncias de “Las Igualadas” por presunto acoso sexual, en su contra, (https://youtu.be/edQiVap255c), la administración municipal acude a Caracol Radio para que, a cambio de comprar espacios publicitarios, se le hagan entrevistas. “Las entrevistas tenían la condición de que debían ser direccionadas a resaltar el lado familiar del mandatario, sobre todo su papel como padre de familia”. Este número también falló porque la cadena radial se negó a aceptar las exigencias.

Vea:

Alcaldía de Medellín ofreció pauta en medio de denuncias contra Daniel Quintero https://www.wradio.com.co/noticias/regionales/alcaldia-de-medellin-ofrecio-pauta-en-medio-de-denuncias-contra-daniel-quintero/20200623/nota/4049099.aspx?ssm=tw

https://www.elespectador.com/opinion/el-silencio-del-alcalde-de-medellin-frente-a-denuncias-de-violencia-sexual-que-lo-senalan/

MEDICOS CUBANOS

Este nuevo número consistió en dirigir una carta al embajador de Cuba en Colombia buscando traer ayuda médica a Medellín, dando la espalda al cuerpo médico local. Otra vez, los cálculos le generaron una mala pasada y en vez de lograr una lluvia de aplausos le llegó, una vez más, una de críticas. El alcalde pareciera creerse el presidente de Colombia o quizás un rey buscando desesperadamente el aplauso de sus súbditos.

Vea

Críticas contra Alcalde de Medellín por pedir apoyo a médicos cubanos https://www.eltiempo.com/colombia/medellin/coronavirus-medellin-alcalde-es-criticado-por-pedir-medicos-cubanos-522366

¿Qué clase de alcalde tiene la ciudad de Medellín, en Tiempos del Coronavirus? ¿Un Nerón, dedicado a engrandecer su vanidad mientras la ciudad arde?

ALCALDE CON CORONAVIRUS

Este número, por ganar el aplauso, sería bastante cruel y desesperado; pero a Quintero, conmigo, le sucede lo que relata la fábula de Esopo “El Pastorcito Mentiroso”: Cuando, quizás, haya dicho algo cierto, no le creo.

Puede ver: FICO Y LUPE https://eligiopalacio.com/2019/03/19/fico-y-lupe/

ANTES DEL FIN

Por qué hay tantos alcaldes contaminados con COVID-19, ¿No cumplieron las normas que tanto predicaron?

El 2020 fue un año diferente. En años anteriores, “desde agosto se ve que viene diciembre…”. Esta navidad será la más extraña de todas las vividas por los seres que hayamos tenido la experiencia de una FELIZ NAVIDAD.

CORRUPCION Y NARCOS – LA HERENCIA DE PABLO ESCOBAR.

CORRUPCIÓN Y NARCOS – LA HERENCIA DE PABLO ESCOBAR.

Eligio Palacio Roldán

Ante el primer puesto de Colombia como el país más corrupto del mundo, en el ranking de la revista estadounidense U.S. News,  basado en índices de percepción, la vicepresidente Marta Lucía Ramírez indicó que “… esta percepción obedece en parte a producciones como “Narcos” o series basadas en Pablo Escobar, que dejan esa imagen en el extranjero”

Tiene razón la vicepresidente al indicar que en parte se debe a las series inspiradas en Pablo escobar. No en vano, son el punto de encuentro con los colombianos en el exterior, en medio de  una sonrisa o una que otra pregunta maliciosa.

Sin embargo ese no es el problema. Lo complejo del asunto es que esa percepción negativa, impulsada por las series sobre narcos, se ve validada con la realidad actual que nos abruma y que no se debe a una ficción si no a la herencia de Pablo Escobar: Lo narco como medio de subsistencia o ascenso social y la narcocultura.

Mientras los campos y ciudades de nuestra Colombia  se inundan de narcotráfico, algunos dirigentes ilusos, como el exalcalde de Medellín Federico Gutierrez, tratan de borrar de la historia el nombre del legendario narcotraficante y los demás colombianos repetimos su forma de ser, actuar y estar en la vida. El dinero fácil y la falta de escrúpulos, en los métodos para conseguirlo, son el pan de cada día sin distingo de clase social, raza, religión o sexo. En eso, los colombianos, si somos iguales, desafortunadamente. En eso, y en la manida teoría de que todos los demás son corruptos y como cantara Alberto Cortez (Q.E.P.D) “Olvidamos que somos los demás de los demás”.

Al observar los comentarios en las redes sociales, los contenidos de los medios de comunicación y las conversaciones habituales pareciera haber un rechazo unánime frente a la corrupción; incluso es la bandera de muchos políticos y generadores de opinión a los que se les cree. Pero, analizando detenidamente esos políticos, esos generadores de opinión y a quienes rechazan la corrupción se observa que también  cometen actos alejados de la ética y de las leyes, que privilegian el bien particular sobre el general.

Inquieta, además, que para muchos hay una especie de patente de corso en los medios de comunicación y entre muchos colombianos. El caso más reciente, el de Antanas Mockus a quien algunos consideran casi un santo y le perdonan todo; incluso, trasgredir la ley al no declararse impedido para participar como candidato al Congreso a sabiendas que había celebrado contratos con el estado.

Esa posición ambivalente frente a la corrupción es la que no nos permite salir de ella. Bien haría la vicepresidente, en particular, el gobierno en general y los medios de comunicación en emprender una verdadera cruzada contra la corrupción y una reeducación de todos los colombianos en la materia.

Es hora de fundar una nueva cultura en el país de cara a este siglo XXI, que comienza su tercera década. Una cultura que recoja lo mejor de los valores del pueblo colombiano con anterioridad a la década del setenta, cuando se sembró la cultura del dinero fácil con el surgimiento del narcotráfico, y los proyecte al futuro. Para ello es necesario reconocer que somos un pueblo corrupto donde reina la narcocultura. Eso se logra enfrentando la verdad y no eludiéndola como trató de hacerlo el saliente alcalde de Medellín y lo hace ahora la vicepresidente Marta Lucía Ramírez, entre otros personajes.

ANTES DE FIN

Los alcaldes de Bogotá y Medellín, Claudia López y Daniel Quintero, con su discurso contra la corrupción y el apoyo a la protesta ciudadana ganaron las elecciones. La protesta se les está devolviendo y haciendo estragos a poco más de un mes de asumir su cargo, ¿Pasará lo mismo, al final de sus gobiernos, con el tema de la corrupción?

LOS NUEVOS MAMERTO-BURGUESES

LOS NUEVOS MAMERTO-BURGUESES

Eligio Palacio Roldán

El pasado domingo, en el Espectador, el columnista Héctor Abad Faciolince hacía una reflexión sobre las protestas de la pequeña burguesía (La rebelión de la pequeña burguesía http://tinyurl.com/vnyx6d4), reflexión que contesta de alguna manera una inquietud que me quedó sin dilucidar en el 2019 y con la cual titulo la presente columna.

La inquietud surgió cuando descubrí colegas periodistas, colegas ingenieros, compañeros de trabajo, familiares y amigos que tienen buenas posiciones sociales y económicas dedicados a marchar y protestar contra el gobierno por unas necesidades  que no tienen. Muchos de ellos, incluso, verdaderos chupasangres de un estado cada vez más benefactor.

Solidaridad pensé inicialmente. Incluso pregunté: ¿Bueno, si preocupa tanto la situación de pobreza y las dificultades que atraviesa el país,  por qué no donas parte de tus bienes o por qué no pagas más impuestos? La respuesta, no pronunciada pero si demostrada con gestos de incomodidad, la misma que detestan del expresidente Uribe: “Siguiente pregunta…”

Aunque la palabra “mamerto” aún no aparece en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, su acepción más conocida es la de Partidario radical de las teorías marxistas y del pensamiento de la izquierda política (aunque se usa en sentido peyorativo). Ejemplo: «Ese tipo es un mamerto completo; anda de boina todo el día y tiene su cuarto lleno de posters del «che».»(https://www.significadode.org/mamerto.htm). El burgués, por su parte, si está definido como “Ciudadano de la clase media acomodada” o “Persona de mentalidad conservadora que procura estabilidad económica y social”.

Pienso, entonces y me apoyo en la columna de Héctor Abad, que los mamertos se volvieron burgueses pero no abandonan su origen y los burgueses se convirtieron en mamertos dada su desbordada ambición, disparada por una sociedad fundamentada en el consumo de bienes, muchos de ellos superfluos.

Para la aparición de esos nuevos mamerto-burgueses ha sido fundamental el acuerdo de paz con las Farc y el trabajo exitoso de la izquierda en varios sectores como el educativo y el de los medios de comunicación. Gracias a varios generadores de opinión está in hablar negativamente del gobierno, de sus políticas y estrategias para enfrentar las dificultades. Protestar.

Después de los acuerdos de paz con las Farc, han salido “del closet” de diferentes estamentos de la sociedad y en especial de las ramas del poder público y del gremio de los periodistas, decenas de mamerto-burgueses que indican la fortaleza de dicha guerrilla y el por qué no fue posible derrotarla. Claro que desde antes ya habían mostrado su verdadera faceta personajes de la dirigencia nacional como, por ejemplo, el expresidente Juan Manuel Santos.

Puede leer EL «COMPLOT» DE SANTOS https://eligiopalacio.com/2016/05/19/el-complot-de-santos/

Ahora gobernar en Colombia es un tema mucho más complejo que antes: unos sectores de la sociedad verdaderamente necesitados de soluciones de fondo a problemáticas crecientes y por el otro los mamerto-burgueses insaciables.

La próxima semana regresan las protestas. Un nuevo reto para el gobierno Duque y para algunos mamerto-burgueses, nuevos en el poder, como la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, y el alcalde de Medellín, Daniel Quintero. El desarrollo de las situaciones en estas ciudades será transcendental y memorable.

Puede ver: La canción, de Alberto Cortez, Para ser un pequeño burgués https://youtu.be/1wVIQyMCGNA

ANTES DEL FIN

Volvió a la televisión colombiana la telenovela “La Nocturna”, una serie para ver, disfrutar y pensar dadas las historias cotidianas, profundas y enriquecedoras que plantea. Al inicio bajos índices de sintonía, supongo por la no aparición de los personajes de la primera temporada. Poco a  poco las historias  toman fuerza y será de lo mejor en este 2020 en la televisión colombiana.

LAS TAREAS DE LA IZQUIERDA Y LA DERECHA

LAS TAREAS DE LA IZQUIERDA Y LA DERECHA

Eligio Palacio Roldán

Bien se ha dicho que el hombre avanza a pasos agigantados en tecnología pero, muy poco, en filosofía y, por ello,  la humanidad sigue cayendo en las mismas torpezas, por los siglos de los siglos…

Así como en Cuba de los años cincuenta o en Venezuela de los noventa la izquierda colombiana hace su tarea, un poco tarde por la torpeza de la lucha armada de las guerrillas,  involucrando una juventud con una inocencia similar a la del siglo pasado.  Desde la academia, los medios de comunicación, las cortes y el mismo ejecutivo se lucha contra el sistema, se deslegitima con uno y otro escándalo de corrupción, con una oposición sistemática a medidas necesarias para el desarrollo del país como las reformas tributarias o la pensional, aplazada irresponsablemente o por el temor de los diferentes gobiernos.

Los dirigentes de izquierda organizan marchas por todo y contra todo. Se radicalizan cada vez más, afectando el sistema productivo y haciendo exigencias a un estado con recursos limitados, como el colombiano. Y mientras exigen por un lado, rechazan por el otro las medidas que puedan generar los recursos necesarios para atender no solo sus peticiones sino las necesidades de miles de ciudadanos.

Pero si la izquierda colombiana hace muy bien su tarea, la hace mucho mejor la derecha negándose a abrir el escenario político a personas diferentes a las de los apellidos de siempre (Que tal el caso del Centro Democrático en Antioquia: Un hijo del Cacique Liberal Bernardo Guerra a la Gobernación y el del cuestionado Luis Alfredo Ramos a la alcaldía de Medellín); rechazando las formas de ser y de pensar de las nuevas generaciones: el matrimonio igualitario, la adopción gay y el aborto, entre otras; y no haciendo los esfuerzos necesarios para generar oportunidades de crecimiento profesional y/o económico a una sociedad cada vez más exigente.

Y unos y otros: izquierda, derecha, centro o ciudadanos del común se hacen los de la vista gorda antes sus propias fallas, ante la corrupción que nos ahoga, ante sus propias responsabilidades con el país. Y esa actitud hace que los ciudadanos, en especial los jóvenes desconfíen más y no tengan esperanzas. De ahí el crecimiento del narcotráfico, la delincuencia y el incremento del consumo de drogas. ¿Qué puede hacer un joven sino encuentra ni siquiera la forma de tener las condiciones mínimas de subsistencia?

“Mal de muchos consuelo de tontos”: lo mismo que sucede en Colombia ocurre en toda Latinoamérica. Son claros ejemplos los de Chile, Argentina y Brasil, pero si nos descuidamos podríamos recorrer el mismo camino de Venezuela y Cuba. La situación del primero es bien conocida  con la diáspora venezolana cuyos efectos sufrimos todos los colombianos y la del segundo es más lamentable aún: prisioneros en la isla se refugian en el licor, el humo del cigarrillo y también, como en los países capitalistas, el mercado de la cocaína y demás drogas ilícitas y la prostitución.

La Colombia desencantada se manifestó el pasado domingo en ciudades como Bogotá y Medellín con la elección de los alcaldes locales Claudia López y Daniel Quintero, personajes llenos de ideas renovadoras que ojalá les dejen cristalizar para bien no de ellos sino de Colombia. Las esperanzas son muchas pero las posibilidades pocas dadas las razones expuestas en esta columna: tanto la izquierda, como la derecha están haciendo la tarea muy bien para desestabilizar el estado colombiano.

ANTES DEL FIN

Vuelvo a referirme a El Sultán, la telenovela que trasmite el Canal 1, de lunes a viernes a las 10:10 de la noche, que puede ser la obra cumbre de la televisión mundial. Más allá de ser una producción impecable en cuanto a libretos, puesta en escena, actuación, escenarios, vestuario, etc, es una muestra del porqué de las formas de ser y estar del ser humano, en esta tierra que nos tocó vivir. De las relaciones de poder. Aunque la obra se desarrolla en el siglo XVI, su historia, también, es la misma de nuestros días.

EL SULTÁN https://eligiopalacio.com/2019/08/23/el-sultan/

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