VENEZUELA – MARÍA CORINA – CUBA – COLOMBIA
Eligio Palacio Roldán
Pero, sobre todo, haciendo germinar en nuestro espíritu la semilla de valentía que está sembrando María Corina.

Comenzaba a escribir mi primera columna, de este año, haciendo un balance de mi página en el 2024 y diciendo que mis columnas se iban haciendo cada vez más intimistas, cuando me sorprende en redes sociales la imagen de la líder venezolana María Corina Machado y mis sentimiento y pensamiento, se fueron tras ella, hacia Venezuela, hacia el sufrimiento de los amigos que tengo de esa nación, sus familias, sus dolores y lo injusta que ha sido la historia con sus vidas, al llevar al poder dictadores como Chávez, como Maduro.
MI ser se conmovió al ver a la mujer enfrentarse al poder inmisericorde, al atropello sin consideración, a la opresión y sentí como propia la impotencia de miles de venezolanos que no tienen el valor de enfrentarse al régimen, impotencia que se marca en miradas cargadas de nostalgia por sus familias, por su terruño, por no poder compartir la vida con los suyos.
Otra vez, mis recuerdos recorren la miseria de La Habana – Cuba, la amargura de sus gentes, los restos de cientos de cigarros en los arroyos que deja el agua lluvia, los bares con el ron como único surtido, las voces bajas para poder hablar contra el régimen, la resignación aplastante, la depresión de todo un pueblo, y me estremece pensar que Colombia recorre el camino de los dos países hermanos y que en nuestro país no hay un ser como María Corina que tenga el valor de enfrentar una dictadura.
Y siento que nuestra clase política no hizo bien la tarea, que la corrupción la desbordó y que, gracias a ella, la izquierda indolente se hizo al poder para hacer lo mismo que en Venezuela, que en Cuba, y que el futuro del país, nuestro futuro, es realmente aciago.
En este estado de cosas, ningún colombiano puede callar, ningún colombiano puede ser indiferente a la tragedia venezolana. Es el tiempo de apoyar a María Corina, al gobierno legítimo de Venezuela del presidente Edmundo González. ¿Cómo? Acompañando las marchas en cada ciudad, rechazando el apoyo del gobierno Petro al dictador, entendiendo la tragedia que se avecina si se cohonesta con una izquierda retrógrada y con los corruptos que se enquistaron en el estado. Pero, sobre todo, haciendo germinar en nuestro espíritu la semilla de valentía que está sembrando María Corina.
ANTES DEL FIN
Se cumplen cinco años del acontecimiento más importante en la historia de Colombia y en el mundo, en lo corrido de mi existencia: la pandemia del coronavirus, una pandemia que trajo consigo consecuencias insospechadas. La más compleja para Colombia, la llegada de Gustavo Petro al poder.
Paradójicamente, la desinformación reina en los tiempos de las redes sociales y del acceso de la sociedad a los medios de comunicación masiva; esa desinformación induce a errores tan graves como demeritar el gobierno del expresidente Iván Duque, un gobierno que tuvo que enfrentar la pandemia del coronavirus.
No todo fue malo en los tiempos del coronavirus, el solo hecho de haber salido vivos de ahí es una victoria. Quedan muchas enseñanzas, mucho que contar, mucho por reflexionar. Lo peor sería, que todo ello quede en el olvido.