¿POR QUIÉN VOTAR?
Eligio Palacio Roldán
¿Por quién votar? Es la pregunta de los colombianos por estos días, en el marco de las elecciones de gobernantes locales y regionales. Bueno, hablo de los colombianos con alguna libertad de pensamiento, que son la minoría de quienes deciden acudir a las urnas y que cada vez tienen menos posibilidades de elegir. Menos posibilidades, porque a pesar de la abundancia de candidatos y movimientos políticos, en oferta, son pocas las diferencias entre unos y otros pues las supuestas ideologías de centro, izquierda o derecha terminan confluyendo en intereses mezquinos como el enriquecimiento ilícito a costa del presupuesto, inicialmente destinado para el desarrollo de las regiones y las comunidades.
Esa corrupción que todos decimos rechazar se debe principalmente a la apatía del ciudadano del común y a que, desafortunadamente, la mayoría de los ciudadanos que acuden a las urnas tienen el voto definido no por las cualidades y propuestas del candidato si no por intereses personales, tan ruines, como los de los candidatos. Es así como, además del escaso voto libre, se tienen diferentes calidades del mismo. Veamos:
El voto de secta, es el voto que ordena el líder. Prácticamente todos los colombianos se quejan de su existencia pero cada vez se ejerce con mayor vehemencia. Ya no son los liberales y conservadores de ayer, ahora nos dividimos entre Uribistas y antiuribistas
El voto de la miseria, es el que se otorga a cambio de un almuerzo o alguna ayuda económica insignificante.
El voto del hambre, es el que está atado al futuro económico individual o familiar gracias a un cargo burocrático o a un contrato ofrecido por el candidato de turno.
El voto de inversión, es el de los inversionistas de turno que acogen en su seno candidatos de toda índole, sobre los que invierten grandes sumas de dinero para obtener a cambio, durante los próximos cuatro años, importantes réditos, vía contratación o simplemente “dejándolos hacer” con legislación favorable, planes de ordenamiento territorial acorde a sus ambiciones o con autoridades haciéndose las de la vista gorda ante negocios turbios.
El voto del ego, es el que se da para pretender elegir al amigo o familiar de turno que te puede generar una satisfacción menos tangible que el sustento o la riqueza.
Es el voto del compromiso, es el que depositas obligado por razones de índole familiar o afectiva.
El voto de opinión, es el provocado por el mercadeo, la publicidad, los medios de comunicación y las encuestas.
El voto del resentimiento, es el que se deposita con la intención de derrotar al enemigo, no se vota favor sino en contra. Este tipo de voto crece exponencialmente en Colombia.
Sea cual fuere la decisión y el tipo de voto que se deposite mañana, lo deseable sería que ese voto tuviese algún nivel de cuestionamiento individual y que la decisión de cada uno, a la hora de la verdad, fuera por una conclusión acorde con las cualidades éticas, el nivel de conocimiento y las capacidades de cada candidato para gobernar. De lo contrario, estaremos oscureciendo el futuro del sistema democrático de elección de gobernantes en nuestro país y empujando a Colombia hacia sistemas de gobierno con ausencia de libertades mínimas, tan complejos, como los que tienen que soportar los seres humanos que habitan Venezuela o Cuba.
¿Por quién votar mañana? Ojalá por quienes tengan la decisión de trabajar sin permitir la corrupción en su gobierno. Es difícil encontrarlos, pero hay que hacer el intento de buscarlos.
ANTES DEL FIN
Antes de votar les recomiendo leer:
EL CANDIDATO… EL CANDIDATO… EL CANDIDATO… EL IGNORANTE… https://eligiopalacio.com/2019/05/31/el-candidato-el-candidato-el-candidato-el-ignorante/
CORRUPCIÓN – ERASE UNA VEZ… https://eligiopalacio.com/2016/06/01/6853/
CARTA DE UN ALCALDE CORRUPTO https://eligiopalacio.com/2017/11/16/carta-de-un-alcalde-corrupto/
LA DEMOCRATIZACIÓN DE LA CORRUPCIÓN https://eligiopalacio.com/2013/09/24/la-democratizacion-de-la-corrupcion/