MEDELLÍN SE “PUTIÓ”

MEDELLÍN SE “PUTIÓ”

Eligio Palacio Roldán

Este es el recuerdo de un rato maluco recorriendo calles ahí por Medellín. Encontré una cuadra repleta de fufas cuando mi mujer También la vi allí”

Esperando el bus

En noviembre de 2019, en una diligencia por el Parque Lleras, en Medellín, me sorprendió la oferta sexual muy similar a la que había observado en La Habana – Cuba, días atrás. Me confunden con un extranjero pensé, la oferta era discreta.

El pasado viernes, 17 de marzo, en la noche, recorrí la tradicional calle 10, en las inmediaciones del Lleras, y encontré una oferta sexual descarnada y descarada: la prostitución de mujeres, hombres y población LGTBIQ está presente en cada esquina, en cada cuadra, en las entradas a los sitios de entretenimiento y de comercio al por menor. También en cada rincón aparece la posibilidad de acceder a las drogas ilícitas.

Quedan muchas preguntas en el aire sobre el fenómeno de la prostitución que jocosamente se hizo canción parrandera con “Esperando el bus” y que hoy iguala a todas las clases sociales, de la ciudad de Medellín, en sectores tan disímiles como La Veracruz y El Poblado: ¿Qué empuja a los paisas a la prostitución, la pobreza o el dinero fácil? ¿Qué impulsó una transformación cultural tan fuerte que cambió la mojigatería del siglo pasado a la del todo vale de hoy? ¿Qué han hecho las autoridades, las organizaciones sociales e instituciones como la familia o la escuela para controlar este fenómeno? ¿Cuál es el futuro a mediano y largo plazo de la ciudad y de sus habitantes? ¿Las familias de quienes se dedican a la prostitución tienen claridad sobre sus trabajos, los apoyan? ¿Es la Medellín que soñamos un destino netamente sexual y de consumo de drogas? ¿Realmente “Quiero a Medellín” convertida en un antro? ¿Será que los gobernantes de la ciudad seguirán saliendo a decir, orgullosos, que uno de los logros de Medellín es su transformación en destino turístico para los extranjeros a sabiendas que la tienen como referente de turismo sexual y de consumo de drogas?

Al Indagar con algunos comerciantes, en especial los administradores de bares y restaurantes, del sector de El Poblado, se muestran muy preocupados por el tema que implica una disminución del número de visitantes a los sitios de diversión del sector y por la apatía de las autoridades para controlar el fenómeno que se ve agravado por la presencia de indígenas que buscan, a través de la lástima, conseguir el sustento para sus familias. “Se putió esto”, dicen en son de charla. Pero la verdad es que se “putió” Medellín, no solo por dispersión de la prostitución en varios sectores de la ciudad sino por la incapacidad de las autoridades para controlar las bandas criminales, la delincuencia común, el comercio de drogas ilícitas, el desorden del tráfico, el descuido de las zonas verdes y la proliferación de basuras.

Esta semana falleció Michel Arnau, publicista creador de la campaña “Quiero a Medellín”. “Siquiera se murieron los abuelos” escribió el poeta Jorge Robledo Ortíz, siquiera se murieron para que no presencien como la ciudad de los amores de los antioqueños se convierte en una cloaca.

ANTES DEL FIN

¿Será que Medellín, Antioquia y Colombia siguen sumergidos en el letargo y no eligen buenos gobernantes este año?

La fábrica de novelas de Caracol se vino abajo. ¿No será la hora de dejar de producir novelas en serie y producirlas en serio?

Qué bueno que se viniera abajo la fábrica de políticos que ha proliferado en Colombia en los últimos años. Qué bueno uno de verdad, auténtico, de carne y hueso.

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CUBA, HIDROITUANGO, CAÑO CRISTALES Y LAS ELECCIONES REGIONALES

CUBA, HIDROITUANGO, CAÑO CRISTALES Y LAS ELECCIONES REGIONALES

Eligio Palacio Roldán

En el año 2012 comencé la aventura de www.eligiopalacio.com, un blog en el que pretendía publicar todas las semanas y he cumplido esa promesa, con muy pocas excepciones. Una de ellas, la más prolongada, la de las últimas semanas como consecuencia de la intensidad de lo vivido y la falta de internet en las vacaciones que acabo de terminar. Una paradoja porque nunca antes había tenido tanto material para publicar y tantas cosas por decir.

Los videos y los análisis se irán publicando poco a poco. Por ahora estas reflexiones:

La Habana es realmente un patrimonio de la humanidad, pero no solo la Habana Vieja, declarada así por la Unesco en 1982, también lo es el sector del centro que se desmorona a la vista de todos en medio del descuido, la pobreza y el desabastecimiento. En La Habana reina el hambre, el vicio del cigarrillo y el ron y la prostitución. También el miedo a ser escuchados, a ser denunciados, a hablar. El sentirse vigilados y presos de un sistema que les brinda educación y salud gratuita: educación sin posibilidades de desarrollo profesional y salud de remedios caseros porque medicinas no hay. La Habana es la prueba del fracaso socialista que soñamos algunos en la década del setenta y que las nuevas generaciones quieren revivir hoy, con una ingenuidad mayor que la de aquellos días. Me decían en voz baja, algunos cubanos, que si en la capital la situación es difícil, es mucho peor en las zonas rurales

Hidroituango será un ícono para las próximas generaciones de antioqueños y colombianos, así como alguna vez lo fue el Túnel de La Quiebra, el Ferrocarril de Antioquia y todas nuestras líneas férreas abandonadas,  con indolencia, por nuestra clase dirigente. La prueba de que los retos se pueden asumir desde la responsabilidad a pesar de las dificultades, siempre buscando el bienestar de las comunidades.

Caño Cristales en particular y el municipio de La Macarena son parajes hermosos que mueven las fibras del alma. En mi caso, sentí otra vez la emoción, hasta derramar lágrimas,  de un día en Ushuaia al observar y palpar la nieve. En el caso de La Macarena hay un significado adicional: Fueron lugares negados a los colombianos por una guerrilla que ha buscado un sistema político similar al de Cuba. Ahora, aquí, una nueva generación de jóvenes  entusiastas transformó la zona en uno de los lugares preferidos por colombianos y extranjeros (Cerca de 15.000 visitantes por año); jóvenes que requieren el apoyo del gobierno  y de todos los colombianos para construir y mantener el paraíso que nos ofrecen. Jóvenes llenos de sueños y de no muchas posibilidades de salir adelante.

De regreso a la realidad me encuentro en una Colombia que en pocos días elegirá sus dirigentes locales. Dirigentes que tienen la obligación de darle la oportunidad a las nuevas generaciones, como a los jóvenes de La Macarena, para salir adelante y que no terminen en los vicios de la sociedad cubana. Para ello, los nuevos gobernantes tienen que tener el talante de quienes, en Empresas Públicas de Medellín, afrontaron el reto de Hidroituango  y, desde luego, derrotar el fantasma de Castro Chavismo que, aunque no soy uribista, siento nos acecha. En Medellín y otras ciudades de Colombia, como en La Habana, en las esquinas, se ofrece vicio y prostitución y muchas gentes, también, pasan hambre.

El próximo domingo, 27 de octubre, se debe votar por los mejores candidatos que encontremos: emprendedores, retadores, cercanos. En especial honestos. De continuar gobernando en medio de la corrupción, se terminará de perder la confianza en el sistema democrático colombiano y el país podría ser otra Cuba. Pero no solo se necesitan excelentes gobernantes, para  construir una Colombia para los muchachos emprendedores de La Macarena y de todo el país, hay que pagar impuestos y entre todos construir el país que nos merecemos. El dinero para hacer obras, generar oportunidades, brindar salud y educación no se genera por arte de magia.

ANTES DEL FIN

Después de mi viaje a Cuba, estoy seguro, jamás votaré por alguien que encarne los ideales del castrochavismo. Y no soy uribista. Creo que Alvaro Uribe y la derecha colombiana, también está en deuda con los colombianos.

En Cuba como en Colombia la corrupción carcome el gobierno y la sociedad. ¿Qué hacemos?

Puede ver:

SOÑAR Y NADA MAS USHUAIA https://eligiopalacio.com/2014/05/15/sonar-y-nada-mas-ushuaia-2/

USHUAIA,  TIERRA DE LAS HADAS  https://eligiopalacio.com/2014/05/16/ushuaia-tierra-de-las-hadas/

MISERIAS AL SOL

MISERIAS AL SOL

Eligio Palacio Roldán

Este domingo tomé y publiqué, en el facebook, esta fotografía de un costado de la plaza principal de Entrerríos – Antioquia, un pequeño pueblo al norte de Medellín. Me llamó la atención que en uno de sus balcones se secaba la ropa, quizás agobiados por el invierno y por el tamaño cada vez más pequeño de los apartamentos; además me pareció de mal gusto. De inmediato se armó una polémica que incluyó, también, insultos.

https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10210751371354098&set=a.2443833448915.2126191.1044237866&type=3&theater

La edificación, de propiedad de gentes con un poder adquisitivo importante, nos lleva a plantearnos algunas inquietudes,  sobre el devenir de la existencia, en estos tiempos de la aldea global. La primera es,  por qué se presenta la tendencia de construir en espacios reducidos, edificaciones de varios pisos, en pueblos donde lo que hay es espacio. Hay una especie de “envidia” de vivir como se vive en la ciudad. ¡Vaya paradoja!: Los que vivimos en la ciudad anhelamos la amplitud de las casas de los pueblos. También, se presenta cierto desprecio por el pasado, quizás de pobreza, que arrasa con la arquitectura y las costumbres de antaño. Una ambición por lo urbano, por lo suntuoso, por lo “traqueto”. Este estilo se ve con mayor frecuencia en los países subdesarrollados, con ausencia de planificación de las poblaciones.

La segunda está enfocada en la tendencia de las gentes del siglo XXI para exhibir su intimidad, en una especie de regreso al primitivismo, y de la libertad sin restricciones.

Decían algunas de las críticas, a la publicación de la fotografía, que se trataba de periodismo amarillista y que se ocultaban situaciones más vergonzosas. Indagando, sobre el asunto, me plantearon que hacían referencia a la presencia de al menos dos prostíbulos a escasos 50 metros de la iglesia y del edificio fotografiado, es decir, en el marco de la plaza. Y es que en ese pequeño pueblo la prostitución dejo de ser un tabú, incluso se muestra con una mezcla de humor y orgullo. También se hace con la infidelidad, el maltrato de la pareja y de los niños y las peleas callejeras, que parecieran íntimas, en medio del público. Hay una especie de placer por sacar las pequeñas grandes miserias del ser humano al sol. Y en ese caso, la ropa en el balcón es un símbolo del comportamiento actual de nuestra sociedad.

Las miserias humanas se exhiben, también, a diario, en los medios de comunicación como periódicos y noticieros de radio y televisión y que no decir de las redes sociales, donde al igual que talento, creatividad, solidaridad y alegría por vivir, se muestra la degradación del ser humano.

Se trata de la desaparición de la intimidad, intimidad definida como “Zona espiritual íntima y reservada de una persona o de un grupo, especialmente de una familia”; desaparición enmarcada por el placer que produce el exhibicionismo. Digamos entonces que estamos en la época del exhibicionismo desafiante, insultante; en la época en que el otro no se tiene en cuenta, no se respeta. No importa. En el tiempo del individualismo donde solo importo yo, así se jodan los demás. De ahí las ropas en el balcón, las miserias al sol.

También, obvio, las miserias al sol tienen su encanto para los voyeristas; así se explica el éxito de los medios que las publican.

ANTES DEL FIN

Subir la fotografía en el facebook pretendía una reflexión sobre el concepto de la estética, que también se va perdiendo.

La libertad no implica falta de control y menos de autocontrol.

LA VENEZOLANIZACIÓN DE LA ECONOMIA COLOMBIANA

LA VENEZOLANIZACIÓN DE LA ECONOMIA COLOMBIANA
Eligio Palacio Roldán

En Medellín hay cada vez más desempleo o subempleo, incluido el narcotráfico y la prostitución. Cierta estabilidad del agro, afianzada en el sector lechero, parece desmoronarse.

Miércoles 27 de febrero de 2013

Bogotá- Ayer el Banco de la República publicó los resultados del comportamiento de la economía para el cuarto trimestre del 2012. Las cifras arrojaron un crecimiento de 5,6% respecto al 2011, pero dicho avance está sustentado en el comercio y las importaciones pues la industria nacional se debilita y apenas avanza 1,8% en el año.

El Producto Interno Bruto (PIB) de la manufactura arrojó para el IV trimestre del 2012 un crecimiento ligero de apenas 1,1%. El dato demuestra una desaceleración en el sector, pues en el III trimestre el avance fue de 2,9%; mientras que cuando se toma en cuenta el total del 2011 la manufactura experimentó un crecimiento de 3,8%.

Para los economistas las estadísticas son una muestra de la desindustrialización de Colombia. «Hay una evidente pérdida de peso de la manufactura en la economía, una desindustrialización relativa en el país», comentaron los analistas.

Agregaron que este es un mal en las economías que crecen a través de las exportaciones de commodities, que con el flujo de dólares importan bienes para el consumo interno en detrimento de la industria nacional. «Es un mal que se agudiza en Colombia».

Explicaron que ante una economía que creció en 5,6%, impulsada por un boom de consumo que se alimenta con el gasto oficial, y con relativa baja inversión en producción, la contracción industrial se traduce en problemas de oferta en el mercado.

En la medida que el consumo siga avanzando por encima del crecimiento de la industria, y no haya un incremento de los ingresos por la vía de los commodities, los problemas con la oferta se agudizarán.”

Jueves, 18 de julio de 2013

“Venezuela ha venido experimentando un proceso de desindustrialización a través del cual su relación Valor Agregado Industrial/PIB ha venido descendiendo de niveles del 24% hace tres décadas, a uno del 15% hace una década y actualmente se perfila hacia tan sólo un 9%ó12% en dicha relación en el período 2012-2020. En términos de generación de empleo, la industria aportaba cerca del 25% del total del empleo hace 30 años, aportaba el 23% hace diez, pero actualmente sólo contribuye con el 13%. Detrás de este proceso usualmente están las llamadas “fuerzas seculares” que explican que, una vez completada la primera fase de “industrialización de manufactura simple”, se da un proceso de expansión del sector terciario de servicios, comprimiendo entonces las participaciones del sector agropecuario y manufacturero dentro del PIB.

Sin embargo, en el caso de economías que crecen principalmente a través de las exportaciones del petróleo, el descenso en dichos aportes del sector industrial a la economía tiende a acelerarse. Esto como resultado de los efectos de la conocida Enfermedad Holandesa (EH), donde la abundancia de divisas de dichas exportaciones de petróleo trae aparejada una apreciación cambiaria real y persistente que tiende a comprimir el valor de las exportaciones de los productos industriales y agroindustriales, precisamente los que eran intensivos en mano de obra. Este ha sido el caso de Venezuela.”

Estos dos párrafos de El Universal de Caracas y La República de Colombia fueron modificados ligeramente  con el intercambio  del país y de petróleo por commodities  y la conclusión es la misma: las economías de Venezuela y Colombia recorren igual camino. El de la desindustrialización.

Lo paradójico de esta historia es que quienes más temen la venezolanización de Colombia son los Uribistas quienes, desde su gobierno, de ocho años, a través de la confianza inversionista y los tratados de libre comercio, hicieron todo lo posible para que nuestra economía abandonara la industria y la agricultura y recorriera el camino de la minería, deslumbrados por las exportaciones de commodities.

En el gobierno de Uribe se firmaron Tratados de Libre Comercio   con países como Estados Unidos,  Chile, Canadá y regiones como Centroamérica y la Unión Europea, a pesar de la preocupación del sector productivo y de la probada desprotección en que quedaba la industria nacional en contraposición con los subsidios y el apoyo estatal en los países con los cuales se firmaban los tratados. El gobierno santos continuó aplicando la misma estrategia.

Y, ahora, estamos desprotegidos, sin industria, sin agricultura y con los precios del petróleo en niveles mínimos inimaginables tratando de controlar una inflación atada al valor de un dólar que crece exponencialmente, encareciendo los víveres que ya no producimos.

Que la economía va bien, que el índice de desempleo es de solo un dígito, dice el gobierno (ver LOS GOBIERNOS DE LOS FALSOS POSITIVOS http://wp.me/p2LJK4-AH). Mi realidad, dice otra cosa: En Medellín hay cada vez más desempleo o subempleo, incluido el narcotráfico y la prostitución, y cierta estabilidad del agro, afianzada en el sector lechero, parece desmoronarse. (Ver RECESIÓN EN EL SECTOR LECHERO http://wp.me/p2LJK4-1hC).

Es verdad que, todavía, no llegamos a los niveles de desabastecimiento de Venezuela, pero vamos por el mismo camino, y a nadie parece importarle.

ANTES DEL FIN

Y llegan las elecciones locales, ¿qué candidato a Concejo Municipal, Alcaldía, Asamblea, o Gobernación ofrece alguna posibilidad de mejorar la economía de su pequeño “reino”?.

LAS ADIVINAS

LAS ADIVINAS

Eligio Palacio Roldán

Es sabido que el ser humano se debate entre un pasado que no puede remediar y un futuro, lleno de incertidumbre, que quiere descifrar, mientras  que los días corren inexorablemente hacia el ayer.

Pasado el mediodía comienza a llenarse de humo la Plaza de Zea, ubicada en las proximidades del Museo Botero, donde frecuentemente se reúne lo más preciado de la sociedad paisa, y del Sector Tejelo, uno de los más deprimidos del centro de Medellín, donde se unen con el trabajo digno, mendicidad, prostitución y droga; el humo se desprende de los tabacos de las adivinas que tratan de encontrar respuesta a los sufrimientos de varias personas, que indagan sobre el amor, la salud y la fortuna en un futuro próximo, tan próximo, que extinga el dolor que les atraviesa el alma…

Mientras que la adivina de turno chupa con fuerza el tabaco, extiende por el aire bocanadas de humo  que impregnan el aire, las ropas y los cuerpos  de los presentes y escupe copiosamente sobre el piso, una baba verdosa, algunos clientes tratan de vencer un llanto inminente, a otros el corazón les late vertiginosamente y uno que otro mira, con incredulidad; en varias oportunidades, es necesario hacer fila para ser atendido, cual confesionario de iglesia.

Y allí, sentados, en el pequeño muro que protege infructuosamente el jardín, ya desaparecido, a las adivinas y a sus clientes se les ven humildes, inmensamente humildes.

“Uno nace, no se hace, yo nací siendo adivina”, dice Astrid, una mujer procedente de Manizales que afirma llevar 27  de sus 42 años de vida, leyendo el tabaco, profesionalmente; su mamá  también lo hacía y de ella heredó ese don, un don que descubrió en sus días de infancia con sus amigas de juego, afirma.

Cien, doscientos mil pesos se hace al día, muchas veces nada; recibe cinco mil pesos por tema a indagar (salud, dinero o amor), llegando a cobrar hasta quince mil; sale a trabajar al medio día hasta las siete u ocho de la noche, en las madrugadas recibe en su casa clientes desesperados. Se siente feliz cuando logra unir seres que se quieren, cuando encuentra algún desaparecido o cuando se comunican personas distanciadas; dice haber predicho asesinatos; para ello, acude a la “santísima muerte” que le indica el futuro de sus clientes. Nunca se ha equivocado.

Una mujer desesperada interrumpe la conversación, necesita que la adivina, le dé un dato importante sobre un amor  que la abandonó y que según las imágenes del tabaco aparece en Cúcuta.

Astrid, es un ser taimado: la mujer desesperada le dice que ella cree que su amor de Cúcuta la quiere, siempre la ha querido; si afirma Astrid, le veo muchas posibilidades a que él vuelva, míralo acá en el tabaco, mira cómo se quema todo el centro, el corazón de ese hombre arde de amor por ti;  luego la mujer le dice que eso es un imposible, él le dijo que tenía otra mujer, a la que ama profundamente y que jamás abandonaría, “yo creo que él se quedará con esa mujer, mira como no se quemó este lado del tabaco, eso quiere decir que él te dará la espalda”, le dice la adivina y la mujer se marcha igual a como llegó, llorando; bueno, no igual, con cinco mil pesos menos, en su pobre bolsillo.

ANTES DEL FIN

¿Por qué la adivina, de esta historia, no adivinará en que días no tendrá ningún cliente para no asistir, ese día, a la Plaza de Zea, a no hacer nada?

Sobre el tema, nos escribe el maestro Orlando Cadavid Correa

Querido Eligio:

Muy sabrosa tu crónica sobre las adivinas de la placita de Zea. Me hiciste recordar un episodio de mi remotísima juventud:

De muchachos, mi hermano Carlos y yo estábamos varados, sin una sola perra gorda en los bolsillos,en el centro de Medlellín, para tomar el bus, y nuestra casa estaba  en el barrio Aranjuez. Cuado empezábamos a echar infantería, se nos arrimaron dos «gitanas» a proponernos que nos adivinaban la suerte. Carlico, más vivo que ellas, les contestó:

«Si ustedes son tan adivinas,¿ por qué no adivinan que estamos pelados?».

Las busconas dieron media vuelta y continuaron recorriendo la carrera Junín, en busca de otros  caminantes menos varados que nosotros..

Te abrazo cordialmente,

Orlando

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