TRAS LA AURORA BOREAL I
Eligio Palacio Roldán
Después de mi visita al Desierto de Australia se quedó plantado en mi espíritu un sueño: Vivir la Aurora Boreal. Ya había comparado el calor infernal, la hermosura y el misterio de la cadena de montañas Kata Tjuta y del Uluru (Ver DE VIAJE POR EL DESIERTO AUSTRALIANO https://eligiopalacio.com/2015/11/27/5703/ y DE VIAJE POR EL DESIERTO AUSTRALIANO (PARTE II) https://eligiopalacio.com/2015/12/03/de-viaje-por-el-desierto-australiano-parte-ii/) con la magia y la dulzura de Ushuaia en la Patagonia Argentina (Ver SOÑAR Y NADA MAS USHUAIA http://wp.me/p2LJK4-SB – USHUAIA, TIERRA DE LAS HADAS http://wp.me/p2LJK4-SD) y me había decidido por el frío y la nieve como escenario de comunión con la vida, Dios y el universo.
Los planes trazaban las líneas hacia noviembre de 2017 pero el destino alcabalero las llevaría hasta febrero de 2018, recién cumplidos mis 55 años de edad. Fue relativamente fácil: Tomada la decisión todo se fue dando como por arte de la magia que espero encontrar en Finlandia.
Rápido fue el viaje a Bogotá y luego en un avión a Madrid, en un anochecer sin tiempo, comienzo a escribir estas líneas. He dormido más de tres horas, desde antes de decolar el avión. Despierto y se me antoja habitar una nave espacial donde cientos de personas están pegados a unas pantallas cual la serie de televisión del siglo pasado Viaje a las Estrellas, pero no analizan nada, no estudian nada, solo repiten lo que hacen en gran parte de su vida: ver televisión y esperar que el tiempo pase para llegar a su destino final. Me estremece esa espera por lo desconocido.
Llego a Madrid a las 6:30 de la mañana en un frío día (menos un grado centígrado), que me llevará a redescubrir la hermosa capital de España: sus avenidas, sus árboles casi todos sin hojas por el invierno, el viento helado y sus mágicas construcciones esplendor de otra época que permanece en el imaginario, simbólico y real de los españoles y en los miles de turistas que lo visitan. Cada espacio tiene su historia, de tiempos idos, que se recuerda con orgullo y se cuenta con entusiasmo. Las construcciones se han modernizado para dar paso a la tecnología y a los nuevos seres que habitan la ciudad pero sin perder su esencia; sus calles son una especie de centro comercial inmenso, lleno de gentes que sonríen y disfrutan su presencia. Restaurantes y hoteles de todos los precios y la mejor calidad, (¡Qué delicia el chocolate espeso cual chocolatina derretida!…). A la vuelta de cada esquina aparece el arte, los teatros abundan al estilo Corrientes en Argentina. Da envidia ver a las gentes hablar por celular, en las calles, sin prevención alguna y los cajeros electrónicos al aire libre, a la vista de todo el mundo, sin el temor al atraco, no en los encierros en que se localizan en nuestras ciudades.
Al contrario de lo que muchos dicen no encuentro discriminación. Tan solo sonrisas y ánimo de colaborar para encontrar uno que otro sitio turístico. Grato encontrar otros parques del río, quizás con mayor inversión pero no tan hermosos como los nuestros. (Ver PARQUES DEL RIO DEL SUEÑO AL ENSUEÑO https://eligiopalacio.com/2016/08/30/parques-del-rio-del-sueno-al-ensueno/)
Madrid, una ciudad 24 horas, segura, amable, cordial; con las gentes caminando y riendo por las calles, como Buenos Aires, como las ciudades Australianas que he visitado… ¿Cuándo nos encerramos en Medellín, en Colombia? ¿Fue el terror o el modo de ser traqueto que desprecia el arte, la cultura y lo antiguo? ¿Cuándo las autoridades recuperaran los centros de las ciudades de Colombia? ¿Cuándo los empresarios remodelarán y habitarán los antiguos edificios que dejaron abandonados?
ANTES DEL FIN
Decía un estupendo profesor de Prospectiva, de cuyo nombre no puedo acordarme, que el desarrollo urbano de Medellín se debe a los ricos que huyen con la llegada de los pobres, a sus predios. Decía, en su orden fueron: El Poblado, Estación Villa, Parque Berrío, Prado, Laureles, Poblado nuevamente y ahora Llano Grande. ¿Cuándo los ricos de Medellín aceptarán el reto de convivir con los pobres y no abandonaran la ciudad a merced de estos? Creo, es hora.
Después de dos días y sus noches intensas abandono Madrid, a las nueve de la mañana del domingo.
Felicitaciones, fuerte abrazo, espero logres disfrutarlo al máximo y que el tiempo sea favorable.
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