EL ALCALDE DE MEDELLÍN
Aníbal Gaviria
EL ALCALDE DE MEDELLÍN
Eligio Palacio Roldán
Con el Alcalde de Medellín me pasa algo curioso, mientras sale muy bien calificado en las encuestas, que miden la popularidad de los mandatarios locales, la percepción entre las personas que consulto, excepto sus inmediatos colaboradores, es negativa, me hablan mal de él; aducen que no tiene méritos para estar donde está políticamente, que los Gaviria viven del recuerdo del hermano asesinado por las Farc (Guillermo Gaviria –mayo 5 de 2003), al estilo de la familia de Galán, que es inepto, que la ciudad le quedó grande y que la violencia se apoderó de ella.
Digamos que la mayoría de las críticas que le hacen al mandatario local son válidas y, sin embargo, me parece que el alcalde está haciendo bien las cosas y es que no hay mucho que hacer cuando la ciudad está tomada por la delincuencia (MEDELLIN ILEGAL http://wp.me/p2LJK4-UU), no hay mucho que hacer, cuando la ciudad es el refugio de miles de desplazados de Antioquia, Córdoba, Sucre, Chocó y el viejo Caldas; no hay mucho que hacer, si desde los tiempos de Pablo Escobar, hace ya más de 30 años, la ciudad ha sido el centro de operaciones del narcotráfico en Colombia; no hay mucho que hacer, si las empresas emblemáticas de la ciudad, generadoras de empleo, han desaparecido, como consecuencia de un mercado mundial sin mayores controles.
La situación de Medellín, no es grave, es gravísima; las bandas delincuenciales tienen el poder en la ciudad, las gentes atemorizadas no denuncian porque sienten que si lo hacen, quienes reciben sus denuncias, los delatan ante los delincuentes; no hay confianza y, la verdad, los agentes de policía tienen que ser cómplices o tontos, como dicen algunos, es el alcalde, para no controlar las fechorías; y para completar, el panorama, el atraco callejero ha llegado a niveles tan altos que el pánico parece ser la constante, entre los ciudadanos.
Y entonces, ¿será que yo soy otro tonto, como dicen algunos amigos, por defender a Gaviria?, puede que sí; pero puede ser, también, que veo una esperanza en la Medellín cultural que vibra y crece en todos los rincones de la ciudad, gracias al apoyo de la alcaldía; que veo una esperanza en los eventos de talla mundial, que generan posibilidades de empleo a hoteleros y empresas de turismo; que veo una esperanza en el apoyo de Empresas Públicas de Medellín a estudiantes de menores recursos; que veo un canal de televisión, Telemedellín, donde al ciudad se mira, se analiza y muestra otras posibilidades de vida más allá del narcotráfico y la delincuencia; que veo a un alcalde comprometido con el futuro de la ciudad, más allá de la cruda realidad que no apremia, un alcalde que trabaja por el largo plazo, que construye para el futuro.
Que el alcalde debiera hacer algo por mejorar la situación de seguridad, claro que sí; pero, cómo derrotar las organizaciones criminales?, ¿con una guerra donde mueran miles de civiles?; el poder no lo tienen las autoridades, se comparte, a la fuerza, con los criminales y entonces la mejor herramienta es educar y la verdad, un acuerdo de paz, con esa delincuencia, para que regresen a la vida civil; claro que, para ello, es necesario primero legalizar el tráfico de drogas ilícitas, fuente de su financiación.
A todas estas, ¿estaremos dispuestos a negociar con las bandas delincuenciales; que dominan a Medellín?, ¿a hacerles concesiones?; no lo creo, ni siquiera somos capaces de hacerlo con una guerrilla disminuida como las Farc. Vendrán muchos años más de convivencia con la delincuencia y de mandatarios locales con poco que hacer al respecto, como ha sido la constante desde la década de los ochenta, del siglo pasado.
ANTES DEL FIN
Hay formas para que las comunidades salgan de la pobreza, sin acudir a la violencia y al narcotráfico, la Cooperativa Lechera de Antioquia, Colanta, es una prueba de ello; basta con visitar el norte antioqueño e investigar un poco sobre la realidad de esta región, hace 40 años.
Que la guerrilla está disminuida? ese el cuento que nos quieren hacer creer, pero se ha fortalecido más con este gobierno.
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Eligio de Jesús. Gracias por tus artículos un espacio de reflexión para quienes tenemos la oportunidad de recibirlos.
Yo ciudadana de Medellín que llevo más de media década conviviendo en esta ciudad donde antaño encontraba valores, vecinos con los cuales se podía compartir y que incluso llegaban a ser parte importante de nuestras familias, donde el espacio público era respetado por los ciudadanos del común y aunque se contaba también con violencia en diversas modalidades, siento que, hoy, la ciudad tiene un panorama totalmente desalentador: basuras en las ciudades, los nichos de drogas alucinógenas, la mendicidad, las paredes y carrocerias de buses totalmente impregnadas de rayones y comentarios de mal gusto, se roban las tapas de las alcantarillas y dejan abierto el peligro para los transeúntes, y, en fin, la «indiferencia» atemorizada de todos nosotros impávidos ante un entorno que, siendo tan cercano preferimos vivirlo en la lejanía y el ostracismo. Todo esto en espera de no ser sorprendidos con ataques o acciones que vulneren nuestro «pacifico estado de tolerancia».
Hoy Medellín tiene más opciones pero menos cultura y aunque las intenciones de ser la más educada es una apuesta aceptable uno si se pregunta:
1.¿A qué educación nos enfrentamos hoy en día, será acaso conocimiento? ¿Qué valores o cultura y quienes enseñan en las aulas? ¿qué hace el estado ante la amenaza de los educadores? ¿Cuáles son las acciones para «Reinsertar» en las aulas a jóvenes y niños que le apuestan a la droga, la prostitución y las diversas modalidades de violencia?. Además, ¿Cómo puede ser atractivo para un joven ver el progreso económico de otros pares que logran un progreso económico sin que tengan que pasar por el camino de la educación o que si lo tienen cuentan con padrinos que les evitan el difícil trayecto que ellos tienen que enfrentar en un mercado laboral -que parece no existir- o donde las oportunidades para hacer empresa se ven torpedeadas por dificultades insalvables como el boleteo, la extorción, las múltiples trabas y exigencias administrativas?
2. ¿No será que la acción social del Estado atrae la migración a la ciudad y crea nuevos nichos – con su cultura y sus valores- que permean a los nativos – pero no a la inversa- y se cambia el sentido de pertenencia y cuidado de lo que nos es cotidiano y propio, por sentimiento y nacimiento, hacia lo que nos es lejano e indiferente?. ¿será que los límites y limitantes regionales son cosa del pasado y ahora estamos en apertura hacia un nuevo Estado multinacional –sin visas ni pasaportes -y esto conlleva nuevas reglas de juego de las cuales aun no disponemos?.
3.¿Será que existen fallas estructurales en la concepción de lo público y lo privado? ¿podria entonces el Space ser el monumento la fractura que algunos llevamos a cuestas?
4.Si el cambio es la constante, ¿hay consciencia de que estamos en este proceso de transformación?¿ reconocemos la oportunidad transformadora del cambio?.
Las acciones públicas abren oportunidades pero no siempre son públicas, las acciones privadas ejercen un poder transformador en lo público que puede o no favorecer lo público. Una oportunidad de crecimiento responsable nace en lo privado con consciencia social siempre que la participación regulatoria y neutralizadora del Estado logre su cometido tanto en lo público como en lo privado, esta teoría tiene base y trayectoria desde Adam Smith.
Cuanta nostalgia nos deja ver tanto progreso externo en obras, en tecnología, en apertura a eventos de trascendencia internacional cuando nuestra esencia cultural de calidez se ve cada vez más ensombrecida por la cultura del avispado o avivato, del «mercado informal y negocio informal» que ya no solo en lo subterráneo sino a la vista pública hacen y deshacen dejándonos atónitos e impotentes ante las diversas modalidades de distorsión y violencia que crean en los lugares donde se ubican y desde donde se esparcen.
5. ¿Quién cree en la Ley?. Existe en una sociedad fragmentada y atemorizada frente a la posibilidad de participación ciudadana en la construcción de “Estado” y convivencia civil. La población vulnerable debe ser parte fundamental de las prioridades del Estado pero desde una acción preventiva, en principio, correctiva, en segundo lugar y sostenible, en tercer lugar. Ahora ¿cuál es la población vulnerable hoy, y qué se entiende por ello?¿cuáles son las acciones correctivas frente al desplazamiento de la población?. La transparencia, eficiencia, eficacia y economía del Estado se encuentra en cuestionamiento, ¿Cuál es la opción que falta implementar para lograr lo que la mayor parte de la población necesita y requiere del Estado?.
Por todo lo anterior, y mucho más, gobernar no es fácil, y menos aun cuando se enfrenta a diversos intereses políticos donde el objetivo común de convivencia pacífica y bienestar para todos está ausente, sobretodo este último.
Desde mi portal y en mi soledad infinita solo puedo mirar la gran pista de información, quizá logre conocer mucho más de lo que ayer me era lícito, permisible y permitido; pero enredado en mis pensamientos solo logro abrir mi mente al presente y vislumbrar un futuro que es necesario ir transformando desde ya con otras mentes – de amplios horizontes y visión solidaria de sociedad-, porque, para vivir en comunidad se debe crear en comunidad y , así, la vida, la educación y el futuro está en las manos de quienes eligen y de quienes gobiernan pero también de quienes no eligimos pero permanecemos y pertenecemos a una ciudad, o un Estado de Derecho y con derechos pero también deberes de comunidad, ¿cómo lograrlo? ¿pueden las organizaciones de orden civil -particular o público-, religioso o cultural ejercer ese liderazgo? Este es, quizá, uno de los grandes retos, lograr un LIDERAZGO que sea veráz, transparente, credible, incluyente y con una etica que congregue el bien común.
Es fácil ver los efectos de la contaminación ambiental e incluso hacer campañas para dar a conocer el inadecuado comportamiento respecto a este y otros temas, pero poco se logra cuando la consciencia no se halla dispuesta a despertar de la indiferencia y el letargo con nosotros mismos, con nuestros congéneres y con la vida. Espero que no sea un tornado, un terremoto o impacto ambiental catastrófico –mayor aun- el que nos abra a la participación y colaboración en beneficio de todos por una mejor sociedad y ambiente. Así que en mi utopia y remembranzas surge la famosa frase de “todos para uno y uno para todos”, ¿con quién, para quien y para qué?.
Ahora con más opciones de conocimiento se necesita más cultura transnacional o hiperestatal. Quizá, la perdida de la educación familiar sea la que estamos viviendo en estos momentos con mayor impacto ambiental nocivo. ¿Puede alguien proponer un sustituto perfecto para una nueva etica de la virtualidad e integración supraespacial con una mejor estructura y ambiente social que redima el actual contexto económico?
Posdata:
Posterior a esta intervención acudí, como no hacía desde mucho tiempo, a la facultad de artes de la Universidad de Antioquia, en el barrio Carlos E Restrepo hoy desprestigiado como centro cultural sano, donde se dictó la catedra «El papel de los agentes públicos y privados en el orden mundial» dictado por el doctor Gustavo López Ospina, Me dejó conmocionada y abrumada. Hoy después de veintitres años como funcionaria del sector público me siento frustrada en mi deber ser con proyección social como profesional; quizá, muchos como yo construimos un mundo para sobrevivir con las comodidades de un trabajo estable y las posibilidades que la remuneración nos da para disfrutar la vida; sin embargo, al final del camino la consciencia reclama un compromiso incumplido con la Patria, con la sociedad y con uno mismo.
A quien le pueda interesar, Hay transmisión por los canales de la U y Zoom de las interesantisimas conferencias de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia, así:
Canal U los viernes a las 9 am
Canal Zoom: Jueves a las 3 pm y viernes a las 7 a m
Tambien se puede acceder a la ponencia en la página http://www.economicas.udea.edu.co
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Eligio, siempre mi respeto y admiración por tus opiniones. Pero esta vez tendré que decirte que no comparto tus declaraciones sobre el Alcalde. Nadie discute el aporte en cultura, muy válido siempre, pero es de los más pésimos mandatarios que hemos tenido. Su incapacidad es inmensa, su inoperanca es altísima. Su alcaldía y su posición política, sin lugar a dudas se le debe a la trágica muerte de su hermano. Su desfachatez para hacer lobby no tiene límites y una ciudad no vive de lobby, ni de premios comprados, ni de distinciones, ni de elogios de quienes no nos conocen, y de quienes no corren a diario esta urbe. Medellín nunca, en mis 31 años ha tenido paz, nunca porque hemos sido violentados en todas las formas, y eso es vergonzante. Pero ciertos momentos nos han generado un poco de tranquilidad y hasta nos han permitido desarrollar nuestras actividades. Desde 2012 padecemos de inseguridad, corrupción, dedocracia, burocracia, malgasto, despropósitos gubernamentales, infiltraciones.Medellín y sus vicealcaldías son lo peor que le ha ocurrido a una ciudad que no es para nada equitativa y justa en sus proporciones. No lo digo yo, lo dicen sus funcionarios, los mismos que son atropellados desde su paso por la Gobdrnación.
Medellín no podrá vivir de premios efímeros y rebuscados, Medellín tiene que vivir de la realidad que muchos no conoces. Sé que vos la andás, la conocés y no podés pretender que nos comamos el cuento de sus obras Cinturón Verde, Uvas, El parque del Río, Puente Madre Laura, Tranvía, y demás, cuando la inseguridad se campea virtuosa por las calles de Medellín. No podemos pretender que la ciudad está tranquila cuando la fuerza pública de esta ciudad es de las más corruptas de Colombia, lo digo por conocimiento de causa. Soy periodista y cargo argumentos para decir que Medellín no es el hogar para la vida que el sueña y del que no sale porque la burbuja en la que vive no se lo permite.
Y la Medellín cultural de la que hablás no la inventó él, él vino a seguir un proceso de dos o tres administraciones. Aquí se vive la cultura desde hace unos diez u once años, no la inventó él. NO puedo permitir que hablés de esperanza, cuando tampoco no la trajo él, no puedo creer que vos alabés a una persona que no conoce, ni reconoce los espacios de sus conciudadanos. Aníbal Gaviria no sale de su urna, y cuando sale lo hace rumbo al aeropuerto, a sus fincas, su isla o demás.
El pacto del fusil tiene a Medellín cercada por las bacrim, por la delincuencia común, por las milicias urbanas de la guerrilla, por el microtráfico, por la indigencia, por la explotación sexual, por el fleteo. Medellín es un caos en movilidad, es inculta en las horas pico, es corrupta en sus funcionarios y servidores públicos.
No más engaños a Medellín, esta ciudad no vive de traer a Madonna, Beyonce o The Rolling Stones. Esta ciudad no vive en un 100% de hacer foros, festivales, cumbres, premios y demás. Esta ciudad vive sí hay equidad e inclusión.
Ojalá me brindarás el espacio en tu medio, para poner a consideración las dos perspectivas del alcalde de Medellín.
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Hola Eligio, tus comentarios sobre el Alcalde de Medellín, me dejan sin esperanzas. Es un elogio a la mediocridad de aquel que prefiere estar indiferente para no complicarse la vida. Qué pena pero esta posición no está bien para un funcionario público con semejante responsabilidad. Asegurar que no hay nada que hacer con la situación de seguridad de Medellín es tomar posición mediocre y falta de carácter. como ya lo ha demostrado el personaje en cuestión. Es como sentarse a ver el caos de un desorden sistemático y no empezar por algún punto, cuando empezamos a trabajar no importando que tanto hay qué hacer, tarde que temprano terminamos la tarea. Es mentalidad de perezoso, de irresponsable e indolente, decir que, No hay nada que hacer, cuando están en juego nuestras vidas y la tranquilidad de quienes convivimos en esta ciudad. Hay mucho y muy bueno por hacer, lo que faltan son intenciones y mucho carácter.
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