SI A LA CONSTITUYENTE
Eligio Palacio Roldán
No hay que temer, hay que abrir la mente a concepciones y formas distintas de estar, en esta Colombia que nos toco como patria.
Durante los últimos 50 años los colombianos hemos “conocido” unas guerrillas violentas, victimarias, desalmadas. ¿Qué de realidad hay en esta visión de los principales grupos subversivos del país: FARC,ELN, EPL?. Difícil saberlo, cuando la información nos ha llegado siempre en una sola vía: la verdad oficial, retransmitida por los medios de comunicación nacionales, sometidos casi siempre a quienes ostenten el poder político y/o económico del momento. Difícil saberlo, cuando ellas mismas se han encargado de mostrar las imágenes más humillantes, que conozcamos, con el secuestro de cientos de colombianos.
Define el psicoanálisis Lacaniano que “un proceso de pensamiento del orden simbólico involucra siempre, una base o soporte en lo real y una representación en el registro de lo imaginario.
Lo real es todo aquello que tiene una presencia y existencia propias y es no-representable. No es la realidad; ella, más bien pertenece al orden del lenguaje, simbólicamente estructurado.
Lo real aparece en la esfera de la sexualidad, de la muerte, del horror y del delirio. Lo real es lo que no podemos pensar, imaginar o representar, es decir, lo inconceptualizable, lo que no se puede poner en la palabra o en el lenguaje.
Lo imaginario, o dimensión no-lingüística de la psique, se funda -tal cual su nombre lo indica- en el pensar con imágenes; pensamiento que -según Freud- es el tipo de pensamiento más primario.
Lacan señala a lo imaginario como la “dimensión del engaño”, podemos pensar en los ejemplos del espejo que él mismo ofrece. Las imágenes visuales son de tanta importancia en este registro, que podemos tomar como modelo a las reflexividades e ilusiones ópticas, que nos entrampan, y provocan nuestra fascinación.
Lo simbólico es el registro psíquico propio de lo humano, ya que se funda gracias al lenguaje y la instancia del Gran Otro, o bien, el Nombre del Padre.”
¿Tendrán las FARC una realidad diferente a la que “conocemos”? ¿Qué de imaginario y de simbólico podría modificarse en nuestra percepción si conociéramos imagines diferentes de la guerrilla? No lo sabemos y no lo sabremos nunca si no les damos una oportunidad de hacerlo. Esa oportunidad es una constituyente.
En una constituyente las FARC tendrían que demostrar que estamos equivocados, que no son tan malvadas como creemos, que tienen algo bueno que ofrecernos. Tendrían el reto de cambiar la realidad que hemos tenido hasta ahora, tendrían que modificar lo imaginario y lo simbólico de nuestra relación con ellas. Entonces: ¿A qué temerle? ¿Quizás a que la realidad de las FARC sea diferente a la que nos han vendido la dirigencia nacional, los medios de comunicación y ellas mismas durante tantos años? ¿A que nuestra “realidad” sea minoría? ¿A que estuviésemos equivocados por tantos años?
No hay que temer, hay que abrir la mente a concepciones y formas distintas de estar, en esta Colombia, que nos toco como patria.
ANTES DEL FIN
A comienzos de este siglo recibí una amenaza de un sacerdote católico para que cerrara un noticiero semanal, en un pequeño pueblo, de Antioquia. La “realidad” que se mostraba en ese medio de comunicación afectaba la “realidad” que el alcalde y el cura imponían a los pobladores. ¿Cómo creer, entonces, que la “realidad” que nos muestran los medios de comunicación nacionales, no sea la oficial?
Interesante tu análisis desde el punto de vista del psicoanálisis lacaniano, sin embargo, creo que no son infundados los tempores del gobierno para una Constituyente, pues se sabe como empieza y nunca como termina. Eso es como una caja de Pandora. Recuerda que los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente, tal como pasó en 1991, una vez suspendido el Congreso en sus funciones, quedan autoinvestidos del poder legislativo y con el poder para dereogar la constitución vigente y promulgar una nueva. Creo, con todo y los defectos y vacíos, así como remuendos que tiene la actual Constitución Colombiama, que ofrece amplias instancias de partipacaicón para que grupos como las Farc y el ELN, una vez firmada la paz, entren a participar del proceso de creaicón de nun nuevo estado o incluso modelo de desarrollo para el país.
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no sè hombre Eligio. A veces trato de pensar generosamente como lo planteas, y termino hacièndome de lado de la ultraderecha…sinembargo no cierro del todo las puertas a termnar pensando como Usted.
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excelente artículo don Eligio. no pudo ser mejor el análisis dado a la visión de la insurgencia. es que no podemos construir patria, con base en la imposición del uno sobre el otro. aquí se equivocan los q piensan q la insurrección quiere puestos y burocracia. Apoyo a ultranza el proceso de paz pero con verdaderos mecanismos de participación en la que la insurgencia plantee desde un ámbito democrático, la ideología de cambio y que se proyecte mediante una asamblea constituyente en donde se aprecien los pesos y contrapesos ideológicos, pluralistas q representen la nación. no de otra manera se puede consentir una negociación. lo otro seria un saludo a la bandera con desayuno en palacio. tal como lo plantea el gobierno es una anexión al establecimiento al cual pienso la guerrilla no estaría de acuerdo , y que si de darse eso, en pocos años tendremos una nueva guerrilla con otros actores…
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CONSTITUYENTE NO!!!! Precisamente por quienes la plantean. Que constituyente que nos convenga a os colombianos puede salir de las manos de las FARC? Por sus frutos los conocereis y ya conocemos sus frutos, la mayoría de los colombianos los hemos sufrido en carne propia. No a una Constituyente hecha a la medida de las FARC no en estas circunstancias actuales, donde eso se llegue a dar, Venezuela nos va a quedar chiquita..!!!
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