LAS RAZONES DE LA SIN RAZÓN DE PETRO
Eligio Palacio Roldán
Petro ha sido excelente a la hora de diagnosticar los problemas que vive Colombia, a la hora de criticarlos, pero absolutamente inepto para afrontarlos
Cada vez que el presidente Petro o alguno de sus seguidores plantea la posibilidad de una constituyente, el establecimiento o los colombianos que vemos en el horizonte un declive del bienestar de la sociedad, al estilo Cuba o Venezuela, entramos en pánico.
No es un pánico infundado, es solo haberse sintonizado con algún ciudadano de los países hermanos para entrar en pánico: pobreza, atraso, hambre y limitación de las libertades individuales, son las características de un sistema político y económico mandado a recoger, un sistema sin razón de ser y que parece ser el horizonte del presidente.
Uno no debiera preocuparse porque cualquier persona, con sentido común, no quisiera vivir la pesadilla de las dictaduras; sin embargo, ese sentido común falla cuando se escuchan las razones de Petro, razones valederas porque en la clase política colombiana se han enquistado unas conductas que dejan mucho que desear. Aquí algunas de ellas:
El clientelismo y la corrupción son los ejes sobre los que se construye nuestra democracia. Basta ver la financiación de las campañas políticas y las deudas que contraen los elegidos con sus electores, el carrusel de dádivas que implica cada contrato, cada obra, el enriquecimiento de nuestros “padres de la patria”, el tráfico de influencias, la burocracia que se enquista en las instituciones del estado y las vuelve paquidérmicas, la corrupción de los alcaldes en pueblos y ciudades.
La élite política atrasada que se ha mantenido en el poder, los privilegios para unos pocos, la dificultad para el acceso a oportunidades en la formación académica y en el área laboral de los ciudadanos del común.
La dependencia económica de industrias extractivas al estilo de las economías tercermundistas y del narcotráfico y lo poco que se ha hecho por desarrollar otras posibilidades como la agroindustria, entre otras cosas, por los problemas de seguridad.
La ineficiencia de las entidades del estado que va muy de la mano con el manejo de la burocracia y el “estatus” del empleado público.
Puede ver:
“VOS SABÉS COMO ES LO PÚBLICO” https://eligiopalacio.com/2025/09/04/vos-sabes-como-es-lo-publico/
CARTA DE UN ALCALDE CORRUPTO https://eligiopalacio.com/2017/11/16/carta-de-un-alcalde-corrupto/
Las razones de Petro son las mismas de todos los colombianos, exhibidas cada día en los medios de comunicación, en las calles, en campos y ciudades de Colombia ante los ojos de ciudadanos apáticos o cómplices a cambio de una ayuda, de un trabajo o de un chantaje ante el político de turno.
De las razones de Petro todos somos de alguna manera cómplices, y más él que tuvo cuatro años para tratar de hacer algo para cambiar esa cultura corrupta que nos asfixia y no hizo nada aparte de alcahuetearla o propiciarla para lograr sus propósitos.
Petro ha sido excelente a la hora de diagnosticar los problemas que vive Colombia, a la hora de criticarlos, pero absolutamente inepto para afrontarlos. Pareciera, que le interesa que estos problemas se agraven, a la manera de Cuba y Venezuela.
Que Petro y su gobierno hayan sido malos para el país no quiere decir que sus contrincantes no lo sean, como bien lo ha demostrado el presidente; es hora de que surjan nuevos liderazgos y tomen las riendas del país, de lo contrario no habrá futuro posible. Una utopía pensar que nuestra clase política reflexione y cambie; entre otras cosas, porque los ciudadanos los prefieren así, corruptos, ineficientes, a cambio de migajas.
El peligro para las próximas elecciones es que se siga creyendo que, porque la izquierda sabe diagnosticar, sepa gobernar.
ANTES DEL FIN
Casi seis meses después de pensionarme, sigo sin entender cómo los empleados renuncian al privilegio de una jubilación, privilegio de pocos. Una delicia.
Increíble regresar a vivir a un pueblo, a Entrerríos. Un pueblo feliz… hasta ahora.
¿Cómo hacerle entender a la humanidad de que la vida es corta, demasiado corta, para desperdiciarla en disgustos inútiles y en ambiciones desmedidas?
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