CRÓNICAS DE UN JUBILADO – EL PRIMER ADIOS

CRÓNICAS DE UN JUBILADOEL PRIMER ADIOS

Eligio Palacio Roldán

Uno se despide, insensiblemente, de pequeñas cosas

Mercedes Sosa

Desde que tuve conciencia de que existía la posibilidad de jubilarme decidí que lo haría tan pronto cumpliera la edad, 62 años. Eso sucedió en febrero pasado y ya se consolida ese propósito este fin de mes cuando daré punto final a mi vida como empleado, para siempre.

Será el adiós definitivo y aunque, a diario, “uno se despide, insensiblemente, de pequeñas cosas» como dice la canción magistralmente interpretada por Mercedes Sosa, ya hubo un primer adiós cuando por razones ajenas a mi voluntad tuve que dejar la jefatura de la División de Fiscalización Extensiva, de la Dian en Medellín. Esa despedida, generó la separación de gente increíble que me acompañó por muchos años, entre ellos Claudia Sánchez, que lo hizo por más de 16, y de varias personas más que quiero muchísimo y llevaré en el corazón y en la memoria, mientras esta esté de mi lado, y sirvió como una afortunada transición hacia una nueva vida.

Ese primer adiós lo era también para un espacio que me contuvo por 34 años y al que nunca esperé volver como lo tendré que hacer en los próximos cuatro días restantes de mi vida laboral, quizás para enfrentar fantasmas no resueltos. Ese hecho me hizo creer que no sentiría nostalgia por la sede de la entidad en Envigado donde laboré los últimos ocho meses, en la Administración de Aduanas de Medellín, pero no fue así.

Al dejar atrás la sede de El Colombiano se presentó el momento mágico de comprender que no había marcha atrás, que el próximo destino estaba trazado y que la vida de empleado público llegaba a su fin, para siempre, dejando atrás, desde luego, una hospitalidad y a unas gentes con las que faltó tiempo para estar, para compartir, y sobre cuya ausencia también habrá nostalgia y gratitud inmensa.

Ese comprender que la estancia entre las paredes míticas de “El diario leer de los antioqueños” llegaba a su fin y lo que eso significaba generó la conmoción propia de los finales en una mezcla de nostalgia, ausencia y alegría.

Esta es la semana uno, la del ansiado final.

Un comentario sobre “CRÓNICAS DE UN JUBILADO – EL PRIMER ADIOS

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  1. la sensación de ser Afortunado

    dejar de ser Jefe/maestro

    dejar gente que no merecen ni un pensamiento

    Personas que te llenaron de Felicidad

    Ruido,bullicio, a una etapa de tranquilidad

    dejar de pensar tanto en la gente a pasar a pensar en Vos

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