ENFERMEDAD, MUERTE, TRADICIÓN Y CULTURA

ENFERMEDAD, MUERTE, TRADICIÓN Y CULTURA

Eligio Palacio Roldán

Soy un defensor de las tradiciones como parte de la cultura y de la cultura como tal, ambas forman parte de la identidad de los pueblos y un pueblo con identidad construye nación; sin embargo, no todas son buenas, algunas hacen mucho daño. Entre ellas, las relacionadas con los comportamientos frente a la enfermedad y la muerte.

Nuestra tradición pareciera indicar que hay que saber que enfermedades sufren nuestros semejantes, que tratamientos les indica el médico y así como en el caso de la justicia, en la que todos somos jueces, en la enfermedad todos somos médicos, la indiscreción viola inmisericordemente la intimidad de enfermos y sus familias, “tratando de ayudar” cuando en realidad es mucho el daño que se causa por satisfacer el morbo y el regodeo, pero es que “hay que visitar a los enfermos”, “saber cómo están”  así ni ellos ni sus familias estén en disposición de contestar los interrogantes.

Lo mismo que con la enfermedad, sucede con la muerte, aún las familias no han aceptado la partida de un ser querido cuando decenas de “amigos” interrumpen la escena familiar para esclarecer como sucedieron los hechos y consolar a los deudos mientras hacen todo tipo de pesquisas para determinar “vida, obra y milagros” del difunto y de sus allegados y sobre todo para especular sobre la repartición de la herencia.

Puede leer: REGODEO Y ENVIDIA https://eligiopalacio.com/2023/06/29/regodeo-y-envidia/

Entre las tradiciones que rodean la enfermedad y la muerte se ha evolucionado en cuanto a la velación, ya casi inexistente, mas no mucho en las ceremonias fúnebres y en las posteriores “novenas”, menor progreso se observa en el periodo de enfermedad donde todos se creen con derechos sobre el enfermo y son comunes escenas de rabia por decisiones del enfermo y/o sus familias como la prohibición de visitas o la negativa a revelar detalles sobre el estado de salud, además, de los comentarios inapropiados sobre las causas de sufrimiento y muerte de conocidos que “les dio lo mismo”.

Realmente en nuestra cultura hay mucho más de regodeo que de solidaridad con quienes enfrentan procesos de enfermedad y muerte, bueno, en general frente a cualquier situación desafortunada del otro.

Las situaciones donde se es más honesto entre lo que se siente, se piensa y se hace frente a la desgracia del otro son en las que se hace expreso el sectarismo como la religión, la política o las confrontaciones deportivas, aunque en ellas también se presenta el regodeo frente al fracaso del compañero de lucha en una especie de “fuego amigo”.

ANTES DEL FIN

Muy grave la situación del país con los acontecimientos de esta semana. Nos devolvimos casi treinta años en la historia para volver a los tiempos de Samper, no aprendimos, claro no nos interesa aprender, somos un pueblo permeado por la corrupción.

El gobierno Petro cumple su primer año en medio de una tormenta inimaginable dadas las críticas históricas de los movimientos de izquierda a los gobiernos de derecha, todo parece indicar que, en materia de corrupción todos somos iguales, sin distinción de raza, sexo y condición social o económica.

Desde agosto “se siente que viene diciembre”.