ADIOS A LA MAGIA DE LA RADIO

ADIOS A LA MAGIA DE LA RADIO

Eligio Palacio Roldán

Decía una gran mujer que fue mi jefe, Diana Lorena Ríos, que yo estaba viejito dada mi afición por la radio, muy por encima de la televisión y otros medios audiovisuales. Tenía razón, obviamente, ya soy un hombre mayor, que tuvo el privilegio de soñar a través de las historias y las voces de los hombres de la radio colombiana, de los años setenta y ochenta, de vivir las radionovelas y la transformación de la radio informativa con el liderazgo, en Caracol, de Yamid Amat, Antonio Pardo García, Julio Nieto Bernal, Alfonso Castellanos y Juan Gossaín, entre otros.

Fui de los niños que vivió las aventuras de Kalimán, Arandú, Muribá la Ciudad Perdida, Juan Centella, el Código del Terror, entre otras. Vi nacer 6AM-9AM, La Luciérnaga y disfruté de La Polémica, Una Voz el Camino y del hombre de las mil voces, Hebert Castro. He seguido y disfrutado de la magia de la radio. Ahora, mientras me informo, escribo, leo, y pienso a la vez que me deleito con algunas de las hermosas voces de la radio, muchas de ellas venidas a menos por una “radio más moderna” y obviamente más rentable.

Esa magia de la radio que fuera el encanto para generaciones enteras va siendo cosa del pasado. En el 2016, Valorem, dueña de Caracol Televisión, lanzó al aire la emisora La Kalle, continuando con su estrategia de volver a la radio que había iniciado con la exitosa Blu Radio en 2012, después de ceder, a comienzos de siglo, su participación en Caracol Radio al Grupo Prisa de España,

Con La Kalle, la radio colombiana llegaría a través del canal alterno de Caracol Televisión a las nuevas generaciones, más visuales que auditivas, asegurando audiencia en el futuro no solo de los viejitos como diría mi exjefa.

La migración de la radio hacia la multimedia es irreversible a tal punto que, ahora, Caracol Radio retransmite sus contenidos en la red nacional de televisión del Canal 1 y aunque en los primeros días no se ha visto una respuesta afortunada en el rating, el conglomerado Prisa Media tiene todas las de ganar a mediano plazo.

Con el TDT Caracol Radio ahora llega a sitios donde es imposible la recepción de la señal de la cadena y de su competencia, a la par que aprovecha, como lo hiciera estos últimos doce años Blu Radio, la marca Caracol que hace parte de la impronta de los colombianos. En Medellín, por ejemplo, los oyentes de Blu creen que están sintonizando una emisora de Caracol, ahora el turno es para los del Canal 1, no en vano, en redes sociales ya se especula sobre la inclusión en televisión del mítico saludo “De año nuevo y navidad, caracol por sus oyentes formula votos fervientes de paz y prosperidad”.

Puede leer: BLU – CARACOL AZUL https://eligiopalacio.com/2016/05/26/blu-caracol-azul/

Con la llegada de la radio a la televisión no solo se pierde la magia de la radio si no el glamur y la belleza de la pantalla chica, para hacer televisión había que tener buen registro, la mayoría de las veces y, ahora, haciendo radio en televisión, asistimos a la desmitificación de las voces que nos hacían soñar. Enfrentarse a la desnudez del medio, a la pobreza de la escenografía y a la falta de imperfección de sus protagonistas resulta desalentador.

De triunfar la radio como competencia para los canales de televisión, en los próximos años, este medio se desdibujará y la producción televisiva bajará de calidad.

ANTES DEL FIN

Colombia siempre ha tenido crisis políticas, pero la de ahora no tiene precedentes, tampoco los presagios sobre el futuro de nuestro país.

¿Cuándo la clase política entenderá que hay una patria, una Colombia, más allá de sus intereses personales?.

Poco a poco se abre paso la eutanasia en nuestra cultura.