NEGLIGENCIA – EL POR QUÉ DE MI RETIRO DE COOAGROPECUARIA

NEGLIGENCIA – EL POR QUÉ DE MI RETIRO DE COOAGROPECUARIA

Eligio Palacio Roldán

“Cada hombre es una humanidad, una historia universal”

Jules Michelet

Esta es la segunda vez que escribo sobre la negligencia en el presente año y es que ésta parece apoderarse, cual maleza en invierno, de oficinas públicas y privadas a lo largo y ancho del país, quizás del mundo. La negligencia se define como “descuido, falta de cuidado” y esta historia particular, muy local, es un reflejo de una conducta reprochable.

Puede leer: SERVIDOR PÚBLICO Y NEGLIGENCIA https://eligiopalacio.com/2022/07/14/servidor-publico-y-negligencia/

Esta es la historia:

Uno de los mejores aprendizajes que me dejó mi madre es que hay que respetar lo que pertenece al otro y por ello para mí las deudas son sagradas, tanto lo que debo como lo que me deben. No admito que nadie se quede abusivamente con el dinero de otro.

En ese orden de ideas no me gusta deber y mis únicas deudas son por proyectos costosos como adquisición de vivienda, entre otros; de resto, cuando recibo algún ingreso salarial o de mis actividades privadas, literalmente, corro a pagar mis obligaciones. Por organización, todo lo que compro en semana lo cancelo los sábados; pues bien, ese día adelanto un Curso sobre Metaverso con El Club de la Prensa y la Universidad Pontificia Bolivariana que me impide ir personalmente a realizar mis trámites; por ello, desde las primeras horas de la mañana trato de comunicarme con quien tengo saldos pendientes.

En el área de Tesorería de Cooagropecuaria, una cooperativa del sector agrario de Entrerríos, municipio a 60 km al norte de Medellín, normalmente no contestan al teléfono y por ello tengo que acudir a empleados de otras áreas para que me hagan el favor de comunicarme con ellos para generar los documentos necesarios para cancelar las facturas de la semana. Pagar es todo un karma (¿cómo será la recuperación de cartera en la entidad?). Algún día, desesperado le marqué al teléfono al gerente, que tampoco contesta, para quejarme y ¡Oh sorpresa! me responde la persona que nunca lo hace al teléfono en la tesorería. En fin, nunca pude poner la queja; ni siquiera con mi retiro porque tampoco quiso contestar mis llamadas.

Hace unas semanas, después de mucho esfuerzo como era habitual por la negligencia de las empleadas me puse al día y pedí el favor me dejaran copia de los comprobantes en uno de sus establecimientos de comercio, para poder reclamarlos en la tarde; cuando fui me dijeron que allá no había ningún documento para mí, ni de esa semana ni de la anterior, un tanto enfadado solicité preguntaran en las oficinas, ya sin atención al público. Una de las empleadas se dispuso a ayudarme y al poco tiempo llegó con la cara desencajada (me imagino el regaño) para afirmar que estaban muy ocupados para entregarme los documentos, documentos que hasta el día de hoy no he recibido.

Desilusionado y ofendido con el descuido, falta de cuidado, negligencia, de las empleadas de tesorería de Cooagropecuaria y de su gerente que ignoran, a pesar de la formación cooperativa que deben haber recibido por cuenta del dinero de los asociados, que estos asociados no son unos clientes comunes y corrientes sino quienes les prodigan la posibilidad de un trabajo digno, me retiré como asociado. Paradójicamente, ahí si demostraron ser diligentes para entregarme los aportes.

ANTES DEL FIN

¿En qué momento a algunas cooperativas se les olvidó que es una cooperativa?

¿Por qué en algunas cooperativas tienen empleados que no tienen ni idea de lo que es el cooperativismo?

Complicada la situación económica del mundo; muy complicada la de Colombia. Es un deber de todos, una obligación, conservar la calma y pensar con cabeza fría en una salida de la encrucijada.

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SERVIDOR PÚBLICO Y NEGLIGENCIA

SERVIDOR PÚBLICO Y NEGLIGENCIA

Eligio Palacio Roldán

El lunes pasado solicité autorización para ausentarme del trabajo para reclamar mi nueva cédula digital, llegué a las 15:55 y la funcionaria encargada me informó que ya no podía atenderme por cuanto el horario era hasta las 16:00 horas. Al increparla, me indica que no era posible realizar el trámite por cuanto este tardaba algunos minutos y se pasaba de su horario habitual, le indiqué que mientras se negaba a mi solicitud había transcurrido el tiempo necesario para atenderme; de mala gana lo hizo y en cuatro minutos ya tenía en mi poder el documento; obviamente no quería prestarme el servicio por salir corriendo una vez el reloj marcara el fin de su jornada. Es decir, ni un minuto de su tiempo para el trabajo, para el ciudadano, a pesar de ser una “servidora pública”.

Indignado quedé por la negligencia de la funcionaria y entonces recordé un evento aún peor: a finales del siglo pasado hacía fila en Valorización Departamental, fila que no fluía a pesar del paso del tiempo. Desesperado me acerqué al funcionario que “prestaba el servicio” y descubrí que estaba viendo pornografía en su computador. En más de veinte años pocas cosas han cambiado, en algunas instituciones gubernamentales, en una clara demostración de que no hay conciencia de lo que significa ser “Servidor Público”.  

El lenguaje fue creado por los humanos para tratar de comunicarse y entenderse; por ello, siempre es importante conocer las acepciones de las palabras; la Real Academia de la Lengua Española define Servidor como “Persona que sirve como criado”, Público “Accesible a todos”. Es decir, un Servidor Público es un sirviente, un criado, de todos los integrantes de una sociedad, sin excepción alguna.

La RAE, también, define Negligencia como “descuido, falta de cuidado”. Entonces, la negligencia no puede corresponder al actuar de un servidor público; es una contradicción entre el ser y el hacer y debería ser una clara inhabilidad. Es decir, alguien que sea negligente como servidor público debiera ser destituido de su cargo.

No se entiende cómo algunos “servidores públicos” no dimensionan que están al servicio de la sociedad y en vez de servirle buscan que les rindan pleitesía y de alguna manera se sienten dueños de un poder y de un dominio sobre la vida de los demás, que no tienen. Ser servidor público implica una aptitud para serlo y más que ello una actitud, un deseo de servir y de atender los requerimientos de la sociedad a la que se le sirve, como un criado fiel y diligente.

A las entidades gubernamentales les falta control sobre sus funcionarios y sobre su vocación de servicio

ANTES DEL FIN

La oposición por la oposición, cerrada, sin análisis serio, con fines electoreros, casi siempre de sectores de izquierda, hizo mucho daño, más que a Duque, al país durante los últimos cuatro años. La derecha no puede hacer lo mismo al gobierno Petro: esperen un poquito, déjenlo trabajar y si las cosas no resultan critiquen, pero esa idea de que todo lo que propone es malo hace mucho daño. También hace mucho daño entregársele y decir que son petristas sectores con ideologías supuestamente contrarias, como los hermanos godos que han estado en el gobierno desde que me conozco con excepción del de Virgilio Barco. “Ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbra”.

Grave la ola invernal que sacude al país, pueblos y ciudades a punto del aislamiento y ninguna reacción de autoridades locales y nacionales. Llevamos tres años de lluvias.

“El tiempo pasa y se nos va la vida”. Pronto llegarán, otra vez, los vientos de Navidad.

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