CUMPLÍ 60 AÑOS
Eligio Palacio Roldán
60 años he cumplido de habitar la tierra, 60 años de lucha de la que me siento victorioso. Es el momento de agradecer a la vida, al destino o quizás a Dios por la limitación visual que me regaló, limitación visual que generó torpeza motriz y espacial, que marcó mi existencia y generó posibilidades de explorar mundos, quizás, con una subjetividad mayor que la de las gentes del común, una “visión” muy particular del mundo y de los seres que lo habitan.
Gracias al ser que me engendró y me apartó de la vida campesina por no cumplir con sus expectativas, a mi mamá de quien recibí la idea inconsciente de que estudiando me ganaría su amor, a mis hermanas por su compasión, cariño y apoyo afectivo y económico para hacerme un ser útil, a Haydé por su infinito amor y cuota de sacrificio.
Gracias a los autores que han llegado a mis manos, en especial a Italo Calvino, a cientos de músicos y cantantes que se sintonizaron con mi ser. A la radio que ha sido mi compañía en inmensos tiempos de soledad, desde la primera infancia.
No fue fácil salir adelante con mis limitaciones, pero un espíritu férreo, construido desde muy adentro, como oposición a la autoridad del Padre y a la opinión de una pequeña sociedad anclada en la ignorancia, me hizo muy fuerte para afrontar el dolor y las pequeñas grandes frustraciones, en el día a día, del devenir de la existencia.
Es tiempo de agradecer a todos mis profesores de 52 años de academia, desde los que me apoyaron y aplaudieron hasta los que engancharon sus propios traumas con los míos. Todo ha sido un proceso de crecimiento. A Juan Fernando Pérez que desde el psicoanálisis ha hecho esfuerzos por romper estructuras dañinas para mi paso por este mundo y, obvio, a mis compañeros de la Dian que permitieron mi crecimiento en más de treinta años de vida en común.
Hoy tengo un trabajo donde he sido exitoso, una profesión que me brindó una forma de vivir decente, la Ingeniería Industrial, y otra que amo desde las entrañas, el periodismo, en él he crecido de la mano de íconos como el maestro Orlando Cadavid Correa (Q.E.P.D) y mis amigos de El Club de la Prensa.
Hoy, en un viaje que ni en mi imaginación calenturienta, una de las fortalezas de mi ser, había siquiera soñado, en la Antártida, no queda si no decir «Gracias a la vida que me ha dado tanto» y como parte de ella a mis limitaciones y traumas que me llevaron a donde estoy hoy, en un trabajo exitoso como funcionario público, un hombre de campo del siglo XXI, y con muchas cosas por decir en www.eligiopalacio.com y en las redes sociales, con mis palabras, mi voz, mis imágenes y miles de “instantes” de nuestro paso por el planeta que van quedando atrapados en una frágil memoria y en los equipos electrónicos del siglo XXI.
“Uno se despide insensiblemente de pequeñas cosas…” y pues con sensibilidad o sin ella, comienzo la etapa del declive, la compleja etapa de la vejez, con la seguridad que aún me acompaña el espíritu del guerrero para afrontar y disfrutar los aconteceres por venir.
Gracias también a todos mis compañeros de viaje, mis hermanos, a los que se acercaron a mi vida, a los que permitieron que me les acercara y a los que no. Todos contribuyen, desde sus miradas, a mi trasegar por la tierra.
¡GANÉ!
ANTES DEL FIN
Una gran experiencia celebrar mi cumpleaños número 60 en medio de paisajes y seres extraños, extraños por idioma, cultura, nacionalidad, posición social y económica, entre otros. Fue, a través de ellos, una verdadera comunicación con el universo, la sensación de que la hermandad existe y que, en el fondo, somos uno solo.
Muchas gracias a los que, desde la distancia, unieron su espíritu con el mío en una fecha tan especial como el cumpleaños número 60. Desde el infinito, pero muy adentro de mi corazón, mi mamá.
ELIGIO PALACIO – 10 AÑOS 
Y ya, a esta altura del partido, a esa edad, quiero decir, es bueno contar la historia: en Eligio siempre advertí a un «campesino» que resistió a ello para formarse académicamente y servir desde lo público…pero «el campesino» dormido le reclamó, la vida le dio tierra, y él lo entendió. Parte de la satisfaccón y realización que tanto cacaraquea en esta columna, pasa por ese estado de «campesino» que además le luce mucho. Ser del campo, ejercer esa profesión es muy noble, y Eligio le dá más altura.
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Y ya, a esta altura del partido, a esa edad, quiero decir, es bueno contar la historia: en Eligio siempre advertí a un «campesino» que resistió a ello para formarse académicamente y servir desde lo público…pero «el campesino» dormido le reclamó, la vida le dio tierra, y él lo entendió. Parte de la satisfacción y realización que tanto cacaraquea en esta columna, pasa por ese estado de «campesino» que además le luce mucho. Ser del campo, ejercer esa profesión es muy noble, y Eligio le dá más altura.
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Primo: feliz cumpleaños, El Señor todo poderoso lo continúe bendiciendo y muy bueno que se dé tanto gusto. La vida gray que sacarle provecho y usted se la lo ha sabido sacar, a pesar que usted creyó tener limitaciones, la mayor limitación, es la pereza, no soñar y quedarse esperando que todo caiga de arriba. Felicitaciones primo, todo lo que usted es hoy, lo trabajó, lo sudó y es suyo, gócelo , exprima esta vida al máximo.
Muchas bendiciones, Dios lo guarde.
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Eligio, excelente columna. La leí toda y me llené de muchas inquietudes porque al escucharlo abrir su corazón, su vida, miedos, tristesas, alegrías, retos, progresos y más y más cosas que no sabía que pudieran haber pasado en su vida, me llenan de gran inquietud y querer profundizar más en su vida y larga trayectoria tan interesante, tan sabia, tan humilde, tan emprendedora, y más porque me quedo sin palabras para expresar tan bien como tú lo haces y lo sabes hacer, en forma tan poética, elocuente y directa como siempre has sido y de admirar.
Eres esa persona que cuando te conocí en la Dian como compañero te respete y me agradaba lo que hacías dando información de todo lo que pasaje diariamente como locutor; pero cuando te tuve como jefe, conocí y viví muchas experiencias contigo: laborales, como lider, compañero y sobre todo personales, me di cuenta real y totalmente la gran persona que eres, es más el gran amigo que puedes ser , el gran corazón que tienes y todo esto debido y espero
no equivicarme, a todo lo que en estos 60 años te ha tocado vivir y experimentar, desde las vivencias de infancia, con toda tu famila en el hogar, tus hermanos, familiares, amigos, conicidos en fin un mundo entero que como lo supiste aprovechar, vivir, sortear y salir adelante, con anhelos y logros obtenidos por tu empeño y tenacidad, hoy eres el hombre fuerte como un roble, humano , sincero y capaz de ayudar a quienes lo necesiten sin esperar recompensa alguna.
En fin, quisiera escribir más de ti cosas buenas y de agradecimiento porque eso pienso y he visto en ti, porque de las personas trato de ver siempre lo mejor y agradecer infinitamente lo valioso que nos aportan y nos ayudan cuando más lo necesitamos y en el momento oportuno.
AMIGO, porque eso es lo que eres para mí, un verdadero amigo, te deseo siempre lo mejor en tu vida y siempre en mis recuerdos deseando que sigas cumpliendo tus metas, viajando, conociendo que es lo que te hace feliz y progresar. Tu felicidad es la mía.
Eligio, un abrazo fuerte, mis recuerdos y gratitud por siempre. TQM. Sigue avanzando y creciendo emocionalmente, pero siempre de la mano de los mejores: Dios y la Santísima Virgen Maria 🙏.
Posdata: cuanto desearía poder hablar de nuestras cosas, miedos y triunfos perdonales, porque sé que sabes escuchar y aconsejar a través de tus propias experiencias.
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Queda por corregir que sus sesenta no son un declinar, son un vivir, un saber vivir donde a estos años se vive con la plena certeza de haber caminado derecho al triunfo, de haber sabido sembrar para hoy recoger con entusiasmo, sabiduría y mucha paz la cosecha de grandes logros internos y externos , larga y feliz vida
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