NO A LA ADOPCIÓN
Eligio Palacio Roldán
No estoy de acuerdo con la adopción de menores por parte de parejas del mismo o de distinto sexo.
Aunque los momentos más sublimes de mi existencia se han generado alrededor de los niños, siempre he pensado y dicho que un hijo no deja de ser un deseo egoísta.
Siempre se piensa en la felicidad que provocan los hijos, en la ternura que despiertan, en las ganas de vivir que generan, en la soledad que espantan, en la vejez que acompañan; poco se piensa en lo que les espera a los futuros pobladores de la tierra, en las dificultades que tendrán que afrontar, en la falta de oportunidades, en las frustraciones que genera la vida misma, en el dolor que los asediará.
Se ansía un hijo con mayor intensidad que un buen carro, una casa o una finca; se siente que con su llegada se ingresa a un mundo ideal, sin sinsabores, donde solo hay amor y felicidad. Pero los hijos no son lo eso; son también dolor, desesperanza, impotencia, fracasos.
Se busca un hijo para continuar una obra, la propia, para la cual la existencia es corta; se pretende en un hijo, en un nieto, la inmortalidad; pero eso no es así, máximo dos generaciones permanecemos en la memoria o permanecíamos, ahora todo es más rápido, incluso el olvido, de ahí la proliferación de hogares para la tercera edad.
Dirán. mis lectores, que no tengo razón que se pretende tener un hijo pensando en lo bella que es la vida, en lo bueno que es estar sobre la tierra, en las bondades de que muchos seres puedan vivir nuestra propia experiencia. ¿Saben qué?, no les creo.
Por estos días los medios de comunicación y las redes sociales se inundan de comentarios por la, polémica, decisión de la Corte Constitucional, sobre la adopción de menores por parejas del mismo sexo; pues bien, no estoy de acuerdo con la adopción de menores por parte de parejas del mismo o de distinto sexo; no estoy de acuerdo porque estoy seguro de que, si un hijo, es un deseo egoísta, la adopción, lo es mucho más; no se busca la felicidad de otro ser, se pretende su posesión para satisfacer los propios deseos o necesidades; además, superar la frustración de no tener hijos de sangre. Es como cuando me compro un twingo porque no tengo el dinero para comprarme un BMW.
Si el altruismo nos inunda el corazón, si nuestra misión en la vida es ayudar al más desprotegido, hay cientos de maneras de brindar nuestras vidas y nuestros bienes a los demás: existen los orfanatos, los centro de rehabilitación, los hospitales y los hogares para los ancianos; además donde va a estar mejor un niño huérfano o abandonado que en una institución que lo acoja con cariño, con alimento y vestido, que esté preparada para educar y acompañar a los infantes; ¿porque no entregar nuestro tiempo y todo el amor y el dinero que tenemos a estos niños, sin recibir nada a cambio?, ¿sin no poseer a nadie?
Y en cuanto a nuestras propias frustraciones, a esa sensación de inferioridad que pueden tener muchos al no tener hijos, como los demás, hay también multiplicidad de opciones de solucionarlas; se trata de vivir para sí, sin disfrazar el egoísmo propio de la raza humana.
ANTES DEL FIN
Una pareja de amigos, que quiero mucho, al comienzo de su relación no quisieron tener hijos, luego lo intentaron y no lo consiguieron; entonces, conocedores de su imposibilidad para engendrar, decidieron adoptar una hija. Alarmado les dije que no se pusieran en esas, que yo les desconocía esos pensamientos egoístas y no atendieron recomendaciones; luego de la adopción, se arrepintieron.
Formas más efectivas de ser inmortal que la de tener hijos, son el arte y la literatura.
A mi tambien me parece descabellado esto de la adopcion de parejas del mismo sexo. es algo dificil de digerir. sin embargo las sociedades en su evolucion pretender ser progresistas y a la vez tambien incluyentes, «que le hacemos si eso fue lo que trajo el barco» . Me parece que ellos no eligieron ser asi, es la naturaleza quien los trajo asi, entonces por qué estigmatizarlos?. Ojala nunca lo experimentemos en nuestro alrededor cercano. Ahora no comparto eso de los orfanatos, ni de los ancianatos, como solucion social impositiva, mientras podamos darle a los pequeños el abrigo de un hogar , o a los ancianos la compañia de sus hijos, (ello es irreemplazable) se sentiran mejor q en el mejor de los hogares sustitutos.
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Si no estas de acuerdo con la adopción de niños por parte de parejas del mismo o de contrarios sexo, entonces, ¿que propones para darle un hogar a miles de niños abandonados y que esperan con ansias un hogar que los acoja.
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Estamos de acuerdo…
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Ante el comentario, he quedado anonadada, me quedó faltando algo. Critica, pero no aporta. Genera la sensación de amargura, de falta de experiencia o ausencia o vacío emocional. Que triste.
Beato o amargado, ninguna de las anteriores, creo hay un gran vacío, una ausencia constante de vida, de sensación y de piedad. es hablar sin saber, es querer dar sin tener.
Los hijos son la chispa de la vida, la razón de ser, de existir, la evidencia latente de la autorenovación de la naturaleza, la garantía de que siempre hay Esperanza. De que todo es posible y que todo lo vale.
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Creo que vinimos a la vida a resolver problemas y la felicidad es resolverlos. La equivocación de los seres humanos es como resolvemos esos problemas.
Considero que las minorías en este país discriminan las mayorías, pero nadie dice nada, solo se dice algo cuando las mayorías se manifiestan de las minorías
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comparto muchos de los puntos de vista de este artículo, creo que la inmortalidad se consigue a través de los aportes que uno le deje a la humanidad, en el paso por este mundo, pero igual, me deja con muchos interrogantes, en el sentido de que hacer con tantos niños y niñas que llegan a la mayoria de edad (18 ) y son hechados a la calle por que ya estas instituciones no los van a seguir sosteniendo?, Que esta haciendo el Estado y nosotros los ciudadanos de a pie ante esta problematica?…
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