CUANDO NO ALCANZA PARA “GANARSE EL PAN, CON EL SUDOR DE LA FRENTE”

CUANDO NO ALCANZA PARA “GANARSE EL PAN, CON EL SUDOR DE LA FRENTE”

Eligio Palacio Roldán

¿A quién le vendería los fríjoles que cocinaba la señora, en una pequeña olla a presión? me preguntaba, mientras le realizaba una encuesta sobre el volumen de las facturas expedidas y el rubor subía a mi rostro ante la estupidez del acto.

Periódicamente, las Cámaras de Comercio de todo el país, presentan información rimbombante sobre la creación de nuevas empresas. No he visto en esos Balances Sociales el número de emprendimientos que salen del mercado, supongo, los fracasos también son un dolor para esas entidades y posiblemente tampoco se enteran ya que, en muchas oportunidades, no hay dinero ni alientos para decir adiós al sueño de sacar adelante ese emprendimiento y no se acercan para cancelar los respectivos registros.

En los últimos meses la entidad para la que trabajo ha ido en la búsqueda de contribuyentes con baja expedición de facturas. En mi caso, el escenario es dramático: establecimientos de comercio que dijeron adiós después de un incendio, otros que se fueron sin pagar arriendo ni administración y cuya única huella son facturas y cuentas de cobro. He encontrado otros negándose a desaparecer, haciendo ingentes esfuerzos por salir adelante, pero cuyo intenso sudor no es suficiente para ganarse el pan.

Ser emprendedor en Colombia es muy difícil, una batalla contra todo y contra todos: un estado indolente que cree hay riqueza por doquier, unos empleados que presuponen su empleador es un millonario, una carga impositiva legal casi confiscatoria y otra impuesta por los grupos al margen de la ley en medio de inseguridad, terror y muerte. Mientras tanto el propietario de la pequeña empresa prestando dinero en uno y otro lado para pagar costos y gastos.

Se suma, a este panorama desolador, una ignorancia tácita en materia legal de la mayoría de la población y los costos que significan las asesorías y los procesos y procedimientos laboral, contable y tributario.

“Este año ha sido muy difícil”, decía hoy una señora empleada de un pequeño restaurante de un centro comercial, donde más del noventa por ciento de los locales estaban vacíos. “Los clientes son pocos y el cierre de varios locales nos ha complicado la situación”, explicaba.

Era medio día y las mesas estaba vacías. ¿A quién le vendería los fríjoles que cocinaba la señora, en una pequeña olla a presión? me preguntaba, mientras le realizaba una encuesta sobre el volumen de las facturas expedidas y el rubor subía a mi rostro ante la estupidez del acto.

La realidad actual de cientos de emprendedores, en nuestro país, desmiente la famosa frase bíblica «Te ganarás el pan con el sudor de tu frente”.

Este fin de año, cuando compre, cuando consuma, como dice una frase que recorre las redes, piense en esos pequeños emprendedores, cómpreles, comprenda su sacrificio y apóyelos y si son sus amigos hágalo como muestra de amor, de amistad. Es la mejor forma de hacer patria.

ANTES DEL FIN

No es solo Colombia, el mundo está en manos de gobernantes desquiciados: Venezuela, Nicaragua, Argentina, Cuba, México, China, Israel, Rusia, Estados Unidos, entre otros. No soy religioso, pero todo lo que está pasando parece otro capítulo del Apocalipsis o de las predicciones de Nostradamus.

Muy acetada la decisión de Empresas Públicas de Medellín y de la Alcaldía de la ciudad de revivir la tradición navideña, en sus alumbrados. Es una costumbre bonita que vale la pena retomar.

Muy lento el comienzo de la serie de televisión “Escupiré sobre sus Tumbas”, ese hecho y el relato de los conflictos de la alta sociedad alejaron al televidente promedio. La televisión colombiana también está en crisis.

FELIZ VIDA EN NAVIDAD, un deseo http://www.eligiopalacio.com