¿POR QUÉ NO COMPRÉ EN EL EDIFICIO SPACE?

¿POR QUÉ NO COMPRÉ EN EL EDIFICIO SPACE?
Eligio Palacio Roldán
Irene no recuerda bien que escuchó. No sabe que fue, no puede describirlo.

El sábado 28 de septiembre Irene* recorrió la Avenida Las Palmas buscando un apartamento que llenara sus expectativas para invertir: Precio, tamaño, movilidad y vista sobre la ciudad. El edificio Space cumplía las dos últimas especificaciones, aunque era un poco pequeño y costoso.

Le ofrecieron dos apartamentos; según la vendedora, eran los dos únicos que quedaban en la torre seis de la unidad residencial Space, ubicada en la carrera 24D con calle 10E, Loma del Padre Marianito. La torre contaba con unos 24 pisos, cree Irene, y una excelente panorámica.

Irene tomaba un par de fotografías para enseñar a su esposo, que no la acompañaba, en el apartamento modelo, 13-02, mientras la vendedora le indicaba: “El apartamento tiene un área de 63.66 metros cuadrados y un valor de $228.035.500, el parqueadero $14.000.000, el cuarto útil $3.500.000, para un total de 245.535.500… Ustedes pueden pagar la cuota inicial, de $73.660.650, en cuotas hasta marzo de 2014 y en abril se deben cancelar los $171.874.850 restantes, con posibilidad de ofrecer otras formas de pago. Los gastos de de escritura $ 4.300.000 aproximadamente…”

A Irene le impresionaron los balcones, con escasa protección, y al fotografiar los alrededores sintió vértigo. Al regresar al interior del apartamento, decidió grabar un pequeño video, con su celular, pero unos extraños ruidos llamaron su atención.

– ¿Ay que fue lo que sonó? ¿Ay que fue lo que sonó? Preguntó nerviosa, Irene.

Asustada, apagó la cámara.

– Yo no siento nada, dijo el vendedor

Irene se sintió nerviosa, y no quiso observar el otro apartamento que le ofrecían.

Se marchó con la seguridad de que su inversión no iba a estar en el edificio Space.

Unos minutos más tarde, Irene, visitaba la unidad residencial Continental Towers; le enseñaron un apartamento con un área de 63.83 metros cuadrados. La inversión ascendía a $245.905.000; se vio tentada a concretar la negociación pero la información de la construcción de unas oficinas, en el sector, que limitarían la vista del edificio le hizo dudar.

Quince días después, el sábado 12 de octubre, Irene se enteró de la noticia: el edificio Space, donde quizás habría podido invertir sus ahorros, se había desplomado. De inmediato buscó su cámara, repasó cada una de las fotografías y repitió varias veces el video, tratando de encontrar una evidencia.

Irene no recuerda bien que escuchó. No sabe que fue, no puede describirlo; la vendedora no le prestó atención, tampoco quienes la acompañaban. Hoy repite, una y otra vez y no capta el sonido en la grabación. Sin embargo, quisiera saber que fenómeno natural o paranormal, le impidió perder su dinero.

El 29 de octubre se conoció la noticia del desalojo de Continental Towers.

*Irene no es el nombre real de la protagonista de esta historia.

Video Irene

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VIOLENCIA, MEDELLIN Y EL ALCALDE

VIOLENCIA, MEDELLIN Y EL ALCALDE
Eligio Palacio Roldan
Hacía referencia, esta semana, Carlos Alberto Giraldo, en una columna publicada en el periódico El Colombiano, a una cumbre de emisarios de las dos organizaciones delincuenciales dominantes en el Valle de Aburrá y Antioquia: «La Oficina» y «Los Urabeños», y a un supuesto pacto entre ambas organizaciones criminales, para bajarle el nivel a las agresiones y un reparto de la torta del crimen local y transnacional.

Afirma el columnista que quiere pensar que Medellín se está pacificando gracias al esfuerzo del alcalde Aníbal Gaviria, pero que hay coincidencias entre las supuestas reuniones y pactos y el descenso de los homicidios en los dos últimos meses y que, quizás, se esté presentando un hecho similar al de la «Donbernabilidad» de las alcaldías de Fajardo y Alonso Salazar.

Al contrario de lo que piensa el columnista, yo estaría muy contento y tranquilo si este supuesto pacto estuviese vigente. Nuestra ciudad en particular, y nuestra sociedad en general, necesitan tiempo para reinventarse a través de la educación y quizás así, un día, lograr la paz. Llevamos más de 50 años de violencia que no se solucionan con pactos de paz y, mucho menos, con la aplicación de la fuerza o la autoridad.

Ya lo había expresado en una columna, publicada en http://www.eligiopalacio.com, en febrero de este año: «Aníbal Gaviria es un excelente alcalde y mejor ser humano, pero la seguridad de la ciudad hace muchos años no depende de las autoridades. Hasta que uno de los combos, que se enfrentan por el dominio del territorio, no derrote a los demás, no podrá mostrar la ciudad que sueña.»

Bueno, no contemplé la posibilidad de un «pacto de paz» entre las organizaciones criminales; pero bienvenido. Ese pacto nos permitirá, ojalá, contar con el tiempo que necesitamos para que lo que se sembró en las alcaldías de Sergio Fajardo, Alonso Salazar y lo que se siembra en la de Aníbal Gaviria de sus frutos. La construcción de una sociedad en paz, en nuestra ciudad y en nuestro país, necesita un trabajo de muchos años.

Por eso no comparto las criticas, por parte de muchos amigos y colegas, a la gestión del alcalde. El alcalde está trabajando por una sociedad y una ciudad para el futuro; impregnándoles alegría y optimismo a sus gentes, a pesar de su cruda realidad. No puede hacer mucho más con una criminalidad de más de treinta años de historia, que se ha enquistado en nuestra comunidad, y cuya única forma de derrotar es con una transformación social, a partir de la educación y la generación de oportunidades. Se está trabajando para evitar más generaciones perdidas. Ese solo hecho, debe generar nuestro apoyo a la gestión del mandatario.

ANTES DEL FIN
Otra vez, aunque suene reiterativo y/o lagarto: Que acierto Waldir Ochoa en la dirección de Telemedellin, que bien habla su gestión de lo que quiere la Alcaldía para la ciudad, y que bien por el periodismo antioqueño y Colombiano. Waldir es un ejemplo a seguir.

El desplome del edificio Space en el barrio El Poblado, de Medellín, parece ser otra demostración de lo que es “MI PATRIA CORRUPTA” y así como la violencia, este cáncer de nuestra sociedad solo será posible derrotarlo con educación.

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