LA PAZ QUE NO LLEGA, LA BARBARIE QUE CONTINÚA
Eligio Palacio Roldán
“Los guerrilleros siguen cobrándonos la vacuna. Salen de la Zona de Reincorporación, nos cobran y se regresan. Uno ya los conoce.” – Campesino antioqueño.
El pasado lunes el diario El Espectador editorializaba sobre el fracaso del Estado en el proceso de paz y el rearme de los exdesmovilizados y responsabilizaba del hecho a la sociedad colombiana, incluido el gobierno actual. Citaba cifras de un reportaje de The New York Times según las cuales el 40% de los miembros de las Farc, 2.800 hombres, habrían regresado a las armas en varias disidencias.
Hace tres años, exactamente, publicaba una columna en este blog en la que expresaba mi opinión sobre la inutilidad de los acuerdos de paz, dadas las características de sus protagonistas: “Terminado el proceso de paz con las Farc seguramente tendremos un anciano Nobel de Paz, Santos; un presidente septenario, Humberto de la Calle; unos exguerrilleros, ancianitos, congresistas, disfrutando de las mieles del poder (contratos, medios de comunicación, dinero, tranquilidad), por las que lucharon siempre; y centenares de jóvenes desplazados de la guerrilla a la delincuencia común; o sea, moviéndose de un lado a otro para quedar en el mismo lugar, dejando que el tiempo pase mientras se trata de subsistir como sea y de olvidar las frustraciones, inmersos en el mundo de las drogas.”
Puede leer LA PAZ DE LOS VIEJITOS https://eligiopalacio.com/2015/09/29/la-paz-de-los-viejitos/
No tengo poderes de adivino, no acerté con la presidencia de Humberto de la Calle, pero las otras consideraciones eran obvias. Obvias porque el acuerdo solo buscaba un premio Nobel para Santos y condiciones de seguridad y bienestar para los ancianos integrantes de las Farc. El resto de implicados, los otros militantes de la guerrilla no importaron a la hora del acuerdo y mucho menos al momento de ponerlo en marcha, fueron solo un instrumento de negociación, una cifra importante, nada más. Cada uno obtuvo lo que quería. ¿Y Colombia? Bueno, Colombia igual o peor: la delincuencia haciendo de las suyas, el narcotráfico dueño de ciudades, pueblos y veredas y una supuesta calma hasta que el ejército despierte por voluntad propia o por presión del gobierno norteamericano, en una guerra quizás más violenta de la que hemos vivido hasta ahora.
Puede ver LA GUERRA EN COLOMBIA (VIDEO) https://eligiopalacio.com/2013/10/25/guerra-video/
Indicar que el nuevo gobierno de Iván Duque tiene que ver con el fracaso del proceso de Paz Farc-Santos es desproporcionado e inexacto. La responsabilidad es de quienes lo hicieron para favorecer a unos cuantos, vendiendo la idea de que era para todos los insurgentes, para todos los colombianos. El gobierno anterior no cumplió con lo pactado, no le interesaba, ya tenía los suyo. La ambición de Juan Manuel Santos estaba saciada. Tampoco lo hicieron los guerrilleros más jóvenes, lo prometido era realmente muy poco comparado con la riqueza que ofrece el mundo de la extorsión y de la producción y comercialización de las drogas ilícitas. Incluso continuaron delinquiendo desde las zonas de reincorporación como lo manifestó, a este servidor, un asustado comerciante de unos de los pueblos donde se ubican las Zonas de Reincorporación.
Ahora bien, el presidente en particular y el Estado y los ciudadanos de Colombia si debiéramos hacer algo por lograr la paz de Colombia: Un acuerdo sobre lo Fundamental como decía Alvaro Gómez Hurtado. Un acuerdo al que debe convocar Duque y debieran apoyar decididamente Alvaro Uribe Vélez y la izquierda colombiana, incluida la que encabezan los ancianos integrantes del nuevo partido de las Farc… Soñar y nada más, con mundos de ilusión, soñar y nada más…
ANTES DEL FIN
Preocupante, denigrante la pelea entre Luis Pérez y Federico Gutierrez, Gobernador de Antioquia y Alcalde de Medellín respectivamente, a raíz de la crisis de Hidroituango. No son los gobernantes para momentos de crisis. Solo saben actuar tras la vanidad y la gloria efímera que da el poder.
Caracol Televisión se convirtió en el único canal de televisión en Colombia, dados sus niveles de sintonía con respecto a la competencia. Hecho similar ocurre con Caracol Radio. Interesante y controversial posicionamiento de marca.