MIS DEUDAS CON EL ESTADO

MIS DEUDAS CON EL ESTADO

Eligio Palacio Roldán

Hace una semana me llegó una afirmación que comparto plenamente, repliqué en redes sociales, y sobre la que recibí una serie de críticas. Decía: “Señores del paro, favor avisar cuando nos dejarán trabajar a quienes no estamos de acuerdo con el paro. Recuerden que para recibir gratis todo lo que piden, necesitan que los demás trabajemos”.

Las críticas indicaban que en mi había un cambio de posición y relataban los logros del sindicato de la entidad donde trabajo. Esas críticas, me hicieron reflexionar sobre mi posición frente al estado.

Yo he sido un consentido de ese estado que ahora critican férreamente y que parece no llenar las expectativas de la sociedad: mi educación primaria y secundaria la hice en Entrerríos, Antioquia, en la única escuela y colegio, públicos, que existían, me formé profesionalmente en las universidades Nacional y de Antioquia y he trabajado, durante 29 años, en la DIAN. Allí he sido formado, valorado y he tenido la oportunidad de aportar mis conocimientos y experiencia en bien propio y de la sociedad.

“En la fiesta me ha ido muy bien” y para ello no he tenido que recurrir a intrigas, ni padrinos de ningún tipo. Lo que soy y lo que tengo se lo debo, además del esfuerzo y algo de suerte, a mi familia, a algunos seres cercanos y al estado. A las instituciones donde he estudiado y trabajado ingresé de manera limpia y libre. Realmente, sin mayor esfuerzo. Solo presentando pruebas de selección, como puede hacerlo cualquier colombiano.

Ahora, obvio que hay que mejorar, yo mismo como funcionario público tengo que hacerlo día a día. Y, claro, las críticas y las solicitudes de la ciudadanía siempre serán bien recibidas y apoyadas por este servidor; pero eso no significa que para ello se tenga que paralizar un país y menos que entre los que lo hagan se encuentren verdaderos zánganos, que han vivido del mismo estado sin ningún esfuerzo.

He reclamado lo que considero justo, he criticado lo que no me parece acertado, he luchado por cambiar algunas cosas que hagan mis lugares de estudio y trabajo mucho mejores; pero de ahí a destruir, a quien tanto me ha brindado, hay un gran trecho. Es como dar al traste con el hogar porque no se esté de acuerdo con las reglas que lo rigen, en vez de tratar de transformar con razones y con el ejemplo. Y buen ejemplo es lo que he querido me den siempre los integrantes de los movimientos estudiantiles en las universidades que estudié y el sindicato en la entidad donde trabajo. Pero hasta este momento, de mi historia, solo doble moral he percibido.

Puede leer LA PRÓXIMA Y LAS DEMÁS PROTESTAS https://eligiopalacio.com/2019/11/17/la-proxima-y-las-demas-protestas/

En este momento, la primera figura del estado es el presidente Duque. Un presidente al que parecieran querer cobrarle toda la frustración acumulada por años y al que de verdad, en un poco más de un año, le veo mayor trabajo y honestidad que a sus antecesores.

ANTES DEL FIN

Insisto con la telenovela El Sultán. Es sin duda la mejor obra televisiva que he visto en mi vida: profunda, conmovedora, bien hecha. Y, paradójicamente, sin sintonía.

Puede ver EL SULTÁN https://eligiopalacio.com/2019/08/23/el-sultan/

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LA ILEGALIDAD DE LA DOSIS MINIMA

LA ILEGALIDAD DE LA DOSIS MINIMA

Eligio Palacio Roldán

Según Alto Turmequé, de El Espectador, del pasado Domingo, el presidente Duque les pidió a los congresistas de su bancada que, ante nuevos ataques de los liberales por el decreto que permite a la policía confiscar la dosis mínima, “…les recordara que en el Código de Policía, llevado al Capitolio por el gobierno anterior, se menciona al menos nueve veces la prohibición de consumir sustancias alcohólicas o psicoactivas en espacios públicos…”

Defendiendo el polémico Decreto, el presidente afirmó que: «Necesitamos que todos los poderes públicos tengamos esa armonía para derrotar el microtráfico, el narcotráfico, garantizar que el espacio público no sea lugar de intimidaciones y de vulneraciones de los derechos. El libre ejercicio de la personalidad no puede estar encima de los derechos colectivos ni poner en riesgo los derechos de la ciudadanía»

Buena defensa del Decreto 1844 de 2018 que, aunque está bien motivado, es demasiado restrictivo al autorizar solo el porte de la dosis personal: “El porte y tenencia de cantidades que excedan la dosis personal será judicializado de conformidad con la normatividad vigente.”

El literal j) del artículo 2º de la Ley  30 de 1986, indica: “Dosis para uso personal: Es la cantidad de estupefacientes que una persona porta o conserva para su propio consumo. 

Es dosis para uso personal la cantidad de marihuana que no exceda de veinte (20) gramos; la de marihuana hachís la que no exceda de cinco (5) gramos; de cocaína o cualquier sustancia a base de cocaína la que no exceda de un (1) gramo, y de metacualona la que no exceda de dos (2) gramos.

No es dosis para uso personal, el estupefaciente que la persona lleve consigo, cuando tenga como fin su distribución o venta, cualquiera que sea su cantidad.”

El analista Rodrigo Uprimny, en una columna de El Espectador, por su parte, califica de insensato el decreto por cuanto, “…reprime a todos los consumidores, sin hacer la necesaria distinción entre cuatro tipos: i) aquellos que son dependientes y requieren ayuda y apoyo, pero no represión; ii) aquellos que hacen un consumo riesgoso, como manejar bajo el efecto del alcohol, quienes deben ser sancionados por ese grave comportamiento, pero no por ser consumidores de alcohol; iii) la inmensa mayoría de usuarios que simplemente consumen recreativamente, quienes deben recibir información sobre los riesgos de esas sustancias y se les pueden imponer algunas restricciones sobre los lugares de consumo pero, si uno cree realmente en la libertad, debían ser dejados tranquilos, y iv) finalmente los niños y niñas, frente a quienes debe haber una prohibición de consumo, como existe con el alcohol o el tabaco, por su falta de autonomía y su desarrollo neurológico incompleto.”

Muchas discusiones se han generado alrededor del tema: El Decreto, por lo menos, trata de tener una política coherente porque no es razonable que todo el mundo pueda portar sustancias sicoactivas, a sabiendas de que en Colombia su producción, transformación y comercio son ilegales. Es decir, con la dosis mínima se estaba legalizando la droga.

Ahora bien, desinforma el presidente Duque porque una cosa es prohibir el consumo de sustancias psicoativas en sitios públicos y otra, bien compleja, la que se plantea para el cumplimiento de lo ordenado en el Decreto 1844, porque aunque conseguir drogas ilícitas ha sido bastante fácil en Colombia (Ver MEDELLIN ILEGAL https://eligiopalacio.com/2014/07/01/medellin-ilegal/), para alguien adicto, la dosis personal es muy reducida y aprovisionarse de ella implicaría decenas de viajes a los puntos de expendio, que si las autoridades son eficientes serán cada vez más sofisticados, de más difícil acceso, más peligrosos y, paradójicamente, más rentables. En síntesis, el porte y por ende el consumo de droga es ilegal en Colombia. Pero como es bien sabido, el país vive de la ilegalidad y un gran porcentaje de sus habitantes disfruta de sus réditos; incluidas las autoridades que tratan de controlarla.

ANTES DEL FIN

Esta semana, en la marcha estudiantil, el olor a marihuana me trasladó a los años de juventud en la Universidad Nacional, en la década del ochenta…

Tranquilos, no se asusten. No voy a confesar una adicción a las drogas. Solo que en esos años el humo de los cigarrillos de los consumidores del alucinógenos, nos hacía desalojar el Bloque 24 de Arquitectura, de la sede de la Universidad en Medellín, donde tratábamos de descifrar los enigmas del cálculo diferencial en medio de la humareda, la modorra y el hambre de medio día.

INVESTIGACION DE MERCADOS, FACEBOOK Y POLÍTICA

INVESTIGACION DE MERCADOS, FACEBOOK Y  POLÍTICA

Eligio Palacio Roldán

Corría un frío invierno, en el segundo semestre de 1988, y a las seis de la mañana los estudiantes corríamos tratando que el profesor, Diego Germán Arango, no nos cerrara la puerta, en la emblemática Escuela de Minas, de la Universidad Nacional de Medellín. Era muy estricto. Buscábamos descifrar los misterios del mercadeo, cómo aprender a descubrir las necesidades y los deseos del consumidor, cómo hacer que los productos generaran el interés de los consumidores y los comprasen. Hablaba de libros extraordinarios  que solo pude comprar muchos años después.

En 1989 tuve la oportunidad de escudriñar en los deseos del ser humano, en complejas y extenuantes encuestas de investigación de mercados. También participé el análisis de los resultados.

Hoy he desempolvado el libro “Comportamiento del Consumidor Schiffman-Kanuk – 8ª Edición, 2005”, en el que se lee:

“El campo del comportamiento del consumidor tiene su origen en una estrategia de marketing que evolucionó a finales de la década de 1950, cuando varios mercadólogos comenzaron a darse cuenta de que podrían vender más bienes, y con mayor facilidad, si sólo producían los artículos que ya hubieran determinado previamente que los consumidores comprarían… Las necesidades y los deseos de los clientes se convirtieron entonces en el principal centro focal de la empresa. Esta filosofía de marketing orientada al consumidor llegaría a conocerse como el concepto de marketing.

La suposición fundamental que subyace en el concepto de marketing es que, para alcanzar el éxito, una compañía debe determinar cuáles son las necesidades y los deseos de los mercados meta específicos, y cumplir las satisfacciones deseadas mejor que sus competidores…”

Vienen a cuento los recuerdos por el escándalo desatado  por ‘data analytics’. Según Guillermo Santos Calderón, en El Tiempo, “… la información personal de usuarios de la red social se utilizó para ayudar a la campaña de Trump, analizando los datos profundamente mediante algoritmos, que son formas de procesarlos de manera exacta, diseñados para poder detectar los gustos, las experiencias, los ‘neurotismos’, las amabilidades y tendencias de los dueños de los datos al relacionarse con otras personas”.

Y se arma un dilema por fuera de tiempo o de falsa ética, porque lo que utilizó la campaña Trump no es otra cosa que una herramienta de investigación de mercados, mucho más moderna que la que se utilizaban hace 30 años, o desde hace casi un siglo: encuestas, focus group, observación del comportamiento del consumidor, etc. Se aduce el problema de la privacidad, pero cuándo se han cuestionado otras formas, quizás más grotescas, como los métodos de fidelización –CRM-, que también sin nuestra autorización analizan  temores, deseos o sueños a través de los productos que consumimos, para generar nuevas posibilidades de compra?

El Facebook es otra herramienta de investigación de mercados, quizás más poderosa que las conocidas hasta su aparición, pero una más y un candidato a una elección popular es un producto para vender, muy importante, pero uno más. Y para que el producto llegue al consumidor, para que sea el elegido, es fundamental conocer las motivaciones de los consumidores, y para lograrlo el facebook es eficaz. Claro, mucho más que las encuestas en las que trabajé 30 años atrás.

Y a eso se juega en la política: a tratar de satisfacer las necesidades del consumidor. En Colombia, como consecuencia de la violencia de las guerrillas y del nefasto gobierno venezolano, hay una necesidad de protección por parte del presidente de turno y a eso se juega. También a una creciente necesidad de protesta contra el sistema actual, que va haciendo eco.

ANTES DEL FIN

Alguna vez, a finales del siglo XX, se juntaron las ganas de hacer investigación de mercados y política en mi vida, en el pequeño pueblo de Entrerríos. Ante la escasez de recursos, tuve que acudir a la herramienta de investigación de mercados más antigua: “Parar la oreja” y tratar de escuchar los comentarios en cafés y heladerías, tiendas de abarrotes, en el atrio de la iglesia y en las puertas de las casas. Bueno, no fue solo en esa época, aún acudo a ella.

Las elecciones presidenciales en Colombia tienen una buena dinámica. Se siente el entusiasmo por los diferentes candidatos.

Diego Germán Arango, es aún un excelente profesor de Mercadeo, en la Escuela de Minas.

JORGE FORCADAS FELIU – EL DOCTOR “CORCHADAS”

JORGE FORCADAS FELIU – EL DOCTOR “CORCHADAS”

Eligio Palacio Roldán

A veces, sin saber por qué, llegan los recuerdos.

FORCADAS DOS

Jorge Forcadas Feliu

Pasados los años invité a mi compañera de todos los tiempos, Rosario Vega, a visitar al profesor Forcadas en su casa ubicada en el barrio Simón Bolivar, en Medellin.

Un joven moreno, con los mismos excelentes modales del maestro y algunos rasgos de sus ademanes y de su voz, nos invitó a pasar: La misma decoración, las mismas sillas y muebles y una ausencia, la de él. Había muerto desde el año 2011.

Difíciles fueron sus últimos años por la enfermedad, dijo una vecina. La cruel realidad de la existencia.

Una sonrisa burlona iluminaba su rostro en medio de bocanadas de humo que brotaban de su inseparable pipa. Hablaba de que para conciliar el sueño diseñaba acertijos que les impidiera a sus alumnos superar el “quiz” de cada día. Inspiraba una mezcla de admiración por sus conocimientos, terror por sus evaluaciones y respeto por su presencia.

El Profesor Forcadas, llamado “Doctor Corchadas” por nosotros, sus alumnos, había llegado de España, en la década del 60,  por invitación del Ministro de Trabajo y Seguridad Social, del presidente Guillermo León Valencia, Belisario Betancur, con quien nunca logró entrevistarse. A su llegada, ya había sido relevado del cargo.

Llegó para quedarse, “había quemado los barcos y ya no tenía sentido el regreso”, decía. Fue entonces cuando creó los programas de Ingeniería Industrial en la Fundación Universidad América de Bogotá en 1963 y en la Universidad Industrial de Santander en 1965. En el año 1967 la crea en la Facultad de Minas en la Universidad Nacional de Colombia, en Medellín. Ya se había destacado, siendo la primera persona en ocuparse de manera sistemática del control de calidad, en el país,  dictando un seminario sobre el tema, en Fasecolda, a su llegada. También fue el primero en introducir en Colombia el concepto de ergonomía.

Ya lo había relatado en GERENCIA DEL TALENTO HUMANO (https://eligiopalacio.com/2016/07/13/talento-humano/): Alguna vez, hace muchos años, inquieto sobre mi desconocimiento sobre la teoría de la Calidad Total, le indagué sobre el tema: “La Calidad Total, es otra teoría más, el secreto está en hacer las cosas bien desde el principio. No hay otro”. Dijo. Y eso hacía en su trabajo, con su ejemplo.

Exigente como ninguno, en la búsqueda de la perfección, era muy difícil ganarle las materias. Vi dos con él: Ergonomía y Procesos de la Confección. Sus clases eran una delicia; tanto que a las doce del mediodía, hora en que le gustaba dictarlas, era imposible dormirse, a pesar de la modorra y las ganas de almorzar de esas horas.

Más que conocimientos, que fueron muchos los adquiridos, lo que me enseño el doctor Forcadas fue el lograr el objetivo de manera creativa; ganarle un quiz, su única manera de evaluar, era casi un imposible. Mientras él conciliaba su sueño creando difíciles preguntas, yo me desvelaba tratando de predecir el acertijo que nos pondría al día siguiente y que no decir a la hora del examen: Era un verdadero reto descifrar sus preguntas y lograrlo, el mejor premio que pudiese recibir un estudiante.  Una calificación de tres era el equivalente a un cinco admirado en otra materia. A lo sumo se le ganaba con algo más de esa nota. (En la educación superior en Colombia la nota máxima es cinco y la mínima uno)

Lo vi entristecer por la muerte temprana de su esposa y alegrase con la llegada de nuevos seres a su vida: La empleada de la casa, quien lo cuidó hasta sus últimos días, y el hijo de ella; el joven moreno que nos recibió aquella tarde. Sus hijos habían marchado a España. Otra lección de vida: Ninguna discriminación hacia personas de raza o posición social diferentes a las suyas. No en vano pasó la mayor parte de su vida en Colombia,

ANTES DEL FIN

Así gané la cátedra Procesos de la Confección.

Alarmado por que ninguno de los 14 estudiantes íbamos a ganar la materia, el doctor Forcadas, un día nos dijo: “El que me diga cuál es el origen de la palabra nylon le cambio un uno por un cinco”. Obvio ninguno tenía un cinco y todos teníamos muchos unos.

En compañía de Rosario deduje que la respuesta no estaba en la biblioteca de la Escuela de Minas. Desempolvamos todos los libros posibles en la Biblioteca Pública Piloto, y nada. Entonces llamamos a las empresas productoras de fibras textiles Enka y Celanese y en una de ellas, no recuerdo cual, nos dieron la respuesta “Now You Loose Old Nippon”, Ahora usted deja el viejo Japón, en referencia al cambio de la seda proveniente de China, dominada en ese entonces por Japón por la nueva fibra. ¡Nos ganamos el 5¡, la anulación del uno y la espectacular nota final de 3.4.

Corrieron rumores que ese no era el significado y que el 5 no llegaría. Preocupados hablamos con el doctor Forcadas quien nos reafirmó su promesa e indicó que había un nuevo cinco para quien le diera la versión del nombre que él tenía. En confidencia nos dijo que estaba en una revista española llamada Costura 3. Llamamos a nuestro informante y nos dio la otra versión: El nombre correspondería a las iniciales de las esposas de sus creadores. Posteriormente la revista nos felicitó por el sentido investigativo y afirmó que ninguna de las versiones era cierta, que el nombre era simplemente una designación comercial.

Obvio, por esos días no existía el internet y mucho menos Google.

«Normalmente cuando una persona le pregunta a alguien algo con motivo de probarle su conocimiento, su capacidad de pensar o de razonar, queriendo a la vez demostrar su habilidad sobre esta otra, entonces al momento que la persona no sea capaz de responder la pregunta que se le hace, la persona ha sido corchada por el que le probó.»  (https://forum.wordreference.com/threads/corchar-%C2%A1te-corch%C3%A9.1033681/?hl=es)

Gratos recuerdos del doctor Forcadas, un verdadero Maestro.

UNE EN LA ERA DE LOS FALSOS POSITIVOS

UNE EN LA ERA DE LOS FALSOS POSITIVOS
Las estrategias para desunirnos de UNE
Eligio Palacio Roldán

“Más difícil que conseguir un cliente es conservarlo”, decía  el  extraordinario profesor Diego Germán Arango,  cuando de su mano ingresaba al fascinante mundo del mercadeo, por allá en la década del ochenta, del siglo pasado, en la Escuela de Minas, de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín. Después en mi especialización en Gerencia de Mercadeo, la frase fue repetitiva y siempre está presente en cualquier seminario, charla o reunión sobre el tema.

Desde hace muchos años, quizás desde que se creó en el año 2006, he sido usuario de UNE en televisión, telefonía e  internet; han sido varias las propuestas, económicas y de calidad del servicio, para cambiarme de operador. No, he dicho siempre, por ese paisa regionalista que hay en mí.

Hoy me sentí desconcertado, cuando camino al gimnasio, me detuvo una niña promocionando  los servicios de telecomunicaciones, que presta UNE:

  • Te ofrecemos banda ancha de 10 megas, telefonía local ilimitada y servicio HD Premium de televisión, si eres del estrato tres o cuatro, por solo 109.000 pesos, dijo.
  • No es posible, afirmé, yo por esos mismos servicios, en estrato cuatro, pago 183.693; bueno, por mucho menos, yo solo tengo cinco megas de banda ancha.
  • Tranquilo, cancele el servicio y cómprelo a nombre de otra persona, me sugirió la promotora de ventas.
  • No, ¿Cómo así?, indiqué indignado.
  • Es la única manera de rebajar el precio, afirmó la vendedora.

No fueron suficientes  dos horas de gimnasio, no podía comprender lo sucedido, mientras caminaba por la banda recordaba mis carreras, en la madrugada, para no llegar tarde a las clases de mercadeo y todo ¿para qué? Y ¿qué dirá mi profesor ahora en sus clases?, ¿Dirá que lo importante es mostrar afiliaciones y tapar los retiros?, ¿Dirá que lo importante son las cifras?, ¿Dirá que el mercadeo, es el mundo de los Falsos Positivos? ¿Pondrá de ejemplo a UNE?

Llegué a mi casa y lo primero que hice, luego de encender el computador, fue consultar la página de UNE,  tenía la esperanza de haber estado alucinado; no era así, vean:

 UNE

Ninguna mención para los clientes tradicionales, ninguna invitación para quedarse, nada. ausencia total.

No entiendo, no sé: ¿por qué UNE no tiene ninguna estrategia de fidelización con sus clientes?, ¿Por qué la publicitada fusión UNE Colombia Móvil (TIGO) no se refleja en nada para los clientes nuevos o tradicionales de la empresas? ¿Por qué son mucho más costosos los servicios prestados por UNE para los antiguos clientes, que para los nuevos?, ¿Cuántos clientes fieles de se han desunido de UNE y se han ido para la competencia?, ¿Cuál será la calidad de los nuevos clientes que han desplazado a los antiguos? ¿Cuántos de los nuevos clientes estarán reemplazando a los antiguos a un costo más barato, como sugiere la vendedora, haga?, y, por último: ¿Me quedo en UNE, pagando mucho más, me cambio de compañía o hago al trampa sugerida por la vendedora para ser otro “falso” positivo de UNE?

Mala hora la del mercadeo, la de Colombia y la de los colombianos con la aparición de los Falsos Positivos en nuestra sociedad. (Sobre el tema, invito a leer LOS GOBIERNOS DE LOS FALSOS POSITIVOS http://wp.me/p2LJK4-AH).

ANTES  DEL FIN

Mucha controversia generó mi pasada columna, NO A LA ADOPCIÓN http://wp.me/p2LJK4-1; la idea era generar una reflexión sobre las verdaderas motivaciones del ser humano para tener un hijo, ya sea de sangre o adoptado, y las implicaciones sicológicas del hecho, De todas formas creo que el propósito se logró; no obstante, debo reconocer que la humanidad es cada vez menos egoísta y piensa más a la hora de decidir si trae o no un hijo al mundo; es nuestro deber ayudar a hacer la vida más amable de quienes llegaron al mundo sin ser deseados, las formas de colaborar son muchas y, lo repito, para ello, no es necesaria la adopción.

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