EL “BARRIGAZO” DE CARACOL
Eligio Palacio Roldán
“Todo empezó a ir mal” como cantara Camilo Sesto cuando en Caracol decidieron, en el año 2021, renovar el programa La Voz cambiando a Fanny Lu por Natalia Jimenez y especialmente contratando como presentadora del programa de telerrealidad a Laura Acuña, una antipática y controvertida presentadora cuyo único mérito en televisión era haber sido la protegida de Jota Mario Valencia en su programa de la mañana en el canal RCN. En ese entonces el daño no se percibió por la calidad de los concursantes, los esfuerzos y el carisma de Laura Tobón y una afortunada sincronía entre los jurados.
Para este año, el canal de televisión degradó aún más el programa con la inclusión de Iván Lalinde como segundón de Acuña en un papel que definitivamente no le va por trayectoria, capacidad y edad; se le ve fuera de lugar. Además, el talento musical de los niños se vio opacado por los largos y monótonos relatos de sus desgracias; y como si fuera poco los noveles jurados Kany García y Nacho no tuvieron la química de los de las versiones anteriores. La Voz Kids 2022 es lenta, cursi, aburrida. Poco queda del otrora exitoso programa que arrastraba la sintonia de toda la franja de la noche del canal de televisión.
El ”barrigazo” del Canal Caracol, confiado en la consolidación de su audiencia por más de diez años y en la poca receptividad de su rival, Canal RCN, se hizo más tangible con la televisación de la serie extranjera, aunque producida por el canal, sobre la vida de Vicente Fernández. Las razones fueron varias: la primera es que en Colombia en el prime time jamás ha triunfado una novela extranjera; la segunda, que el casting no fue el mejor y los televidentes no identifican a Vicente Fernández en quienes lo interpretan; tercera, el experimento de mostrar la historia de niñez, juventud y madurez al mismo tiempo, que desconcentra y hace que se pierda el hilo conductor y para rematar, la historia es demasiado básica, lenta y tonta, no genera emoción; más que una novela, parece una colección de hechos anecdóticos de poco interés de la vida del personaje. ¿Una historia tan plana si da para una serie? Comenzó con el pie izquierdo el Canal en su etapa como productora en el exterior.
La serie sobre la vida de Vicente Fernández parece una mezcla de un buen intento de Telefe en Argentina con la historia del cantante Sandro de América y El Baile de la Vida, un fracaso del Canal Caracol en el año 2005, otra novela musical con libretos del mismo Dago García y Jhonny Ortíz que escribieron los de El Rey: Vicente Fernández.
Se le suma a la situación del canal el fracaso, también, de El Cartel de los Sapos – El Origen, una historia trillada con libretos poco atractivos y actuaciones pobres que no generaron identificación por parte del público, y el cansancio de los televidentes con el otrora ícono del Canal Sábado Felices, un programa que se quedó en el pasado y no supo adaptarse a los gustos de las nuevas generaciones.
Salvan a Caracol los noticieros y las novelas extranjeras de la tarde.
Así como la radio cedió su espacio a la televisión, en la década del 80, ahora la televisión abierta se rinde, sin luchar, ante las nuevas plataformas de televisión paga.
ANTES DEL FIN
Si por Caracol y RCN Televisión llueve, por la radio no escampa. Se acabó la creatividad.
En los gobiernos, en los medios de comunicación y en toda empresa humana aplica el dicho “Camarón que se duerme se lo lleva la corriente” y, pues, se ahoga.
Medellín está inundada; no de agua por el inverno sino de basuras, abandono, violencia y delincuencia. ¿Qué pasaría con la otrora pujante ciudad?