LAS CONDENAS DE LA PRENSA Y LA SOCIEDAD
Eligio Palacio Roldán
Decía en una columna reciente que en un crimen no solo “muere” el asesinado y su familia sino el autor del mismo y los suyos. Hablaba de sucesos probados. Algo similar ocurre con los incriminados y con los acusados de delitos como el robo, la extorsión y, uno de los más frecuentes en nuestra sociedad, de hoy: La corrupción. Sin pruebas definitivas la colectividad y la prensa condenan a los implicados.
Puede leer LAS MÚLTIPLES MUERTES DE UN CRIMEN”, https://eligiopalacio.com/2017/05/31/las-multiples-muertes-de-un-crimen/
Pero, ¿de dónde surgen estas condenas anticipadas? Básicamente de las filtraciones que hace la rama judicial, de las investigaciones que realiza, en lo que se conoce como “Justicia Espectáculo”; una justicia dañina dado el protagonismo, sin límites, que pretende encontrar y que induce a pensar en que importa más la imagen, la propaganda, que la realidad. De alguna manera es la extensión, a la justicia, de los “Falsos Positivos”, aquella práctica tenebrosa de los militares, en Colombia, bajo la presidencia de Alvaro Uribe Vélez y el Ministerio de Defensa del hoy presidente Juan Manuel Santos, de asesinar personas humildes, para hacerlas pasar por integrantes de las guerrillas de izquierda.
Puede leer LA REELECCIÓN DE LOS FALSOS POSITIVOS https://eligiopalacio.com/2014/02/20/la-reeleccion-de-los-falsos-positivos/
Obvio que la ciudadanía debe conocer los hechos para poderlos rechazar y que la prensa debe ejercer su labor fiscalizadora sobre los comportamientos de la sociedad; lo que no es lógico es que se condene y se den por ciertas las faltas con tan solo indicios o acusaciones, que pueden ser desvirtuadas dentro del proceso probatorio.
Establecer la culpabilidad de alguien es muy difícil dadas las diferentes variables que influyen y justifican el comportamiento humano y la complejidad del derecho colombiano. De ahí, que solo se puede establecer una condena o no con el fallo de un juez. Fallos que pueden ser controvertidos pero que se sustentan en la aplicación de la Ley.
Ver y comprender la propia realidad es bien complicado, mucho más lo es saber la del Otro. Para ello se establecieron las normas, quien las interpretara y quien las aplicara y con base en ellas se ejerciera Justicia. En la sociedad global ese papel de equilibrio ha sido cercenado por los generadores de opinión que no siempre tienen la formación y/o los elementos para ello.
En el transcurso de la existencia todos podemos hacer parte de una investigación judicial y/o administrativa y eso no nos convierte en culpables. Sin embargo esta premisa no se cumple en Colombia, donde la falta de discreción de las autoridades investigadoras ha llevado a la picota pública a más de un inocente. ¿Por qué no esperar el fallo del juez para divulgar la información?
Esta falta de discreción solo parece ser una práctica de la rama judicial, Procuraduría y Contraloría. Afortunadamente, otros entes de Control como las superintendencias y la DIAN parecen ser más pulcras en el tratamiento de la información. De no ser así, el caos sería total: ¿Qué tal la DIAN divulgando las investigaciones por evasión, elusión y contrabando que realiza a diario y que los empresarios fueran condenados en los titulares de los medios de comunicación?
Puede leer GUSTAVO VILLEGAS, QUIEN ESTE LIBRE DE PECADO… https://eligiopalacio.com/2017/07/04/gustavo-villegas-quien-este-libre-de-pecado/
Es un hecho que los colombianos hemos perdido la confianza en nuestra clase dirigente. ¿Qué tan culpables es ella por su accionar y qué tanto los entes investigadores y los medios de comunicación por la ligereza en el tratamiento de la información?
Qué difícil es una decisión de un funcionario público ante el asecho de los enemigos políticos, las mafias de la corrupción y el juicio de los medios de comunicación y de la comunidad.
ANTES DEL FIN
Muy compleja la situación en el vecino país de Venezuela. Reprochable el apoyo y/o el silencio de la izquierda colombiana. Preocupante que podamos caer en un gobierno similar al de Maduro y, sin embargo, Petro crece en las encuestas. ¡Qué horror!