“EL MÁS ALLÁ” DE LA MÉDIUM

“EL MÁS ALLÁ” DE LA MÉDIUM

Eligio Palacio Roldán

Ante la dificultad para afrontar el duelo por la muerte de mi madre, hace cuatro años, varios amigos me sugirieron la posibilidad de acudir a una médium: “persona que supuestamente puede ponerse en comunicación con el espíritu de un muerto”. Según ellos, una conversación con mi madre sería de gran ayuda…

En los primeros años de la juventud creí mucho en las adivinas; ellas, traían al presente futuros halagadores pletóricos de felicidad y de sueños realizables, una que otra envidia y algún desamor; con el tiempo fui descubriendo como con la misma información que uno suministraba construían un discurso creíble, fue entonces que perdí la fe en ellas y las ubiqué como mercaderes de las emociones y la ingenuidad de las gentes. Por ello y por el temor al “más allá” no acepté la ayuda de una médium, la veía como un espécimen similar al de las adivinas.

Puede leer: LAS ADIVINAS https://eligiopalacio.com/2014/09/25/las-adivinas/

El tema volvió a aparecer en mi vida hace algunos meses. Una persona que admiro, creo y respeto me habló de su cita con una médium y como había hablado con miembros de su familia ya fallecidos y la tranquilidad que experimentó luego de la actividad paranormal. Me convenció.

La cita se solicitó, previo el pago de $250.000, con más de dos meses de anticipación. Solo tres preguntas: con quién quieres comunicarte, fecha de fallecimiento y motivo que te induce a desear ese encuentro. La respuesta fácil: mis padres, 1985 y 2018, y sanar una que otra herida que hubiese quedado abierta.

Obviamente la médium despertó mi interés y la busqué en internet, la hice amiga en Instagram y vi algún video suyo en YouTube; allí observé como con alguna suficiencia decía dejar de lado información importante en el caso de crímenes como la autoría y motivación de los mismos; para mí, su respuesta era evasiva pues la muerte violenta de un ser humano es determinante en la vida de sus seres queridos y por buscar justicia se han condenado muchos inocentes.

Puede leer: LAS MÚLTIPLES MUERTES DE UN CRIMEN https://eligiopalacio.com/2017/05/31/las-multiples-muertes-de-un-crimen/

Continuando con la investigación sobre la médium descubrí que era sobrina de un afamado escritor y líder espiritual colombiano; eso y una confirmación de su parte de que el encuentro no generaría ninguna perturbación para mis padres en el estado que se encontraran, me dejó algo tranquilo.

Escéptico al principio, la llegada de la cita virtual, el pasado primero de agosto generó en mi gran ansiedad por lo desconocido del tema y la posibilidad inminente de descubrir una realidad objetiva en mi existencia; suponía que en el más allá, desprendidos de las barreras físicas, culturales y sicológicas que generan el cuerpo y la mente se podría descubrir la verdad y que mis padres, obviamente, tendrían la mía.

Puede leer: POLIGRAFO -LA MAQUINA DE LA VERDAD https://eligiopalacio.com/2015/04/15/la-maquina-de-la-verdad/

La cita:

Dormí poco, a las 9:00 horas en punto recibí la llamada por Skype. Más o menos esta fue la conversación:

M: Media hora antes de esta reunión estuve hablando con tus padres, estaban relativamente jóvenes. Tu papa muy callado, tu mamá hablaba todo el tiempo.

E: No… Quien más hablaba era él.

M: Bueno es que como tu mamá quedó viuda tan joven le tocó asumir el papel de papá y mamá y en la casa no se hacía sino lo que ella dijera, eso hizo que se volviera autoritaria.

E: No… Mi mamá se dejaba mandar de todos

M: Ella se vio muy afectada por la separación de sus ancestros.

E: No… ella nunca se separó de sus ancestros, los acompañó hasta su muerte.

M: ¿Está seguro de que su mamá no era así?

E: Si.

M: Entonces debe ser algún otro pariente.

E: No

M: Bueno, tu interés es sanar heridas; entonces miremos: ella estuvo muy triste por tu abandono en los últimos años de su vida.

E: No. Yo nunca la abandoné

M: Bueno, tal vez no físicamente, pero si espiritualmente.

E: No. Tampoco

M: Bueno en este punto entonces ya veo que no fue posible el contacto, entonces si quieres te devuelvo tu dinero

E: Bueno

M: Claro que quizás te interese otra terapia de sanación que tengo para ofrecerte.

E: No.

Al terminar la consulta me devolvió el dinero.

La cita me dejó muchas lecciones aprendidas, la más importante que “El más allá” de la médium es muy diferente al más allá que yo creía: el mío más cercano a la espiritualidad, el de ella se aproximaba al del engaño y la manipulación como herramienta de explotación comercial.

Es tanto el temor al fin de los ciclos y entre ellos el de la vida misma que adivinos y médiums hacen de las suyas ante la perpleja ingenuidad de los humanos.

ANTES DEL FIN

El recuerdo de la perplejidad de la médium ante el desacierto en la descripción de mi madre me generará sonrisas siempre.

La cita con la médium se redujo a un juego de adivinanzas de su parte. Si habló con mis padres, ¿por qué no me dio ningún mensaje de su parte?

Fracasa la televisión abierta en Colombia: RCN y Caracol mal, muy mal.

Adivinas y médiums acuden a la misma estrategia: sacar información para regresarla en forma de visión.

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DESPUÉS DE LA MUERTE

DESPUÉS DE LA MUERTE

Eligio Palacio Roldán

Prácticamente todos los que creen en un Dios piensan en que la muerte es solo un paso hacia otra vida, más feliz quizás, en otra dimensión; los que no, asumen la muerte como el final. Unos y otros, solo hablan de teorías y creencias. No hay ninguna certeza. De lo que sí hay evidencias es de lo que sucede con los vivos después de la muerte de los seres queridos. Incluso, hay cientos de libros y profesionales de la salud dedicados a la elaboración del duelo. También líderes espirituales y se habla hasta del “Médium”, persona con supuestos poderes para comunicarse con el espíritu de los que ya se fueron.

Obvio que después de la muerte de un ser querido cada historia sigue siendo individual, aunque tenga rasgos comunes con muchas otras, como la tristeza, la sensación de soledad y la impotencia ante lo irremediable. La mía, en relación con la muerte de mi madre se condensa en lo siguiente:

En los albores de la muerte, acompañando un dolor intenso, el miedo y la ansiedad por la llegada del momento crucial. Luego una inmensa soledad: El vacío.

Después, el deseo de que nadie te hable, nadie te diga, nadie te consuele. Sentir y apropiarte de esa soledad con multitud de recuerdos que, por alegres que fuesen, provocan lágrimas.

Pasados los días los recuerdos se transforman en nostalgia. La imagen de cada una de las pertenencias de quien se fue, en un dulce dolor.

Después los reproches por lo que se hizo mal, en un repaso de la vida en común. Y cuando no los encuentras en tu pasado reciente, la búsqueda martirizante se va hasta los recuerdos de la infancia. Y, obvio, aparece alguna culpa por insensata que parezca.

De la mano de los buenos recuerdos, la seguridad de que se hizo el máximo esfuerzo y de que quien se fue ya no te necesita, llega una gran tranquilidad en sintonía con el universo.

Pero quizás lo más trascendental de la vida después de la muerte, de un ser querido, es la sensación de ruptura. La vida se te parte en dos: te sientes diferente, eres diferente. Lo primero es el comprender la finitud de tu existencia y en consecuencia emprender las acciones que te permitan cumplir tus sueños. También la certeza de que tú eres protagonista de tu propia historia y de que los otros son los otros, que ya vas a vivir por ti y para ti. Es la ruptura, cierta, del cordón umbilical después de muchos años.

Obviamente esa ruptura implica una relación diferente con tus seres cercanos, con tu medio social y seguramente con el resto del universo.

Y el gran logro: poder escribir sobre tu propia experiencia, después de la muerte.

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