LA JUSTICIA ESPECTÁCULO
Eligio Palacio Roldán
Después de las muertes violentas que dejan las guerras nuestras de cada día, el tema más manido por los medios de comunicación, la clase política de todas las tendencias y los colombianos del común es el de la administración de justicia. La justicia, está definida por la Real Academia de la Lengua Española, entre otras, como “Principio moral que lleva a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece… derecho, razón, equidad”
Administrar justicia es casi tan complicado como informar debido a, como lo he dicho tantas veces, la imposibilidad de encontrar la verdad o la realidad, inclusive la propia. Ante esa imposibilidad, los humanos han diseñado una serie de códigos, acuerdos o leyes que les permite “un acuerdo sobre lo fundamental” para entenderse y a partir de allí ser justos. La administración de justicia requiere, entonces, seres humanos de la más alta calidad, profesionales estudiosos, conocedores de las normas y con capacidad analítica para determinar quiénes de los que interactúan en la sociedad se acercan a lo real y quiénes tratan de utilizarlos, a ellos mismos, en beneficio de intereses oscuros.
La utilización de la misma justicia por particulares se hace evidente con los falsos testigos, o los testigos amañados que pululan por los despachos judiciales y con los personajes, muchos de ellos políticos, que los rodean. El administrador de justicia debería tener la capacidad para determinar quién miente. Si no la tiene, la historia de Colombia se seguirá moviendo al vaivén de los intereses oscuros.
En nuestro país, quienes administran justicia, parecen estar atrapados entre los testigos, la política, las redes sociales, la prensa y los ciudadanos del común. Pero eso no es todo. Lo más grave es que parecieran estar jugando, a los “falsos positivos”: a volver sus actuaciones un espectáculo que se vea, que sea notorio y les permita mostrarse, ante un público que exige cada vez más resultados, como pequeños reyezuelos. Ese afán de protagonismo, de publicidad, de mercadeo le está haciendo mucho daño a Colombia como nación y a la misma administración de justicia, que pierde credibilidad a pasos agigantados.
Son desoladoras las puestas en escena de capturas de personajes y patética la actuación de los medios de comunicación frente a ellas. Pareciera que en unos y otros prima el morbo sobre su deber de actuar e informar. Son muchos los ejemplos: uno de esta semana, la captura del Gobernador de Antioquia, Anibal Gaviria.
En diversas columnas he sido reiterativo en que la justicia debe actuar, pero en su administración se presentan circunstancias que van en contra de un escenario propicio para dilucidar los hechos que le atañen. El país tendría una mejor administración de justicia: más eficiente y eficaz, si evitara las filtraciones a los medios de comunicación y el espectáculo de detenciones e informaciones sobre investigaciones en curso. La reserva es clave fundamental a la hora de investigar.
Repito, además, va siendo hora de eliminar el mecanismo de las detenciones preventivas. ¿Cómo así que me detienen por si soy culpable? Y, ¿cuántas personas pasan meses y años esperando una condena?
ANTES DEL FIN
En todo lo malo que le pasa a Aníbal Gaviria, a quien deseo pueda demostrar su inocencia, hay algo bueno: su cercanía con el periodismo antioqueño. Quizás, por lo menos, estos periodistas entiendan el mal que se le hace a la gente y a la justicia con la divulgación de investigaciones judiciales y la detención de las personas implicadas en ellas. repito, tan solo investigaciones.
Caracol que se duerme se lo lleva RCN. Se va acabando el reinado del Canal Caracol en sintonía… pero es que El Escamoso jamás podrá hacer nada frente a Betty. Eso sí, en noticias Caracol mejora cada día, excelente Mauricio Gómez.
Y vamos a cumplir un año en pandemia. Este tiempo se prolonga y el gobierno Duque pasará a la historia como el gobierno de Los Tiempos del Coronavirus.
Puede ver: LAS MÚLTIPLES MUERTES DE UN CRIMEN https://eligiopalacio.com/2017/05/31/las-multiples-muertes-de-un-crimen/