LA IZQUIERDA COLOMBIANA Y LOS ESTADOS UNIDOS
Eligio Palacio Roldán
La Real Academia de la Lengua Española define la palabra izquierda, en una de sus acepciones como “Conjunto de personas que profesan ideas reformistas o, en general, no conservadoras”. “En política, la izquierda es el sector del espectro político que defiende la igualdad social y el igualitarismo, frecuentemente en contraposición a las jerarquías entre individuos”, dice Wikipedia.
Formado en la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, en la década del ochenta, y en la Universidad de Antioquia, en la década del noventa, siempre estuve muy cerca a la izquierda. Algunas de las imágenes más presentes en mi memoria se refieren al tres de diciembre de 1982 cuando el presidente de los Estados Unidos, Ronal Reagan, visitó a Colombia, por cinco horas, era la primera vez que presenciaba una protesta universitaria: se quemaba la bandera del país del norte, en un improvisado “altar” donde reposaba junto a algunas botellas de Coca Cola y unas cajetillas de cigarrillos Marlboro, algunos estudiantes comenzaron a lanzarle piedras a los soldados y ellos se abalanzaron tras nosotros, en el barrio Carlos E. Restrepo los habitantes cerraban las puertas de los pequeños edificios. Imperaba el terror.
Desde entonces, percibí que izquierda era sinónimo de rechazo a los gobiernos de los Estados Unidos, pero “Cambia, todo cambia” como cantara Mercedes Sosa y repitieran los militantes de la izquierda colombiana una y otra vez en esos años de universidad. Y sí que todo cambió.
Colombia tiene el primer presidente de izquierda de su historia, Gustavo Petro, y no solo no rechaza al gobierno de los Estados Unidos, sino que lo busca como aliado de su mandato y de su estrategia para normalizar la situación de Venezuela, donde hace más de dos décadas la izquierda mantiene al pueblo en la ruina. Bueno, son parte de las estrategias de los juegos de poder, dicen algunos y tal vez tengan razón, los que no tienen razón son los militantes de la izquierda colombiana que han inundado las redes sociales pletóricos de alegría porque se reunieron Petro y Biden y comparan la reunión con la frustrada entre el presidente de Estados Unidos e Ivan Duque cuando ocupó el primer cargo de la nación.
Años después de haber egresado de las dos universidades públicas que se asentaban en Medellín, a finales del siglo XX, mis excompañeros de izquierda se convirtieron en adinerados hombres de derecha a los cuales se les olvidaron los principios de igualdad y de justicia social, obvio, también, su resistencia contra los Estados Unidos, incluso muchos pasan largas temporadas allí. ¿Les estará pasando lo mismo a los militantes de la izquierda?, ¿su rechazo a los Estados Unidos estaba amparado en celos por no ser los preferidos del gobierno americano, algo así como los celos por el padre, el profesor o el jefe, es decir falta de afecto? ¿será que ahora la derecha colombiana se sentirá abandonada y emprenderá protestas contra el gobierno americano?.
Por un día, el M19 no celebró su aniversario 53 con la visita de uno de sus combatientes a la Casa Blanca. Definitivamente Julio Numhauser, compositor de “Cambia, todo Cambia” y fundador del Grupo Quilapayun, además de ser un gran artista, fue un verdadero profeta sobre la realidad actual de la izquierda colombiana.
ANTES DEL FIN
La reforma a la salud, todas las reformas, terminarán siendo aprobadas por el Congreso, a punta de “mermelada. En este aspecto, en Colombia nada cambia.
Parques del Río es un verdadero oasis en al convulsionada Medellín, ya llegaron los vendedores ambulantes con su música estridente, pero por ahora no se inunda de basuras como el resto de la ciudad.
Fracasa la telenovela Ventino de Caracol por prefabricada.