¿OSCAR IVÁN PRESIDENTE?
Eligio Palacio Roldán
¿Si logró camuflarse Santos entre los “furibistas” y entre la mayoría de los colombianos por qué no habría de lograrlo Oscar Iván?
Conocí a Oscar Iván Zuluaga, en la segunda mitad del año 2009, como conferencista en uno de los Diplomados que organiza El Club de La Prensa, en Medellín; era Ministro de Hacienda en el segundo gobierno de Alvaro Uribe. El funcionario se desenvolvió bien pero, como todo buen político y alumno aventajado de Uribe, no respondía las preguntas. Las eludía con largas retahílas, de las que no se concluía nada.
Desde ese entonces lo he seguido en sus entrevistas de radio, televisión y prensa haciendo un gran esfuerzo porque me parece muy cansón, dado su estratégico parecido con Uribe. Sobre el tema, escribí el pasado 25 de abril en http://www.eligiopalacio.com “Oscar Iván Zuluaga, segundo en la medición de la Revista Semana, con el 7%, con “voticos” en Caldas, tiene la peor estrategia para hacerse elegir: habla como Uribe, se ríe como Uribe, se peina como Uribe, sonríe como Uribe y quiere ser igual a Uribe, pero no lo es. Tan solo parece una triste caricatura, un muñeco reencauchado. Y digo triste, porque, ni siquiera, genera risas”.
Pues bien, el pasado 26 de octubre Oscar Iván Zuluaga fue “elegido” como candidato a la presidencia por el uribismo y parecería que me tocará tragarme mis palabras, porque lo que para mí era fatal parece ser una bendición para los uribistas. Bueno, por lo menos para los antioqueños. Este fin de semana varios “furibistas” me dijeron que mis afirmaciones no eran ciertas, que lo que pasa es que Oscar Iván se identifica con las ideas de Uribe y que hay que votar por él, porque es el señalado por el expresidente.
Estos conceptos me parecieron en un comienzo risibles, pero viendo la vehemencia con que mis contertulios afirmaban que votarían por Oscar Iván, porque así lo indicaba Uribe, y recordando otras columnas escritas en este Blog sobre la orfandad de Colombia sin Uribe y de Venezuela sin Chávez, y teniendo en cuenta que Maduro fue elegido como presidente de Venezuela por un muerto; llegué a la conclusión que Oscar Iván podría ser elegido por un vivo, tan vivo, como Uribe; y que si las elecciones fueran en Antioquia, Córdoba, Viejo Caldas, Cesar y Valle del Cauca, Oscar Iván sería presidente. En estas regiones el “furibismo” reina.
Es cierto que Uribe fracasó en padrinazgos en las candidaturas a las alcaldías de Bogotá y Medellín y a la gobernación de Antioquia, pero también es cierto que eligió a Juan Manuel Santos; bueno, o Santos fue tan hábil que, a pesar de las diferencias culturales, intelectuales y de temperamento con el expresidente, hizo creer a Uribe y a los “furibistas” que era lo mismo votar por él que por el patriarca de los colombianos, y resultó elegido. Y, ¿por qué no puede hacer lo mismo Oscar Iván?, lleva años trabajando en ello y es mucho más parecido a Uribe que Santos: comparten el mismo origen campesino y paisa, son lejanos a la “rancia oligarquía bogotana”. ¿Si logró camuflarse Santos entre los “furibistas” y entre la mayoría de los colombianos por qué no habría de lograrlo Oscar Iván?
Tendremos bastante de Santos, Oscar Iván y Uribe en los próximos meses y las variables a analizar serán muchas; entre ellas, si las Farc tendrán la capacidad para volver a elegir presidente.
ANTES DEL FIN
He sostenido en columnas anteriores que en Colombia llegó el momento de una tercería; sin embargo no creo que sea Navarro: si llega a la segunda vuelta con Santos resurgirá la Unidad Nacional alrededor del presidente; nuestro país no está preparado para un presidente exguerrillero, por culpa de las Farc. En ese escenario, a la tercería que le veo mayor futuro es a la de una Nohemí o una Martha Lucía Ramírez; ellas tendrían al Uribismo a su favor, en una segunda vuelta. Quizás haya llegado el tiempo para una mujer en la Presidencia de la República.