MUNDO FRÁGIL

MUNDO FRÁGIL

Eligio Palacio Roldán

Frágil: “quebradizo y que con facilidad se hace pedazos”. Así son todas las cosas de este mundo: la fortuna, el amor, la salud, el trabajo, la vida misma. Los gobiernos, las naciones, la patria. “Porque nada es para siempre”, todo acaba. Y ese “siempre” resulta siendo tan corto.

La fragilidad es una de las características que denotan el día a día del humano y que, sin embargo, no se percibe como tal. En su actuar el hombre pareciera gritar a los cuatro vientos su eternidad imposible, su dramática carrera tratando de escapar de la muerte de su entorno y de sí mismo; esa fragilidad llega en algún instante como una “leve brisa del ayer” que te carga de nostalgia y te indica que los aconteceres y las gentes que los protagonizaron ya son pasado. Incluso tú mismo.

Puede ver: LEVE BRISA DEL AYER https://eligiopalacio.com/2022/01/16/leve-brisa-del-ayer/

En Medellín se percibe la fragilidad, de la otrora tacita de plata, en las basuras que se esparcen por sus calles, en la suciedad de andenes y paredes, en el tráfico sin control, en la delincuencia rampante, en el olor a mierda y orín de sus parques. En Colombia, en el deterioro ético de gobernantes, empresarios y ciudadanos comunes y corrientes; en la inflación y el alza del dólar incontrolables; en instituciones otrora tan importantes como el ejército en los relatos de los falsos positivos, en la policía en la corrupción que salta a la vista y en la iglesia católica en las historias descarnadas del abuso de menores. En el mundo, en la guerra, en la crisis económica post pandemia, en la amenaza latente de una nueva peste que llegue a acabar con todo y con todos, en la contaminación que nos ahoga y en una crisis climática sobre la que se habla mucho y se hace poco.

La fragilidad en el hombre se hace presente con la pérdida del trabajo, el descubrir el desamor y la traición, en los fracasos de la rueda de la fortuna; pero en especial en el deterioro de la salud física y/o mental.

La sociedad del siglo XXI que nos tocó habitar lucha por su bienestar individual en un egoísmo quizás sin precedentes en la historia de la humanidad y, de paso, olvida su responsabilidad con su entorno y con el otro y cualquier esfuerzo que se le pida le parece injusto e inadecuado por la simple razón de que se cree el rey del universo: merecedor de todo a cambio de nada. Es el hombre de nuestra era.

ANTES DEL FIN

La ola invernal que azota a Colombia demuestra la fragilidad de nuestras vías, de nuestras viviendas, de nuestra capacidad de reacción; de la ausencia del estado en tiempos de calamidad.

Los medios de comunicación en Colombia: radio, prensa y televisión se hunden en la falta de creatividad: ya no dicen nada, se dejaron ganar la partida de las redes sociales.

Y pues bueno, “desde septiembre se siente que llega diciembre”, ojalá la navidad que llega, la tercera después del COVID traiga buenas cosas para todos.

Los invito a disfrutar de la NAVIDAD https://eligiopalacio.com/navidad-2/

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