LA HISTORIA, LAS HISTORIAS

LA HISTORIA, LAS HISTORIAS

Eligio Palacio Roldán

“Al explicar cualquier guerra siempre se muestra remiso por explicar claramente quien venció y fue vencido”

Patxy Andión – El Maestro

En mis tiempos de escuela y de colegio había un curso que se llamaba Historia, en ese entonces el estudiante se tenía que aprender de memoria y hasta recitar fechas y nombres de héroes, batallas, guerras, triunfos, derrotas, malos y buenos, ante un profesor que infundía miedo al errar alguna respuesta. Después, en Ingeniería, hice tres o cuatro cursos más de historia, pensando un poco más sobre los sucesos del pasado de Colombia y la humanidad, pero solo fue hasta hace un par de años, quizás, que comprendí que la historia no existe, tan solo existen las historias.

Entre las acepciones de la palabra historia, dados por la RAE, están: narración y exposición de los acontecimientos pasados y dignos de memoria, sean públicos o privados y conjunto de los acontecimientos ocurridos a alguien a lo largo de su vida o en un período de ella, entre otros. El problema es que esos acontecimientos ocurridos en la línea del tiempo de las personas y las naciones, de que habla el significado de la palabra, están relatados por el hombre y éste ha sido incapaz de entenderlos con objetividad porque como lo he expresado en múltiples ocasiones la realidad está permeada por la incapacidad del ser humano de percibir la realidad.

Es por esta razón que, por ejemplo, el célebre maestro de la canción de Patxy Andión no puede explicar claramente en una guerra quien venció y fue vencido. Lo mismo sucede en Colombia donde la dualidad se presenta en cada hecho político, en una confrontación tal que el pensamiento cerrado, terquedad, soberbia y la incapacidad de escuchar al otro han frustrado la posibilidad de entender pasado, presente y futuro de la nación. En Colombia es tan dramática la situación que hasta se nombró una “Comisión de la Verdad” cuya verdad es igual o quizás más sesgada que la que relataban mis profesores de tiempos pasados.

El antagonismo, llevado a los extremos, se traduce en sectarismo y esa precisamente es la tragedia de nuestro país, tragedia que no nos permite ni siquiera leer o analizar los proyectos de ley que se presentan en el Congreso y mucho menos analizar las objeciones que se hacen, una iniciativa no es buena o mala en sí, lo es dependiendo de su origen, de quien la presenta. Prisioneros de esa dinámica, es imposible encontrar el camino para solucionar las dificultades que atraviesa el país, máxime si unos y otros utilizan, sin escrúpulos, las herramientas electrónicas, de mercadeo y publicidad para manipular la opinión pública.

Obviamente, para ver, “analizar y considerar” y concluir se hace necesario reconocer que no se es dueño de la verdad porque, entre otras, esta no existe. La terquedad, la egolatría y la falta de humildad de los gobernantes, en últimas, se traduce en desprecio por sus gobernados y la falta de apertura mental de los humanos hace que la historia no exista y que solo hayan múltiples historias.

ANTES DEL FIN

El tiempo pasa vertiginosamente, esta semana comenzó el mes de mayo y los colombianos se sumergen en las campañas electorales con miras a las elecciones de octubre y, otra vez, las historias amañadas de nuestra realidad se multiplicarán en las voces de los candidatos.

Alboradas y anocheceres cargados de naranja y rojo, que estremecen a los humanos sensibles, parecen ser el preludio del fenómeno del niño, otra tragedia al igual que el invierno, que tendremos que afrontar los transeúntes de la tierra por estos años.

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2023, OTRA VEZ ELECCIONES

2023, OTRA VEZ ELECCIONES

Eligio Palacio Roldán

Comienza el 2023, otro año electoral, más intenso, más dinámico, y más pasional que el anterior, debido a la cercanía de las gentes a los candidatos a concejos y alcaldías en pueblos y ciudades, a lo largo y ancho del país. Otra vez, los candidatos sacarán lo mejor de si para impresionar a sus electores, otra vez, los electores se entrelazarán en discusiones inútiles tratando de demostrarle al otro que su candidato es el mejor, otra vez, llegarán miles de ofertas de campañas publicitarias, de ayudas “desinteresadas” y de voluntarios sin ambiciones “personales”, hasta que demuestran lo contrario, después del triunfo.

Algunos analistas predicen un año trascendental para la historia política del país, indican que habrá un avance considerable de la izquierda y que, seguramente, tendrán en sus filas un número importante de mandatarios locales electos, otros piensan que la derecha se recuperará dado los malos gobiernos de ciudades importantes como Medellín y Cali. Terminadas las elecciones, unos y otros se mostrarán triunfantes, y lo serán, porque seguirán gobernando al país camuflados en los nuevos partidos o en otros creados para “combatir la corrupción”.

El 2023 seguirá siendo un excelente año para los políticos y para los vividores de la política, aquellos que se benefician de ella como industria: los dedicados a logística, publicidad, comunicaciones y al comercio de votos. También será un buen año para las gentes del común que se sentirán reconocidas, queridas e ilusionadas y para la población de menos recursos que recibirá dinero por su voto. Este año, seguirá siendo un mal año para Colombia y los colombianos, el país continuará en manos de gobernantes inescrupulosos que llegan a sus cargos para enriquecerse y no para ser “Servidores públicos”.

Y cuando se defina lo que dejó el año viejo, cientos de exmandatarios saldrán con sus bolsillos llenos de dinero y sus ambiciones de avanzar en la carrera política fortalecidas y unos gobernantes entrantes y sus seguidores convencidos que llegó su cuarto de hora, no para servir a una comunidad si no para enriquecerse.

Es posible que el panorama que presento sea muy oscuro, pero es el observado desde que tengo uso de razón y que se vio agravado con la elección popular de alcaldes, ojalá este año las cosas sean diferentes y se elijan buenos gobernantes, o al menos honestos. No creo, la capacidad de manipulación de las organizaciones políticas ha crecido de la mano de la publicidad, el mercadeo, las fake news, la poca capacidad de análisis, la ignorancia y la ambición desmedida de la población.

Puede leer: CARTA DE UN ALCALDE CORRUPTO https://eligiopalacio.com/2017/11/16/carta-de-un-alcalde-corrupto/

ANTES DEL FIN

Muy triste recorrer las calles de Medellín en la era Daniel Quintero: basuras, huecos en las vías, caos vehicular, indigentes, delincuentes, inseguridad.

Creo que el camino para solucionar la violencia en Colombia es la paz total, difícil lograrla en una sociedad enferma por el dinero fácil. Pablo Escobar transformó a Colombia, para mal.

La revaluación del peso frente al dólar da un respiro a la economía colombiana, ojalá derive en menor inflación, como habría de esperarse.

Y así, como el agua entre los dedos, se fue el primer mes del año 2023 y el sexto del gobierno Petro. “El tiempo pasa y se nos va la vida”.

GANAR Y PERDER EN LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES 2022

GANAR Y PERDER EN LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES 2022

Eligio Palacio Roldán

Terminó una de las elecciones más trascendentales del presente siglo; la más importante de nuestra historia dijo el presidente electo, Gustavo Petro, en la celebración de su victoria. En esta oportunidad, como siempre, se gana y se pierde. Veamos:

Gustavo Petro: Triunfó después de varios intentos y lo hace de manera transparente y con un gran respaldo popular. Su discurso logró convencer una sociedad esquiva a los discursos de izquierda. Su historia apenas comienza y tendrá que ser un buen gobernante por obligación, su oposición a los gobiernos democráticos del país desde 1.970 le implica un gran reto. Ahora está del otro lado y es de esperarse que sepa tolerar la oposición que seguramente será implacable con sus acciones y con su pasado.

La izquierda: Ganó por primera vez en la historia del país. Ese triunfo al igual que el de sus líderes, Petro y Francia Márquez, son la retribución a un esfuerzo de muchos años y un compromiso que marcará el futuro de la tendencia política. Al igual que Petro estará del otro lado y tendrá la oportunidad de demostrar que sus teorías son las acertadas para el bienestar de los colombianos. Gana la izquierda latinoamericana e internacional, especialmente el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

La derecha o el antipetrismo: Ganó con más de diez millones de votos a su favor. Esa cifra permite pensar que con estrategias coordinadas pueden volver al poder fácilmente. Obvio, con una figura unificadora que hasta el momento no se perfila en el horizonte porque la edad de Rodolfo Hernández no le ayuda. Perdió el poder, lo dejó ir de las manos por no saber administrarlo, por usarlo y abusarlo, por la corrupción. En la oposición tendrán la oportunidad de reinventarse y reivindicarse aunque seguramente se mimetizarán en el gobierno para hacer de las suyas de nuevo. No en vano, el presidente electo tendrá que «conquistarlos».

Campañas políticas: Pedieron el rumbo, se extraviaron en la forma de hacer política, en la bajeza de sus acciones.

Los marginados: Triunfan indígenas, negritudes, población Lgtbiq, las víctimas de los “falsos positivos” y la población de la Colombia alejada del centro del país. Su representación en el ejecutivo crecerá aún más, porque ya la tiene.

Julián Bedoya, Roy Barreras, Piedad Córdoba, Iván Cepeda, Ramiro Suárez, detenidos de La Picota, entre otros: A pesar de ser cuestionados por la opinión pública, su apoyo no opacó el triunfo de Gustavo Petro y ahora están en el poder. Seguramente continuarán en él y serán los directos beneficiarios del gobierno Petro.

Fecode: La Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación, el poderoso sindicato de los profesores, que poco ha hecho por la educación en Colombia, ganó. Su discurso continuado, de muchos años, en contra del estado dio sus frutos. Sería deseable que ahora si trabajen ya que no tendrán que dedicarse a la oposición política.

Redes sociales: Ganaron como herramienta de propaganda política y estrategia electoral a pesar de las falsedades que difundieron y la mezquindad de los manipuladores de la opinión pública que las utilizaron.

Jóvenes: Impusieron su visión de país, cargada de mucho optimismo, en ocasiones ilusoria y con el desconocimiento generalizado de la historia de Colombia. Los mayores de cuarenta años perdimos y nuestra visión ya es retrógrada.

La democracia: La gran triunfadora de la jornada.  Se le demostró a Colombia y al mundo que se puede elegir libremente y en paz y que la izquierda ha tenido y tuvo todas las garantías para llegar al poder. Se desploma la falacia de que el poder era solo para las élites.

La Registraduría: A pesar de los cuestionamientos previos a las elecciones, demostró que tenía la capacidad de respuesta al compromiso con Colombia y el mundo.

El gobierno Duque: Perdió porque entregó el poder a la izquierda por primera vez en la historia de Colombia; ganó por lo mismo: demostró que tan democrático fue. Pasada la presión de la oposición, con el pasar de los días, ganará el reconocimiento nacional e internacional.

Álvaro Uribe: Estas elecciones, su edad, desgaste y el rechazo por parte de una juventud mal informada hace que realmente su retiro sea el camino más seguro para el exmandatario. Ganó porque la presión sobre él disminuirá un poco. Su audiencia, ahora en la oposición, crecerá.

Alcaldes de Bogotá, Cali y Medellín: Otros triunfadores de la jornada electoral. La coincidencia de su tendencia política con el nuevo mandatario facilitará el desarrollo de sus iniciativas.

El periodismo: Su parcialización, ya conocida, lo dejó al desnudo. Se desmoronan figuras como Daniel Coronell, aunque su candidato llegue al poder, ahora se le pierde el filón con el que ha vivido los últimos veinte años: el Uribismo. Bueno, ya está encontrando otro: Jaime Gilinski. Igual suerte core María Jimena Duzán.

Medios de comunicación: Ganó el periodismo amarillista de las revistas Semana y Cambio, desafortunadamente. Perdió la radio que se quedó por debajo de las redes sociales; ganó la televisión, específicamente Caracol. La prensa quedó al margen.

Las Farc: Ganaron al igual que la izquierda. Bueno, siguen ganado desde el comienzo de las negociaciones del proceso de paz.

La corrupción: Quedó demostrado que los colombianos están “mamaos” de la corrupción y que hay una decisión de combatirla; claro, a la de la clase política solamente. Aunque hay muchos corruptos celebrando la llegada de Petro al poder, creo que no les será fácil reincidir.

La economía: Una incógnita. Por ahora pierde el sector minero energético por las decisiones del nuevo presidente sobre el sector.

Medio ambiente: Gana por la posición del presidente electo sobre el tema. No solo gana en Colombia sino el mundo entero.

Expresidentes: Ganan Samper y Santos -SANSAM-, pierden los demás.

Partidos políticos: Fueron borrados del mapa de Colombia. Tendrán que hacer un gran esfuerzo para resurgir.

Sergio Fajardo:  Ahí, como siempre, con su tibieza esperando una oportunidad dentro de cuatro años cuando llegue su cumpleaños número setenta.

Colombia: Al igual que Fajardo, ahí, aunque ganó con la limpieza de la jornada electoral; perdió por la radicalización de las tendencias políticas y la división del país.

Yo: Igual. A la expectativa por las promesas del presidente electo para el campo y de que no me expropien. Madrugando a las tres y treinta de la mañana a ordeñar las vaquitas.

ANTES DEL FIN

La mejor de las suertes para Colombia y los colombianos en esta nueva era, la era de la izquierda, la era Petro.

LLEGÓ LA HORA DE ELEGIR

LLEGÓ LA HORA DE ELEGIR

Eligio Palacio Roldán

“Escoger o preferir a alguien o algo para un fin”

RAE

“Hacerse elegir es entonces el arte de mentir y de lograr que esas mentiras sean aceptadas como verdad.”

Como bien lo define la Real Academia de la Lengua Española, elegir es escoger a alguien o algo para un fin. Llegada la hora de hacerlo, lo primero es determinar para qué fin elijo y a partir de ahí determinar qué o quién conviene más a mis intereses y a los de la nación, si tengo algo de sensibilidad social que trascienda los intereses particulares.

Este domingo se desarrollará la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia para el período 2022-2026 Cómo saber, en ese escenario, ¿quién le conviene a mis intereses y a los de mi comunidad? Sencillo, primero definir esos intereses y luego descubrir en cada una de las propuestas de los candidatos las que más se acercan a ellos y votar por quienes los encarnan, no de labios para afuera sino desde su ser interior.

El mercadeo político, desde siempre, así no se le conociera como tal, ha tratado de identificar esos intereses, esos deseos, de la población para los candidatos acomodarse a ellos, convirtiéndose en productos consumibles por los electores cuyo pago es un voto, una elección.

El producto, candidato, de estas elecciones, si tiene verdadera “ambición” de poder, debe responder, entre otros, a los siguientes requerimientos.

  1. Ser anti uribista: decir que fue el peor presidente de Colombia en toda su historia, que es un criminal y que merece ser condenado.
  2. “Pasar de agache” ante los crímenes de las Farc, decir que no han cometido ningún delito y que si lo hicieron fue para defender a la población de la opresión.
  3. Condenar la clase política, tacharla de corrupta, así se encuentre inmerso en ella y haber sido protagonista de varios hechos de corrupción
  4. Hablar mal de los ricos y de los empresarios, sostener que son los culpables de su pobreza, y prometer que sobre ellos recaerá la carga tributaria.
  5. Prometer satisfacer las necesidades y los sueños de cada uno de los electores, así no existan los recursos necesarios para lograrlo.
  6. Aprovecharse de los resentimientos de todos y cada uno de los que por diversas circunstancias se han sentido excluidos: pobres de dinero y de espíritu, mujeres, campesinos, obreros, negros, población lgtbiq, etc.
  7. No censurar la idiosincrasia actual del pueblo colombiano, lleno de personas que se creen merecer todo sin hacer mayores esfuerzos, al estilo narcotraficante.
  8. Afirmar, que el narcotráfico es problema de Estados Unidos y que como víctimas no podemos hacer nada para combatirlo.
  9. Criticar al presidente Duque, endilgarle todos los problemas del país y no reconocerle ningún mérito.
  10. Decir que a partir del siete de agosto todo va a cambiar y que llegaremos a una etapa de prosperidad. Eso sí, sin dar mayores explicaciones de cómo lograrlo.

Además de responder a estos requerimientos, entre otros, el aspirante a gobernarnos tiene que lograr que le crean, así una vez en el gobierno se olvide de lo prometido o haga todo lo contrario a lo expuesto en campaña; a manera de ejemplo, ¿cuál de los presidentes de la historia reciente de Colombia, cuando candidato, no ha prometido que no incrementará los impuestos? Incluso, Juan Manuel Santos aseguró firmar esta promesa en piedra o en mármol, en un debate con Antanas Mockus, el 25 de mayo de 2010.

Hacerse elegir es entonces el arte de mentir y de lograr que esas mentiras sean aceptadas como verdad. Así que no crea en las promesas de ninguno de los candidatos. Para escoger por quien votar mire otros elementos como antecedentes, trayectoria, coherencia, liderazgo, razonabilidad de sus propuestas; pero sobre todo sus actos de vida.

ANTES DEL FIN

29 de mayo de 2022, una fecha trascendental en la historia de Colombia y de la de cada uno de los colombianos.

IGNORANCIA, POBREZA E INGENUIDAD

IGNORANCIA, POBREZA E INGENUIDAD

Eligio Palacio Roldán

Esta semana en el programa de Julio Sánchez Cristo, en La W, que retoma lo mejor de la radio de ayer y lo conjuga con la de vanguardia, un oyente alarmado llamó a poner una denuncia; según él la sede de la Registraduría de Valledupar había sido incendiada para quemar los tarjetones del candidato Gustavo Petro y así evitar su victoria.  Los periodistas, muy acuciosos, le aclararon que los tarjetones estaban en Bogotá y no habían sido trasladados aún a la bella capital del Cesar, olvidaron aclararle a él y a los oyentes que para la presidencia solo existe un tarjetón, que contiene los distintos candidatos, y que si se queman se perjudican todos los que aspiran a suceder al presidente Duque.

Esta anécdota es una de tantas de las falacias que se esparcen por los aires de Colombia cual tormenta de arena y cuyo único propósito es demeritar a uno u otro candidato, movimiento político; y más grave aún, al mismo estado.

La pobreza en Colombia, al igual que en todo el mundo, ha crecido ostensiblemente en los últimos dos años, como lo decía en columna anterior por efectos de la pandemia, la crisis del comercio internacional y la guerra entre Rusia y Ucrania. Los alimentos, los insumos para producirlos y los bienes en general escasean y la inflación se convierte en la principal preocupación de las autoridades monetarias en todo el mundo.

Puede ver: LA ALDEA DE LA ECONOMÍA Y LA POLÍTICA https://eligiopalacio.com/2022/03/26/la-aldea/

La combinación de pobreza e ignorancia convierten al pueblo colombiano en presa fácil de vendedores de ilusiones; no en vano, uno de los negocios más fértiles por estas tierras son las apuestas. En el primer semestre del año 2021, esta industria reportó ingresos por 19.48 billones de pesos, con un crecimiento del 100% sobre el mismo período de 2020, no hay barrio o poblado por remoto que sea que no cuente con un establecimiento de comercio dedicado al “chance” y ni que decir de los miles de colombianos que caen en manos de inescrupulosos que estafan a diario con las llamadas pirámides.

Ahora, como nunca, es el tiempo de esos vendedores de ilusiones, miles de colombianos respiran un aire de ensoñación que los lleva a algo así como el país de las maravillas: a partir del próximo siete de agosto habría un presidente que automáticamente nos sacará de la pobreza, nos brindará oportunidades de educación y empleo para todos, la salud ya no tendrá ninguna dificultad y tendremos bienes y dinero para gastar y gastar sin mucho esfuerzo.

Días grises se vislumbran para Colombia. Es imposible transformar la cruda realidad, agravada por la situación económica internacional que nos desborda. En un abrir y cerrar de ojos se producirá un duro despertar: si sale triunfante el vendedor de ilusiones no tendrá como satisfacer los anhelos de miles de pobres y el desencanto será peor que la ensoñación que los embarga; si pierde, tendremos otros cuatro años de protestas continuas contra el gobierno, en desmedro del país y en especial de los mismos pobres que son utilizados una y otra vez. En uno u otro caso, los corruptos de siempre seguirán apoderándose del dinero que todos los colombianos entregamos, vía impuestos, para el bienestar y desarrollo de la sociedad.

ANTES DEL FIN

Termina esta semana una de las mejores telenovelas de los últimos años; mejor por su puesta en escena, actuaciones y en especial por su contenido esperanzador a pesar de las dificultades. Hablo, desde luego, de Arelys Henao – Canto para no Llorar.

El tiempo pasa rápido, comienza la tercera Semana Santa en los tiempos del coronavirus, un poco más normal. El turismo seguramente se reactivará para ayudar a un gremio muy aporreado durante la pandemia.

Puede ver todo sobre la SEMANA SANTA en https://eligiopalacio.com/tag/semana-santa/

LA TRISTE GRADUACIÓN DE LA IZQUIERDA Y LA DERECHA COLOMBIANAS

Eligio Palacio Roldán

El tres de noviembre de 2011 escribí una columna en la que relataba como la izquierda hacía su tarea para tomarse el poder en Colombia y como la derecha le colaboraba en ese propósito. Pues bien, las elecciones parlamentarias del pasado 13 de marzo fueron la terminación de algo así como un diplomado o una carrera; fue la graduación de ambas tendencias políticas: la izquierda con honores obteniendo el título de manipuladora profesional y la derecha en estupidez pues no fue capaz de gobernar para detener el proceso de venezolanización del país; parece  increíble que se lo hayan entregado a un sistema político que está demostrado no funciona y que va en detrimento de la calidad de vida de toda la población, incluso de las clases menos favorecidas que dicen defender.

Puede leer: LAS TAREAS DE LA IZQUIERDA Y LA DERECHA https://eligiopalacio.com/2019/11/03/las-tareas-de-la-izquierda-y-la-derecha/

El panorama para escoger el nuevo presidente de Colombia es desolador. Todo parece indicar que el triunfador será el representante de la “Colombia Humana”, Gustavo Petro, un populista que con sus narrativas recoge las fantasías de un electorado al que tiene hipnotizado al mejor estilo Scherezada, en Las Mil y Una Noches; ella, gracias a su febril imaginación detuvo su muerte a manos del Sultán Schariar al que conquistara para sí por el resto de su vida. En la novela de amor entre Petro y Colombia no habrá un final feliz sino, estoy seguro, la pesadilla de que en unos años vivamos una triste realidad al estilo de Argentina, Cuba o Venezuela. A mi edad, 59 años, creo me espera la desolación de una vejez viendo cómo se derrumba lo construido en toda mi vida y en la de miles de colombianos y, quizás, al estilo cubano, en un andén disimulando el hambre a punta de ron y tabaco.

¿Y, por qué ganará Petro? Simple, porque está preparado para hacerlo y la oposición, también al estilo de Venezuela, no supo escoger un líder que la aglutinara y que tuviera el país en la cabeza.

De Sergio Fajardo, un hombre inteligente, que un día fue buen gobernador de Antioquia, hay que decir que se enredó en un lenguaje mediador que no define, no decide, no comunica; parece perdido en medio de la nada.

Ingrid Betancourt, símbolo de la maldad de la izquierda, ha vivido perdida desde antes de su secuestro, en su imaginario. Excelente escritora.

Rodolfo Hernández, al igual que Petro, se pierde en el populismo.

Enrique Gómez Hurtado, un gran hombre de un tiempo que ya pasó.

Quedan otros pocos como Luis Pérez cuyo ego no le permite estar por fuera de la baraja presidencial donde ya hay dos exalcaldes de Medellín y cuya aspiración máxima podría ser un ministerio en la era Petro.

Y pues queda Fico, Federico Gutiérrez, la esperanza para muchos. Un muchacho bien, sin líos de corrupción pero que tiene mucho por madurar, por estudiar, por aprender. Y no solo de Colombia si no como ser humano. De ser presidente le tocaría hacer un curso acelerado sobre la realidad del país y del mundo y dejar las poses de superhéroe que solía adoptar, haciendo el ridículo, siendo alcalde de Medellín.

De ganar Fico, las elecciones, habría que decir que se encontró la presidencia de la república, así como sucedió con Cesar Gaviria en 1990.

ANTES DEL FIN

Escuchando al candidato Gustavo Petro, me vienen a la memoria los días en que creía en las adivinas de la suerte. Ellas soterradamente iban indagando sobre aspectos de mi vida y en la medida que obtenían información me retroalimentaban con lo que yo decía. Salía feliz de las citas para luego comprobar que me estafaban. Es muy fácil ser popular o tener credibilidad cuando se dice lo que el otro quiere escuchar.

El lunes 14 de marzo en 6AM de Caracol Radio y en La W felicitaron a Roberto Pombo y Vanesa de La Torre por “el excelente cubrimiento de las elecciones”. No hay tal, una transmisión muy por debajo de las que en su tiempo hizo Darío Arismendi y ni que decir de las que hacía el maestro Yamid Amat. En esta oportunidad ganó la televisión que cada vez le roba más público a la radio. Impecable la transmisión de Caracol Televisión, excelente María Lucía Fernández desde la Registraduría.

Y hablando de las transmisiones llegan a mi memoria las cien horas ininterrumpidas en Caracol, en las elecciones de 1982, única vez en que Yamid Amat no acompañó una de sus aventuras todo el tiempo. Dicen que no soportó la derrota de su jefe político Alfonso López Michelsen.

¿CÓMO VOTAR ESTE DOMINGO?

¿CÓMO VOTAR ESTE DOMINGO?

Eligio Palacio Roldán

Son tiempos de peste, guerra. Ojalá no de malas decisiones.

Lo primero es tomar la decisión de votar, establecer por quién hacerlo y ubicarlo visualmente en el tarjetón, para ello los modelos están disponibles en diferentes páginas de internet y en manos de cada una de las campañas políticas. El domingo, hacer un último esfuerzo por pensar qué es lo que más le conviene al país y dirigirse al respectivo puesto de votación a primera hora.

La decisión de votar no es tan simple como parece, Colombia ha tenido históricamente una abstención en las elecciones parlamentarias superior al cincuenta por ciento (51% en 2018 y 56% en 2014), debido a varios factores como la desconfianza en la clase política, los continuos escándalos de corrupción, un sistema electoral complejo y un procedimiento para votar confuso para una población distante del tejemaneje electoral.  No es el momento, pero el gobierno nacional debiera invertir más en pedagogía electoral y ojalá se simplificara el ejercicio democrático que ha avanzado muy poco, de cara al ciudadano, en tiempos de la internet. El domingo serán dicientes los votos nulos y/o no marcados.

Más allá de las dificultades para votar y para encontrar un candidato que interprete los anhelos la primera decisión es participar. Teniendo en claro qué se quiere y por qué se desea, dar un vistazo corto a las ideologías de los diferentes movimientos políticos, con el que mayor identificación se encuentre seleccionar algunos candidatos para referenciarlos y con información sobre sus principios y ejecutorias elegir en el pensamiento y luego frente a las urnas.

El próximo trece de marzo, tal vez como nunca, está en juego el futuro de Colombia. Es hora de rechazar la corrupción que comienza con pequeñas lisonjas, la compra de votos y las promesas imposibles de cumplir. Ese día será el momento de demostrar la madurez para participar sin atender presiones de ninguna índole. No se trata de pelear con nadie por fanfarrón que sea, el momento de la “venganza” está frente al tarjetón en un acto íntimo y secreto. También, asimilar que no se vota por el favorito en las encuestas o en los grupos sociales si no por el que tenga alguna afinidad con las ideas propias. No se vota para ganar, se hace para participar y defender los ideales personales.

Terminadas las elecciones parlamentarias se vienen las para escoger al presidente del cuatrienio 2022-2026, elecciones más simples en el procedimiento, pero más trascendentales en la vida de Colombia y de los colombianos. Desde el lunes, la tarea será ver, escuchar, leer y descifrar el futuro que nos espera con cada uno de los posibles sucesores de Iván Duque.

Que los fuegos fatuos no obnubilen la mirada de cada colombiano en esta y las demás elecciones para este año, sería otra tragedia más en la dolorida historia del país. ¡MUCHO CUIDADO!

Son tiempos de peste, guerra. Ojalá no de malas decisiones.

ANTES DEL FIN

Entra en la recta final el gobierno Duque, un gobierno al que la prensa golpeó incesantemente al estilo de lo sucedido con Andrés Pastrana en el cambio de siglo.(1998-2002). Hay que fiscalizar, claro, pero se debe tratar de ser medianamente objetivos.

Impactante, bien hecha y hermosa la publicidad de Germán Vargas Lleras en la televisión colombiana. Publicidad con sentimiento. Qué bueno que la política se contagiara de arte; bueno, de arte diferente al de engañar a la sociedad.

Concluyó esta semana una nueva temporada de uno de los mejores programas de la televisión colombiana: Yo me Llamo, un canto a la alegría y a la esperanza en un país necesitado de emociones positivas. Felicitaciones Caracol Televisión y a sus realizadores.

¿POR QUIÉN VOTAR PARA EL SENADO?

¿POR QUIÉN VOTAR PARA EL SENADO?

Eligio Palacio Roldán

Nacido en un hogar humilde, en las montañas de Antioquia, me he hecho un lugar en el mundo gracias a mi esfuerzo y persistencia y al apoyo de mi familia y del estado colombiano; no en vano, fui formado en las dos mejores universidades públicas del país (Nacional y de Antioquia) y he trabajado para el gobierno colombiano toda mi vida. Fruto del trabajo he podido realizar algunos viajes por el mundo; los dos últimos La Habana–Cuba y Alaska–Estados Unidos; en esos viajes he aprendido a diferenciar entre la estrambótica alegría de los norteamericanos, la sonrisa cálida de los latinoamericanos que pretenden salir adelante en el país del norte y la trágica amargura de los cubanos en su país y de los venezolanos que inundan las calles y los campos de nuestra Colombia.

Esa percepción ratifica mi creencia de que es mejor una democracia imperfecta como la colombiana o la de Estados Unidos a una dictadura como la de Cuba o Venezuela. Colombia comienza a repetir la historia del vecino país, pero como expresa el dicho “nadie experimenta por cabeza ajena” y todo indica que las próximas elecciones presidenciales cambiarán el rumbo de nuestra patria.

Hace veinte años cuando Colombia se rindió a los pies de Uribe, como lo hace hoy con el candidato Gustavo Petro, decidí votar por Jorge Enrique Robledo para el Senado de la República; lo hice, porque creí que en unas mayorías unánimes como las que existían alrededor del pensamiento del presidente era necesaria una voz recia, contundente y clara en la oposición. No me equivoqué, su labor ha sido muy buena en estos veinte años de la era Uribe y aunque ha tenido dos o tres salidas en falso su trayectoria es de admirar.  A pesar de las bondades del candidato Robledo, esta vez, no votaré por él y no lo haré porque ideológicamente está en el mismo lado del posible nuevo presidente de Colombia.

Siempre se ha dicho que en Colombia un gobierno de izquierda no podrá ser radical porque no tendría el apoyo de las Fuerzas Armadas y del Congreso. No hay tal, las primeras se dividieron en el gobierno Santos con la firma de los acuerdos de paz y es fácil seleccionar comandantes afines con el gobierno de turno y en cuanto a los congresistas, ¡pobre Colombia! son coaptados por el presidente de turno a cambio de prebendas; es más del candidato de turno con la simple expectativa de la triste, amarga y pegajosa “mermelada”.

En las elecciones del trece de marzo votaré, entonces, para el Senado por una persona del mismo perfil de Robledo, pero de derecha; esa persona debe tener los “calzones bien puestos” así sea una mujer; una mujer clara, frentera, sin pelos en la lengua y dispuesta a luchar por lo que hemos logrado a lo largo de la historia, sin dejarse manipular por el gobernante de turno y que pueda ser vocera del pueblo colombiano ante organismos internacionales.

ANTES DEL FIN

Muy triste la parcialización de los medios de comunicación en Colombia: mientras persiguen implacablemente a unos se hacen los de la vista gorda frente a los otros. Denigrante el publirreportaje que le hicieron esta semana a Piedad Córdoba en Caracol Radio.

Con récord de sintonía la telenovela sobre la vida de Arelys Henao demuestra que se puede utilizar este género televisivo para contar historias constructivas de gentes comunes y corrientes que son un ejemplo a seguir por las generaciones actuales y la demostración de que en Colombia se puede salir adelante. Gracias a Caracol Televisión.

Puede leer: ARELYS HENAO LA TELENOVELA https://eligiopalacio.com/2022/02/05/arelys-henao-la-telenovela/

2022 OTRO DESAFORTUNADO AÑO ELECTORAL

2022 OTRO DESAFORTUNADO AÑO ELECTORAL

Eligio Palacio Roldán

Me advirtió mi jefe, en una de las primeras conversaciones que tuvimos en el 2020, sobre las tragedias que traería el nuevo año, dado que era bisiesto. Sonreí entonces, pero el tiempo le daría la razón: al comienzo un incendio en la oficina nos afectó enormemente y luego llegaría la pandemia del coronavirus que cambiaría nuestra forma de estar en la tierra, para siempre. Lo que es para mi jefe un año bisiesto lo es para mí un año electoral, en Colombia, una verdadera tragicomedia.

Ya comenzó el 2022 con cientos de candidatos al Congreso y decenas a la presidencia y no se sabe cuál de ellos es más patético en su presencia escénica (tratan de ser verdaderas estrellas en los escenarios) y en sus propuestas populistas o traídas de los cabellos. Más ridículas aún son las reacciones de los electores que caen como tontos ante los engaños de los aspirantes. Y esta es la tragedia nacional de cada elección, una tragedia peor que las que traen los años bisiestos.

En los circos, en el circo de la política colombiana, el payaso de turno hace más ridiculeces mientras más lo aplaude la galería; no importa que el público sepa que el número es una farsa. Es así como, por ejemplo, prometen y juran no subir los impuestos e incluso disminuirlos, «Yo le puedo firmar aquí, en piedra, en mármol, si quiere: no voy a subir tarifas. No voy a subir tarifas”, dijo un excandidato que decía ser serio y que hasta se ganó un premio Nobel mintiéndole al país.

Y le mienten al país y el público aplaude las payasadas de quienes afirman combatir la corrupción mientras fundan las bases de sus campañas con dineros corruptos y/o ilícitos y esperan con ansias llegar al poder para enriquecerse y favorecer a sus familias, a sus amigos y a sus patrocinadores y luego, uno y otro escándalo, uno y otro robo, una y otra obra de infraestructura que se desploma como se derrumban las esperanzas de los colombianos hasta que… hasta que llega una nueva campaña electoral.

Y obvio, los candidatos que tienen propuestas serias y con verdaderas posibilidades de transformación, alejadas del populismo, no se atreven a presentarlas a los colombianos porque estos les dan la espalda y si se osan hacerlo, quedan condenados al fracaso. Así ha ocurrido con candidatos como Álvaro Gómez Hurtado, Carlos Gaviria Díaz, Antanas Mockus, Germán Vargas Lleras y más recientemente Juan Carlos Echeverry y me temo que Alejandro Gaviria.

“Cada pueblo tiene el gobierno que se merece” y en Colombia, con pocas excepciones, pareciera que nunca tendremos unos gobernantes siquiera decentes; claro que esa es nuestra responsabilidad y no la asumimos por conveniencias personales cortoplacistas o por ignorancia y por ello la tragedia nacional de elegir malos gobernantes se repite en cada año de elecciones, como este 2022.

ANTES DEL FIN

¿Cómo hacer para romper la tradición de elegir malos gobernantes en Colombia? ¿Cómo hacer para no caer en las trampas del populismo? ¿Cómo hacer para que personas de bien ingresen a la política y sean elegidos sin entregar su alma al diablo?

Impresionante, estremecedora la telenovela sobre la vida de Arelys Henao. Un gran acierto de Caracol Televisión.

AÑO NUEVO EN COLOMBIA

AÑO NUEVO EN COLOMBIA

Eligio Palacio Roldán

En el año nuevo la gente es más feliz, más dispuesta a iniciar nuevos proyectos, nuevas formas de vida. Es el tiempo para comenzar proyectos, dietas, rutinas de ejercicio, ordenar la casa, etc. Pero al final, como cantara Sandro, “La vida sigue igual”.

Pero, ¿Por qué todo sigue igual? sencillo, el ser humano no cambia de la noche a la mañana y menos con un final de año que solo es un parámetro inventado para contar el lapso de su permanencia sobre la tierra. Cambiar parámetros de vida, cambiar la propia esencia requiere sacrificio y un trabajo arduo, continuo y silencioso.

Para ello se debe saber ver que constituye la propia esencia, comprenderla y a partir de allí transformarla poco a poco.

Para muchos, este año nuevo, en Colombia, se dará una transformación política y social sin precedentes en nuestra historia. Muchos creen que el camino está listo para un mundo ideal donde no haya pobres, ni desigualdades, ni violencia y poco esfuerzo para vivir como un rey. En fin, una especie de cielo en la tierra. Pero no hay tal, seguimos siendo iguales: ambiciosos, deshonestos, egoístas, poco solidarios. A lo sumo, en nuestro país, se dará un cambio de clase dirigente, pero el pueblo seguirá siendo el mismo o quizás más abusado, más manipulado, más pobre.

Se dice, con razón, que el ser humano ha evolucionado poco. Los más aventajados siguen tratando de entender a Platón, Aristóteles, Buda o Cristo; los demás están perdidos en medio de las redes sociales y la desinformación. Por eso nos siguen encantando con espejitos como en los tiempos de la conquista o con el hielo de los días de Macondo. Fuegos fatuos con que el charlatán de turno deslumbra un pueblo y lo lleva a la tierra prometida, una tierra llena de riquezas; claro, la tierra prometida solo puede ser disfrutada por el embaucador. Este embaucador suele nombrarse Pastor, Cura, Político, Líder, Salvador del Pueblo. Bueno, no importa cómo se nombre, cómo se llame o quién sea; solo interesa saber que miles de incautos caen redondos en sus redes por culpa de su ignorancia; ignorancia generada por el sistema educativo o por la necesidad del hombre de vivir soñando para no enfrentar su realidad; sueño que suele durar hasta la muerte.

Sería ingenuo pensar que en las elecciones parlamentarias y presidenciales de este año se escogieran gentes de bien para los altos cargos del estado; tanto candidatos como electores somos fruto de lo que da la tierrita: corruptos de una u otra tendencia, de uno u otro color, de una u otra ideología tan de moda por estos días.

ANTES DEL FIN

El 2022 inicia con otra ola de coronavirus, la pesadilla que no termina y estremece los cimientos de la humanidad.

De quien escribe estas notas un verdadero deseo de feliz año, así la vida siga igual.

SALUDO DE AÑO NUEVO https://eligiopalacio.com/2021/12/31/un-saludo-de-ano-nuevo/

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