…EN LOS TIEMPOS DEL CORONAVIRUS

…EN LOS TIEMPOS DEL CORONAVIRUS

Eligio Palacio Roldán

Tendría cuatro o cinco años de edad la primera vez que escuché hablar del Apocalipsis, el último libro de la biblia, y de su contenido: El fin de los tiempos. Eran días de vida campesina con una madre llena de temor y confianza en Dios. Tuve miedo, mucho miedo. Varios años después leí algunos apartes del libro con algo de morbo y una gran desesperanza, entendida como la impotencia ante una realidad que nos domina y contra la cual nada se puede hacer. Hablaba de guerras, pestes y muerte. Del fin de la era del hombre sobre la tierra.

Esa misma sensación, de desesperanza, la tuve este año con los incendios en Australia. Alcancé a imaginar que el fuego llegaba a Sidney y Melbourne y lo consumía todo, incluso a mi familia y a amigos que viven allí. Después, al ver la belleza de Caño Cristales sucumbir ante las llamas y la tengo ahora con el Coronavirus.

El Coronavirus comenzó en China, muy lejos como en el caso del fuego, pero se fue acercando hasta estar entre nosotros de manera tangible, en algunos casos, y de forma omnipresente en el mundo virtual que nos domina. Es tal su fuerza avasalladora que multinacionales, mercados y gobiernos perdieron el control,  haciendo trizas la economía mundial.

Los primeros efectos del virus se sienten en el turismo y en la industria del entretenimiento: viajes cancelados, vacaciones suspendidas, empresas de servicio aéreo en dificultades; conciertos, eventos deportivos, asambleas empresariales aplazados. Escasez de antibacteriales y elementos de aseo en supermercados. Autoridades sanitarias en alerta. Valor del dólar superando niveles inimaginables.

En un mundo interrelacionado como el de hoy la caída de un sector genera un efecto dominó en toda la cadena comercial y productiva. El descalabro de los sectores enunciados genera, en una segunda etapa, un menor consumo que afecta otros sectores productivos e indefectiblemente una recesión, que nos afligirá a todos.

Pero no solo hay efectos sobre la economía, también en la vida social y afectiva. El Coronavirus podría conseguir lo que no logró la religión y el puritanismo: relaciones más distantes, más frías, con menos contacto físico.  Resurgirán la fe en Dios, las cadenas de oración y uno que otro pícaro se enriquecerá a costa del temor y la angustia de los demás.

En Italia, un país desarrollado, se reportan cientos de muertes por el Coronavirus. Eso incrementa el temor por lo que sucederá en países en vía de desarrollo como Colombia.

En fin, es tan grave la situación que no queda más remedio que volver a los temores infantiles acerca del fin del mundo: llegan “la peste, el hambre, la muerte”.

ANTES DEL FIN

Las crisis son una oportunidad para que los gobernantes saquen sus países adelante y queden en el imaginario de las sociedades como grandes líderes. Ojalá el presidente Duque aproveche la crisis originada en el Coranovirus y haga historia.

Cuando conocí a mi actual jefe, hace unos tres años, me dio dos consejos: Emulsión de Scott para mejorar las defensas del organismo y la oración cuando no se encuentra una solución ante alguna dificultad… Ya estoy terminando el primer frasco de emulsión.

Interesante la competencia por la sintonía de los canales Caracol y RCN. RCN vuelve a sus sitiales de antes en la franja de 9:00 a 11:00 de la noche, aunque en los demás horarios Caracol domina ampliamente, en especial en noticias y más aún en momentos de crisis. Preocupa la disminución de la inversión publicitaria que, también, empeorará como consecuencia del coronavirus. Claro que la audiencia se incrementará aún más ante la falta de diversión y entretenimiento en escenarios reales. La televisión tiene una muy buena oportunidad. También, ojalá, los libros.

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LA POSTVERDAD, EL LEGADO DEL 2016

LA POSTVERDAD, EL LEGADO DEL 2016

Eligio Palacio Roldán

El año 2016 pasará a la historia de la humanidad, en general, y de Colombia, en particular, por la postverdad, un término que definen los analistas como un escenario donde la verdad y los hechos son reemplazados por emociones y miedos gracias, entre otras, a las redes sociales que los afianzan. Ponen como ejemplo el brexit en Inglaterra, el triunfo de Trump en Estados Unidos y el del No en el plebiscito en Colombia.

Pero la postverdad no es un descubrimiento reciente en la política. Es solo el nombre que se le ha dado a un hecho trivial en el arte de hacerse elegir: Mentir. Aquí algunos ejemplos recientes:

  • Al presidente Santos le otorgan el Premio Nobel por conseguir la paz en Colombia cuando lo que hace es firmar la paz con unos viejitos, a cambio de grandes beneficios para ellos, y mientras tanto ELN, Bacrim y bandas criminales dominan el territorio nacional. (Ver LA PAZ DE LOS VIEJITOS https://eligiopalacio.com/2015/09/29/la-paz-de-los-viejitos/)
  • En debate Santos Mockus, en campaña por la presidencia, el 25 de mayo de 2010, el primero promete no subir la tarifa de los impuestos mientras el segundo no es capaz de mentir. Hoy son tres reformas tributarias aumentándolas y el IVA llega el 19 por ciento. (Ver https://www.youtube.com/watch?v=jX2J89UFRlE).
  • En campaña presidencial Santos promete continuar con el legado de Uribe y antes de posesionarse ya se estaba aliando con los enemigos del expresidente para desprestigiarlo y tratar de borrarlo del escenario político.
  • Santos dice ser el enemigo público del régimen chavista, de Venezuela, tratando de conseguir la aprobación de sus electores, para luego ser su principal aliado.
  • Los falsos positivos, con Santos de Ministro de Defensa y Uribe de presidente, se usaron como mentira ruin para llegar al poder uno y para perpetuarse en el poder el otro, como supuestos ganadores de la guerra. A pesar de ser descubiertos lograron que nadie les cobre por sus responsabilidades.
  • La “Confianza Inversionista” pregonada por Uribe y Santos y los “buenos resultados” de la economía en sus gobiernos fueron solo la consecuencia de un evento internacional, en el que sus iniciativas no tuvieron mayor relevancia: La valorización de los commodities por el desarrollo de la economía China. Ese escenario propició la venezolanización de la economía colombiana. (https://eligiopalacio.com/2015/05/27/la-venezolizacion-de-colombia/)

Ejemplos como estos hay muchísimos en la historia de Colombia y de la humanidad; entre otras cosas por la dificultad del ser humano para encontrar la verdad. (Ver LA MAQUINA DE LA VERDAD https://eligiopalacio.com/2015/04/15/la-maquina-de-la-verdad/). De lo que si hay certeza es que las redes sociales han favorecido la difusión de los mensajes, para bien o para mal, y obvio la política se aprovecha de su velocidad para transmitir el mensaje. Ya, como lo he dicho en otras oportunidades, no son necesarios los gamonales imponiendo gobernantes, con la compra venta de votos o con el chantaje, sino que será el verdadero pueblo el que elija, de acuerdo a sus percepciones. Un peligro para Colombia, desde luego, con una clase política desprestigiada con toda razón. Mucho más temprano que tarde nuestro país va a caer en las manos de un dictador,  de cualquier tendencia política, ante el desespero de los ciudadanos por encontrar un gobernante  que de verdad represente sus intereses.

ANTES DEL FIN

Después de las declaraciones de Juan Carlos Vélez sobre las estrategias del Uribismo para ganar el plebiscito, varios sectores de opinión e incluso el Consejo de Estado afirman que el triunfo del No se debió a un “engaño generalizado” y lo citan como ejemplo de la postverdad. He aquí algunas razones del porqué de los resultados: https://eligiopalacio.com/2016/10/02/los-resultados-del-plebiscito/.

Culmina otro año para www.eligiopalacio.com. Muchas gracias por su acogida y cariño. Fueron cerca de 115.000 visitas de las 317.000 acumuladas. Espero el próximo año continuemos en contacto. FELIZ AÑO 2017, grandes cosas espero para todos los visitantes de mi blog.

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