LOS TERRITORIOS NACIONALES

LOS TERRITORIOS NACIONALES

Eligio Palacio Roldán

Pictogramas, Guaviare – Mavecure, Guainía – Caño Cristales, Meta

En los años de escuela, lejanos ya en la memoria, los maestros don Lázaro, don Alcides y la señorita Magdalena hablaban de unos lugares inhóspitos, poblados de indígenas, selvas, ríos y animales salvajes. Esos relatos se magnificaban al escuchar radionovelas como Arandú, El Príncipe de la Selva, o Muribá, la Ciudad Perdida, y con el ingreso a la literatura fantástica con la novela Sandokán, el Tigre de la Malasia, de Emilio Salgari. Se hablaba de algún “malo” que había huido hacia allí o de un hijo descarriado que abandonó la familia y se perdió para siempre en la selva, la imaginación volaba hasta que el profesor de turno tomaba la lección, el corazoncito quería salir del pecho, se tragaba saliva y se celebraba la buena memoria. Había acertado: eran Los Territorios Nacionales.

Como Territorios Nacionales se con conocieron hasta la constitución de 1991 extensas regiones que por su poco desarrollo no se consideraban departamentos sino Intendencias y Comisarías y estaban ubicadas básicamente al sur oriente del país, Chocó, Guajira y San Andrés y Providencia.

En épocas más recientes los Departamentos de Casanare, Meta, Guaviare, Vaupés, Caquetá, entre otros, fueron epicentro del conflicto armado colombiano y de la tragedia de los cultivos ilícitos, pero afortunadamente hoy esas historias parecen ser también pasado y como las de Pablo Escobar despiertan el interés del turismo internacional. Todo esto aunado a unos paisajes extraordinarios y al matiz de misterio y curiosidad que despiertan desde nuestra infancia hacen, de los antes Territorios Nacionales, una extraordinaria posibilidad para invertir en el tiempo de descanso, en las vacaciones.

Hasta ahora he tenido el privilegio de conocer tres zonas espectaculares de Los Territorios Nacionales: Caño Cristales, Inírida y recientemente San José del Guaviare. La exuberancia, la belleza, la adrenalina del contacto con la naturaleza virgen y con sus pobladores hacen que, como en los días de escuela, tu corazón palpite más rápido, con mayor intensidad y de que tu espíritu se conmueva hasta las lágrimas. Es impresionante, además, conocer gentes que se levantan de su propia tragedia para con voz fuerte y sonora gritarle al mundo que a pesar de las dificultades están saliendo adelante, que son emprendedores y que ven con optimismo el futuro a pesar del abandono del estado.

No obstante, resulta paradójico que las bondades para el turismo de los antiguos territorios nacionales sean reconocidas en su mayoría por los extranjeros y poco por los colombianos, persisten en el imaginario los miedos de la infancia o la mala prensa de los años de violencia. Llegó la hora de darnos una oportunidad como turistas y de darle a la región la posibilidad del desarrollo a través del turismo. Obvio, ese turismo debe ser responsable con la naturaleza.

Para destacar el papel del Sena en la formación de guías turísticos y la responsabilidad de estos y de todos los habitantes de la región con el medio ambiente y con la conservación de sus riquezas naturales.

En San José del Guaviare encontré un pueblo que avanza hacia el concepto de ciudad moderna, con amplias avenidas y zonas para el deporte y para compartir con los demás. Sin duda será una gran urbe a mediano plazo. El trabajo comunitario que se hace en la zona nos transporta a la historia del norte antioqueño, unos 50 años atrás, cuando la solidaridad existía y se creó la empresa que traería el desarrollo de la zona: Colanta.

Falta mucho por conocer y disfrutar de los antiguos Territorios Nacionales.

ANTES DEL FIN

Y mientras tanto la situación política, social y económica de Colombia se complica, el nerviosismo se acelera y la impaciencia también.

Arrancó el proceso electoral para elegir mandatarios locales. Hoy como ayer la corrupción campea y todos nos hacemos los de la vista gorda.

“El tiempo pasa y se nos va la vida”, termina el quinto mes de 2023. Ya son 23 años del mítico año 2000 y tres del 2020 el de los Tiempos del Coronavirus que partiera en dos la historia del hombre del siglo XXI.

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ALASKA – LAS VEGAS, DEL GOCE AL DESEO

ALASKA – LAS VEGAS, DEL GOCE AL DESEO

Eligio Palacio Roldán

Pensando en la manera de abordar lo que sentí en un reciente viaje a algunos parajes de Alaska, la ciudad de Las Vegas y El Cañón del Colorado y relacionándolo con otros como Caño Cristales, Inírida, Finlandia o Argentina, entre otros, me encontré en internet una definición de goce que me pareció muy pertinente: “El goce abre puertas hacia uno mismo mientras que el deseo las abre hacia el Otro. … Es esa la diferencia con el goce…”

Viajar y viajar especialmente solo, sin duda, abre las puertas hacia el ser interior; el deseo queda en un pensamiento pueril porque los escenarios que llegan a tus ojos y recorren tu piel llenan de euforia todo tu espíritu. Éste último viaje me trajo un contraste cuya percepción no tenía tan clara: la diferencia entre el esplendor que te regala la naturaleza (Alaska) y el que te ofrece el hombre (Las Vegas).

Aunque ambos tienen como elemento común el riesgo; por asistencia, por alegría, por la forma de aparecer en los diferentes espacios diría que los humanos se sintonizan más por lo que ofrece el hombre que por lo que brinda la naturaleza. Podría ser cuestión de costos, tal vez; sin embargo, creería hay algo más, algo que va del goce al deseo.

En el disfrute de la naturaleza hay un poco de miedo a los paisajes desconocidos, a enfrentarse con los misterios de la naturaleza, con alguna dificultad climática; con pasar malos momentos. En lo que brinda el hombre está el respaldo de la tecnología, el bienestar que genera la sociedad de consumo: hoteles, restaurantes, discotecas, etc.  Ahora bien, el último espacio ofrece un ingrediente adicional, el poder mostrar al otro cuanto se disfruta, cuantos recursos se poseen, cuanto nos atienden como reyes. En fin, creo que en el bienestar que se obtiene con los recursos diseñados por el hombre está la satisfacción del deseo mientras en el de la naturaleza el goce.

Hablando de Las Vegas, impacta la ciudad: luces, artistas, avenidas y ese gigante casino multicolor que recorre hoteles, cuadras, avenidas. Creo que esta es la verdadera “Ciudad Luz”.

Colombia ofrece posibilidades para el goce y para el deseo: para el primero recomiendo Caño Cristales, Inírida, Chiribiquete, Sierra Nevada o Guajira, entre otros; para el segundo, Cartagena o cualquiera de las grandes capitales del país.

Antes del fin

Primero la pandemia del Coronavirus, ahora la guerra.  A la crisis del sector agrario provocada por el costo de los insumos, se suma este nuevo ingrediente. Aumentarán más los costos de producción. El hambre parece inminente.

¿Tendrán la razón los profetas del fin del mundo?

En tiempos de crisis se hacen más apremiantes las buenas decisiones. Colombia, necesariamente tiene que elegir bien, de lo contrario la catástrofe será inevitable.

LO QUE LA PANDEMIA SE LLEVÓ

LO QUE LA PANDEMIA SE LLEVÓ

Eligio Palacio Roldán

Cuando pienso en lo que la pandemia se llevó no lo hago trayendo a la memoria la gran película enmarcada en la guerra de secesión “Lo que el Viento se Llevó”; llega a mí la última escena de Cien Años de Soledad cuando Aureliano descifra los pergaminos de Melquiades en los mismos instantes en que Macondo es arrasado por el viento.

La pandemia del COVID-19 se llevó familias enteras a pesar de que los científicos dilucidaron con antelación lo que podría suceder. Digo familias enteras porque ante la muerte de varios miembros de un hogar, el resto queda muerto en vida. A esas familias se las llevó la peste por la lentitud en la vacunación, la falta de precaución de unos y otros agravada por la crisis económica y las marchas callejeras, o quizás por las líneas indescifrables del destino.

Pero, en Colombia, el coronavirus no solo se ha llevado la vida de miles de personas, se está llevando también la estabilidad familiar, las relaciones personales, la educación de centenares de jóvenes, las empresas y el empleo de miles de personas, los ahorros acumulados por varios años, la riqueza y hasta el mismo estado se resquebraja ante los embates de la peste. Como Macondo, no estábamos preparados para los fuertes vientos que nos azotan.

El encierro, la falta de contacto con el otro y hasta de las mismas caricias, la crisis económica y la inminencia de la muerte ha desembocado en una sociedad desesperada, que se aleja cada vez más de la razón y el entendimiento y se sumerge en las profundidades del oscurantismo donde son atrapados por cazadores de ignorantes.  Esa sociedad es la que les ha tocado dirigir a los gobernantes actuales y por ello es lógico su desprestigio; además, ellos mismos no han sabido cómo reaccionar ante el dramatismo de la situación que los desborda. De prolongarse la crisis, creo estará en peligro la misma colectividad, la democracia y la misma integridad de las personas tal como ha venido sucediendo en varias oportunidades. Para salir adelante, se requiere cabeza fría, sentido común y el autocuidado por el tiempo que falta para superar la pandemia, que según expertos será alrededor de tres años. Faltarían 18 meses.

La pandemia se llevó, además, cosas que seguro ayudarán a los colombianos a ser personas más estructuradas:  se evidenció el problema educativo del país, la crisis de las ciudades, se redescubrió la zona rural como un excelente hábitat y se le dio el valor al campo como generador de alimento para la población. En la parte humana se rompieron paradigmas impuestos por la sociedad como el trabajo en las oficinas, con cientos de trabajadores compartiendo el mismo espacio, la necesidad de estar de parranda en parranda y en especial que el ser humano también puede vivir sin los excesos de la sociedad de consumo en vestuario, perfumería, cosméticos y toda clase de artículos innecesarios.

ANTES DEL FIN

La pandemia deja atrás también la avidez por el consumo de información. Cada vez se ven y se escuchan menos los noticieros y se leen menos periódicos y revistas. Las audiencias migran hacia el entretenimiento.

Ojalá este año se pueda incrementar el turismo en Colombia. Recomiendo disfrutar de La Magia de Caño Cristales https://eligiopalacio.com/2021/02/26/la-magia-por-cano-cristales/

¡JÓVENES! ¡JÓVENES! ¡JÓVENES!

¡JÓVENES! ¡JÓVENES! ¡JÓVENES!

Eligio Palacio Roldán

“La juventud anuncia al hombre como la mañana al día”

John Milton

¡Jóvenes! ¡Jóvenes! ¡Jóvenes! Jóvenes de todas las formas, bellezas y colores hay por doquier ahora en Colombia. Se hicieron visibles con las protestas y parecen ser todos víctimas de un sistema injusto que no fue capaz de crear las condiciones necesarias para su crecimiento personal y profesional. Pero no hay tal, o no para todos.  

Los 11.5 millones de jóvenes que hay en Colombia, un 26% de toda la población, al igual que el resto de los humanos, se pueden clasificar de diversas maneras, más allá de su apariencia física. Los hay fuertes, arriesgados y triunfadores con o sin adversidades en su historia personal; derrotados sin apenas comenzar la batalla; vencidos en la guerra injusta del capitalismo o atrapados en un socialismo innato en el que pretenden que todo se los den pues se consideran merecedores de lo humano y hasta de lo divino. ¿Qué puede marcar la diferencia entre unos y otros? Sin duda la formación.

Hablo de la formación desde el hogar, el colegio o desde el mismo medio social que los abriga. Formación que indefectiblemente ha cambiado, a grandes pasos, de generación en generación; esos cambios conducen cada vez más, o al menos en Colombia, al dinero como símbolo de grandeza y a la pérdida de otros valores como el sacrificio, la solidaridad o la espiritualidad. Obviamente, esto se potencializa con una sociedad de consumo muy influyente, unos medios de comunicación poco conscientes de su responsabilidad social y una educación cada vez más precaria.

En la formación de los jóvenes tiene mucho que ver, desde luego, el estado. Un estado que ha dejado gran parte de la responsabilidad en un magisterio que, también, ha perdido en gran parte sus valores y olvidó su responsabilidad frente a las nuevas generaciones. En deuda quedaron además los padres que sucumbieron ante la misma sociedad de consumo que privilegia el parecer sobre el ser.

En medio de una crisis económica y social como la que afronta el país, desatada por el coronavirus y la acumulación de frustraciones en parte de la juventud, el gobierno debe enfocar sus esfuerzos en fortalecer la educación y rescatarla de las manos de Fecode, una organización sindical que ha hecho más mal que bien de acuerdo con los resultados que saltan a la vista, y en la generación o consolidación de proyectos productivos, de emprendimientos. La estrategia de ingresos solidarios nos acerca peligrosamente a las políticas de otras naciones como Cuba donde los jóvenes, adultos y ya adultos mayores se acostumbraron a no trabajar porque el estado les brinda todo, aunque sea poco, y a eso, precisamente a eso, juegan ahora muchos colombianos que pretenden que el gobierno les cubra todas sus necesidades y deseos sin hacer el mayor esfuerzo.

Con la cultura del odio, como estrategia política, cimentada desde los centros educativos e incluso desde el hogar, los jóvenes colombianos serán más desgraciados que sus mayores. Es hora de invertir, también, en la salud mental de toda la sociedad.

ANTES DEL FIN

Escribiendo estas notas recuerdo a Reymington Rojas, guía en Caño Cristales y La Macarena, y en la difícil situación que afronta él y el sector turístico del país. Cuando la pandemia cese es un deber de colombiano recorrer los rincones de Colombia y resarcir en algo estos momentos difíciles. También pienso en quienes transformaron su vida alrededor del turismo en la Comuna 13 de Medellín y por la pandemia retrocedieron varios años en su camino hacia la prosperidad. Es necesario apoyarlos desde el emprendimiento.

“Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver!”

Rubén Darío

la magia de caño cristales

LA MAGIA DE CAÑO CRISTALES

De la mano del guía turístico Reymington Rojas, vamos a presenciar los escenarios más hermosos del municipio de La Macarena, en El Meta. No es solo Caño Cristales, es el Río Guayabero, la Laguna del Silencio, Caño Piedra y, obviamente , el pueblo. Un lugar mágico que se convirtió en uno de los atractivos más importantes para los colombianos y los extranjeros en un naciente turismo que se detuvo en 2020 por la pandemia. Ojalá, este año, vuelvan los turistas en pro del desarrollo de la región.

TURISMO EN LA MACARENA, LA ESPERANZA PARA LOS JÓVENES https://eligiopalacio.com/2021/02/23/turismo-en-la-macarena-la-esperanza-para-los-jovenes/

LA MACARENA https://eligiopalacio.com/2021/02/23/la-macarena/

CAÑO CRISTALES – LOS COLORES DEL RIO DE COLORES https://eligiopalacio.com/2021/02/22/cano-cristales-los-colores-del-rio-de-colores/

CAÑO CRISTALES -IMPONENTE NATURALEZA – imponente naturaleza https://eligiopalacio.com/2021/02/21/cano-cristales-imponente-naturaleza/

CAÑO CRISTALES – EXCURSIÓN LAGUNA DEL SILENCIO https://eligiopalacio.com/2021/02/22/cano-cristales-excursion-laguna-del-silencio/

CAÑO CRISTALES – LA RUTA DE LOS DELFINES https://eligiopalacio.com/2021/02/18/cano-cristales-la-ruta-de-los-delfines/

UN AMANECER EN CAÑO PIEDRA – LA MACARENA https://eligiopalacio.com/2021/02/23/un-amanecer-en-cano-piedra-la-macarena/

FLORA Y FAUNA EN CAÑO CRISTALES https://eligiopalacio.com/2021/02/23/flora-y-fauna-en-cano-cristales/

SANTOS Y SAMPER – SANSAM

SANTOS Y SAMPER – SANSAM

Eligio Palacio Roldán

Golden Sansam es una hierba que “…crece cerca de objetos, generalmente paredes o ruinas, o árboles grandes.”

Santos y Samper, además de ser expresidentes de Colombia, tienen muchas cosas en común: descendientes de familias aristocráticas, nacieron en Bogotá pocos años después de la muerte de Gaitán, bajo el signo Leo, en la década del 50 (1951 el primero, 1950 el segundo) economistas de profesión y con el dinero suficiente para tener una vida cómoda tuvieron siempre una cercanía con la izquierda colombiana, posiblemente por la influencia de sus hermanos, dos poderosos periodistas, críticos de los gobiernos de turno (Enrique Santos y Daniel Samper). Y quizás por ello o por la mermelada que esparcieron desde Palacio, tuvieron y tienen a la gran prensa colombiana a sus pies.

De Santos siempre se conoció su cercanía con las Farc, incluso organizó un complot con ellas y con los paramilitares para tratar de derrocar a Samper en su mandato, por allá en el año 1997. La memoria es corta y acomodada, en este país, en ese entonces pareciera no era malo aliarse con unos u otros. Tampoco lo es ahora, cuando el enemigo de la dictadura venezolana, en los tiempos de Uribe Vélez, guarda un silencio cómplice por las “ayudas” de Maduro a su Nobel de Paz y, obvio, a sus amigos de siempre los guerrilleros de las Farc. Lo mismo sucede con Samper que incluso tuvo la desfachatez de ser el Secretario General de Unasur, organización desde la cual apoyó descaradamente a Maduro y colateralmente a las guerrillas colombianas asentadas en el vecino país.

Puede leer: EL «COMPLOT» DE SANTOS https://eligiopalacio.com/2016/05/19/el-complot-de-santos/

Puede Leer: ERNESTO SAMPER UN NEFASTO PERSONAJE https://eligiopalacio.com/2015/08/26/un-nefasto-personaje/

Pero aún hay más coincidencias entre Santos y Samper como su manifiesto deseo de destruir políticamente al expresidente Alvaro Uribe e incluso una más grave aún: el cuestionamiento de sus mandatos por el ingreso de dineros ilícitos a sus campañas presidenciales. A la de Santos habría ingresado el dinero corruptor de Odebrecht y a la de Samper es conocido que llegó la del narcotráfico y como consecuencia de esos hechos, habría otra coincidencia más: ninguno de los dos, a pesar de su dinero, a pesar de sus influencias en la gran prensa, a pesar de su alcurnia pudo llegar a la presidencia limpiamente, porque también es conocido que Santos llegó a su primer mandato porque fue “el que dijo Uribe”, no por ningún otro mérito. En el tema de los dineros ilícitos si le tiene una ventaja Samper a Santos: el dinero en la de Samper provenía del narcotráfico, en la de Santos del trabajo de todos los colombianos.

Son tantas las coincidencias de Santos y Samper que se podrían unir en un solo personaje llamado Sansam. Quizás, algún día, los historiadores logren dilucidar el enorme daño que estos dos personajes le hicieron al país.

ANTES DEL FIN

Después de un año, todo parece volver a la normalidad en Los Tiempos del Coronavirus: congestión en las ciudades, transporte público atestado de gente y turismo y diversión por todo lado. Solo parece quedar un símbolo: el tapabocas. Pueda ser no vengan días más difíciles aún. Llega la segunda Semana Santa en pandemia y nadie parece tener intenciones de cuidarse.

Si se puede, vaya a Caño Cristales en el segundo semestre de este año.

TURISMO EN LA MACARENA, LA ESPERANZA PARA LOS JÓVENES

TURISMO EN LA MACARENA, LA ESPERANZA PARA LOS JÓVENES

En una región promisoria, enmarcada en el conflicto colombiano, el turismo se convierte en la tabla de salvación de cientos de jóvenes.

caño cristales – los colores del rio de colores

CAÑO CRISTALES – LOS COLORES DEL RIO DE COLORES

Caño Cristales es un lugar mágico. Los colores del Río de Colores impactan la visión y el espíritu. Uno de los lugares más hermosos del mundo. Está en el municipio de La Macarena, en el Departamento del Meta, en Colombia.

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