EL CANDIDATO… EL CANDIDATO… EL CANDIDATO… EL IGNORANTE…
Eligio Palacio Roldán
De las escenas mágicas de ayer, ausentes hoy de la vida diaria de nuestras ciudades, una de las más especiales era el despertar escuchando a los voceadores. En los barrios de Medellín se oía una voz varonil y estruendosa que gritaba: “El Colombiano, El Colombiano, El Colombiano” y luego el sonido del papel arrastrado por debajo de la puerta. Y al levantarse, el olor a tinta y el sabor de las noticias de la mañana.
El recuerdo viene a cuento porque hoy no son los anuncios de la llegada del periódico los que nos despiertan si no los cientos de mensajes que ofrecen los candidatos a diferentes posiciones, en especial a las alcaldías, en las próximas elecciones regionales, en los medios de comunicación tradicionales y en las redes sociales.
Pero en estos candidatos a las alcaldías no hay aún un reconocimiento de marca como en los periódicos de ayer y por eso acuden a todo tipo de estrategias para hacerse en el lugar de privilegio, entre los electores. La más manida, identificarse con un personaje con algún liderazgo: por muchos años Alvaro Uribe. Ahora, seres más grises como un alcalde con algún reconocimiento. Las otras estrategias van dirigidas a mostrarse humildes y cercanos a los anhelos del pueblo. Se les ven amables con las gentes. Incluso, se van a las calles a saludar a los transeúntes y con gestos inéditos hasta entonces, para ellos, copiando el estilo original de Antanas Mockus.
Y así, con poses de seres cercanos, humildes, honestos, trabajadores aunque sea evidente que son y serán todo lo contrario, llegan a las alcaldías, porque para ser un alcalde solo basta con parecer. El Ser, no importa.
En una sociedad competitiva y falta de oportunidades como la del siglo XXI, en Colombia, son cada vez mayores la exigencias para acceder a un empleo. A los aspirantes, a un determinado cargo, se les somete a una serie de pruebas de conocimientos y sicológicas. Incluso la controvertida prueba del polígrafo se convirtió en una de las decisorias, a pesar de los casos evidentes de que no ofrece garantías en materia de lucha contra la corrupción.
Ver POLIGRAFO -LA MAQUINA DE LA VERDAD https://eligiopalacio.com/2015/04/15/la-maquina-de-la-verdad/
Para ser alcalde, en cambio, los requisitos son pocos: Ninguna prueba de conocimientos, ninguna de aptitud para el cargo y exigencias mínimas en formación, experiencia y liderazgo para administrar los recursos de los municipios. En esta materia, es como si nos hubiésemos quedado en las décadas primeras de la segunda mitad del siglo XX, en los días en que los voceadores anunciaban la llegada de los periódicos.
Una búsqueda en internet indica como requisitos para ser alcalde son los contemplados en la Ley 136 de 1994: “para ser elegido alcalde se requiere ser ciudadano colombiano en ejercicio y haber nacido o ser residente del respectivo municipio o de la correspondiente área metropolitana durante un año anterior a la fecha de inscripción o durante un período mínimo de tres años consecutivos en cualquier época”.
Parece increíble: son mayores los requisitos para ser aseador que para ser alcalde de un municipio. Aunque la educación no es una garantía de honradez, conocimiento, aptitud y actitud de una persona para acceder a un cargo, no tener unas condiciones mínimas si es una debilidad evidente en la elección de nuestros alcaldes.
Arrancaron las elecciones locales y a pesar de la evolución de la sociedad, los colombianos siguen atados a la politiquería y las nuevas generaciones aprenden lo peor de la historia de nuestro país, en la materia.
Puede ver CARTA DE UN ALCALDE CORRUPTO https://eligiopalacio.com/2017/11/16/carta-de-un-alcalde-corrupto/
ANTES DEL FIN.
Cuando se entenderá que si la Corte o el Congreso define algo que no comparte el ejecutivo o viceversa no hay una derrota de nadie. Solo es la consecuencia de la independencia de poderes en la que está estructurada nuestra democracia. Una situación como estas se debería celebrar.
Puede ver ¿DUQUE UN PRESIDENTE DISTINTO? https://eligiopalacio.com/2019/04/03/duque-un-presidente-distinto/
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