LA NAVIDAD EN LOS TIEMPOS DEL CORONAVIRUS
Eligio Palacio Roldán
Aunque con excepciones, la Navidad es la época más feliz del año para la mayoría de los habitantes de la tierra de la cultura occidental. Seguramente esto está atado, en el inconsciente, a tradiciones como los regalos del Niño Dios, Papá Noel o los Reyes Magos; al pesebre, el árbol y demás adornos navideños. En Colombia al ambiente festivo en las calles, las comidas típicas y, obvio, a las reuniones y celebraciones familiares.
La Navidad en los Tiempos del Coronavirus será distinta, sin duda: la desaceleración económica de los hogares, las limitaciones para reuniones y desplazamientos, la sensación de riesgo y el tener la muerte como algo próximo necesariamente hará diferente el diciembre de 2020, así como lo fue toda la anualidad. De hecho, ya es diferente: los almacenes tuvieron menos exhibiciones de productos para adornar hogares y establecimientos de comercio, las luces y demás motivos navideños tardaron más en aparecer en puertas, ventanas y balcones y la música no se escucha con la alegría de otros tiempos similares, ya en el recuerdo.
Quizás en esta época las ganas de reunirse, de reír, de llorar, de despedir el 2020 sean mucho más intensas que antes. Tal vez esperábamos una celebración de Navidad y Año Nuevo con una intensidad inimaginable. Sería el tiempo de volvernos a ver, de abrazarnos y hasta de emborracharnos para olvidar lo duro que fue el tiempo de la pandemia. Sin embargo, ésta no ha terminado y la posibilidad de una vacuna será un deseo para el 2021; en ese escenario, solo queda el camino de la prudencia, la tranquilidad y la celebración en casa, en familia.
Para evitar que la Navidad en Tiempos del Coronavirus sea inolvidable por la muerte de centenares de personas, víctimas del COVID-19, será necesario tener conciencia del autocuidado; conciencia que parece desaparecer con el paso de los días y la reapertura escalonada de diferentes sectores de la economía que hacen ingentes esfuerzos por salir a flote en medio de la crisis.
Ante la reapertura, las celebraciones, el turismo propio de la época y una sociedad renuente a acatar las normas, las autoridades tendrán el inmenso reto de imponer el orden y frenar la irresponsabilidad de miles de personas, tarea bastante difícil en tiempos de comunidades enardecidas, poco tolerantes a la frustración.
Llegó el momento para que tanto el gobierno nacional como los mandatarios locales y la oposición, a uno y otros, lleguen a un acuerdo e impongan normas mínimas de comportamiento durante la época decembrina y que entre todos apoyemos a las autoridades civiles, militares y de policía en su implementación. De lo contrario, lo peor de la pandemia puede estar por llegar.
Los medios de comunicación tienen, también, una gran responsabilidad en hacer de esta Navidad un motivo de autocuidado y responsabilidad con el otro y con uno mismo.
ANTES DEL FIN
Va siendo hora de que la televisión colombiana se reactive; como van, Caracol y RCN se quedarán sin televidentes en el futuro. Qué bueno radio y televisión refrescantes en este fin de año que sirvan de compañía a los colombianos.
No todo fue malo en el año 2020, la pandemia deja grandes enseñanzas para los seres humanos que habitamos la tierra por estos tiempos. Se espera, que sirvan para transformar nuestra sociedad, ojalá lo aprendido no caiga en el olvido.
Aquí algunos retazos de la Navidad de los años idos: NAVIDAD https://eligiopalacio.com/navidad-2/