SUR VERDE

Televisión ayer y hoy
SUR VERDE
Eligio Palacio Roldán

Suelo, con frecuencia, sintonizar los canales Caracol y RCN novelas, que ofrece UNE; lo hago para disfrutar un encuentro con el ayer, lleno de recuerdos y nostalgias, y aunque no soy de los que piensa que todo tiempo pasado fue mejor, si estoy seguro que en historias y libretos la televisión colombiana del siglo pasado, fue muy superior a la de hoy.

Por estos días Novelas Caracol retransmite Sur Verde (1981), original de María Victoria de Restrepo, la misma libretista de Las Señoritas Gutierrez, otra obra de antología en la televisión colombiana, y dirigida por el talentoso Boris Roth; relata una historia de amor, enmarcada en el mundo del contrabando y el narcotráfico, en la costa pacífica, en el sur abandonado del país; creo, esta fue la primera obra de ficción que tocó el espinoso tema del narcotráfico, que nos cambió a Colombia y sobre el que se ha hablado, escrito y tomado medidas durante estos 33 años, sin resultados positivos.

Recuerdo una escena maravillosa, en los capítulos finales de la novela, en donde Leonor Gonzalez Mina, llora, en una canoa, sobre el cadáver de su hijo asesinado, interpretado por Gabriel González. La novela relata, claro, la pobreza de la zona y el abandono de sus habitantes, en su mayoría negros, y uno se pregunta: ¿Qué ha cambiado en estas zonas del país? ¿Qué ha hecho el estado colombiano, por remediar la situación?; muy poco, la verdad, y entonces uno entiende por qué hemos llegado a la Buenaventura y al Tumaco de hoy.

Sur Verde toma, entonces, gran actualidad por el tema que trata, que es el mismo que nos domina en la Colombia de hoy: contrabando, narcotráfico y violencia; pero volviendo al tema que nos ocupa, no se entiende ¿por qué, con la privatización de la televisión colombiana, se esfumaron las obras maestras de nuestra pantalla chica?, ¿por qué desaparecieron las novelas de autor?, ¿por qué casi todas parecen una de las parodias del programa Sábado Felices? y entonces, uno comprende por qué posibles buenas historias, como las de La Suegra, se pierden en medio de chistes flojos y gritos destemplados.

La respuesta puede estar en un personaje; Dago García, él impuso la novela industrial, aquella que se hace con recetas, como en las cocinas industriales, sin tiempo para la creatividad y con ingredientes limitados y preestablecidos y, claro, a veces suelen salirle buenas “tortas” como La Saga o Pecados Capitales, pero la mayoría son inodoras, incoloras, sin sabor; y entonces se extrañan talentos como los de Julio Jiménez, Marta Bossio de Martínez, la misma María Victoria Restrepo y hasta Fernando Gaitán, entre otros.

Y como en Colombia RCN siempre copia a Caracol, en radio y televisión, esta también se dedicó a la televisión industrial y también se extravió.

Qué bueno volver a grabar estas historias con la tecnología de hoy, pero sin deformarlas como suele suceder; por ahora, me conformo con ver Sur Verde, a las 8:00 de la noche, (en 1981 era a las 12:00 del mediodía) y a las viejas glorias de la televisión nacional, jóvenes en esa época, Maria Angelica Mallarino. Gilberto Puentes, Oscar de Moya, Gloria Gómez, Nelly Moreno (niña), Camilo Medina, Carlos Barbosa Yolanda Garcia, Samara de Cordoba, Leonor González Mina – La Negra Grande, Lucy Colombia, Ana Mojica, entre otros.

ANTES DEL FIN

Cuando veremos, en UNE, RTI NOVELAS, para revivir la gloria de nuestra televisión: La Mala Hora, Gracias Por el Fuego, La Tía Julia y el Escribidor, Los Cuervos, La Abuela, El Hijo de Ruth, Quien Mató a Betty si era tan Buena Muchacha, El Gallo de Oro, entre otras.

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MARKETING POLÍTICO

Ser y parecer
MARKETING POLÍTICO
Eligio Palacio Roldán

Ser: Haber, existir; Parecer: Tener determinada apariencia o aspecto; dos variables constitutivas del hombre se enfrentan hoy como siempre; quizás, en la sociedad del siglo XXI,  toma demasiada ventaja el parecer.

Al comienzo de nuestra era, los humanos, carentes de recursos, desnudos y hambrientos solo eran, sus posibilidades de parecer escasas, su única estrategia la supervivencia. Con el devenir del tiempo, los descubrimientos originados en las necesidades primarias, al comienzo, y superfluas, con el pasar del tiempo, fueron transformando al hombre hasta convertirlo en un ser misterioso y oculto para los demás y para sí mismo. No obstante, muchos sueñan con simplemente ser.

En la obra cumbre de la literatura hispanoamericana, El Quijote, se narra la historia de un hombre que decidió ser a pesar del marginamiento de la sociedad por su decisión; el personaje construye su vida a partir de la lectura de los libros de caballería y, a través de ellos, encuentra su identidad, su razón de ser y de estar, su principio y su fin; sin embargo, fue tal la presión de la sociedad que, al final de su existencia, tuvo que renunciar a ser, para parecer. Terminada la aventura por su real, murió.

Con la evolución del mercadeo y la publicidad, el hombre se convirtió en un producto más, un producto que se comercializa como cualquier mercancía, una mercancía que exagera sus cualidades y oculta sus defectos. En ese marco, se encuentran los políticos, una de las mercancías más importantes en la sociedad de hoy. Esos políticos, hacen lo que sea por mostrarse atractivos, desde lo físico, lo humano y/o lo intelectual.

Los políticos colombianos y, claro, los de  todo el mundo, son expertos en mimetizarse, en parecer lo que no son (ver columna ENTRE LAGARTOS http://wp.me/p2LJK4-ip), en desarrollar marketing político; pero pareciera que algunos exageran tanto, que los ciudadanos perciben su falta de identidad, por la utilización de un exceso de maquillaje, usado para esconder sus pequeños grandes defectos, la ausencia de ideas o un gran temor a exponerlas. La percepción de esta falta de identidad, se traduce en poca credibilidad y desgano, entre la mayoría de electores.

Son tan desesperados y descabellados los planes de mercadeo político que rayan en lo ridículo; en especial el del actual presidente-candidato. Su campaña hace circular en los diferentes medios de comunicación fotografías “casuales”, en piyama en una casa que no habitaría ni en sus peores pesadillas, cayendo de una bicicleta que tampoco debe usar, “haciendo de tripas corazón” para comer chontaduro,  jugando golosa o bailando en las plazas públicas, entre otras.

Es tan diferente la forma de comportarse de Juan Manuel Santos a lo que ha sido su vida pública, son tan poco sutiles sus estrategias, que no se puede creer que sus cambios surjan desde su esencia y más bien denotan un temor a ser descubierto tal como es; pero si son radicales los cambios en su comportamiento, lo son más en su manera de pensar, de acomodarse según las circunstancias; no en vano su fama de traidor y la antipatía que su nombre produce entre los colombianos.

ANTES DEL FIN

Una de las críticas más frecuentes a Santos candidato, hace cuatro años, era que nunca había sido elegido popularmente; sigue en las mismas, hace cuatro años al que reeligieron fue a Uribe y ahora quizás el candidato presidente sea elegido, no por los colombianos, sino por la mermelada, la corrupción y la burocracia; bueno, también por las Farc.

UNOS SEGUNDOS PARA CONCLUIR “CIEN AÑOS DE SOLEDAD”

Llegaron tarde…
UNOS SEGUNDOS PARA CONCLUIR “CIEN AÑOS DE SOLEDAD”
Eligio Palacio Roldán

Observar, comprender y concluir, los tres tiempos lógicos, en apariencia simples, trabajados por Lacan, en el psicoanálisis, no suelen estar presentes en, el día a día,  de la mayoría de los seres humanos; nos pasamos la vida observando, solo en algunas ocasiones comprendiendo y muy pocas veces concluyendo; por ello, solemos estar extraviados hasta cuando, quizás, en un segundo, logremos una sincronización y, tal vez, podamos pasar “al acto”, tomando decisiones trascendentales para nuestra existencia; otras veces, ese instante llega demasiado tarde y ya no hay ocasión para cambiar el rumbo. Esto último, fue lo que le sucedió a Aurelio Babilonia y es relatado, magistralmente, por Gabriel García Márquez, en los apartes finales, del último párrafo, de Cien Años de Soledad, la mejor novela de habla hispana, después de El Quijote, según los críticos literarios:

Los segundos para ver; ver lo que fue su origen y el de su familia, su razón de ser y de estar en Macondo, en la tierra: “. . . En este punto, impaciente por conocer su propio origen, Aureliano dio un salto. Entonces empezó el viento, tibio, incipiente, lleno de voces del pasado, de murmullos de geranios antiguos, de suspiros de desengaños anteriores a las nostalgias más tenaces. No lo advirtió porque en aquel momento estaba descubriendo los primeros indicios de su ser, en un abuelo concupiscente que se dejaba arrastrar por la frivolidad a través de un páramo alucinado en busca de una mujer hermosa a quien no haría feliz. Aureliano lo reconoció, persiguió los caminos ocultos de su descendencia, y encontró el instante de su propia concepción entre los alacranes y las mariposas amarillas de un baño crepuscular, donde un menestral saciaba su lujuria con una mujer que se le entregaba por rebeldía. Estaba tan absorto, que no sintió tampoco la segunda arremetida del viento, cuya potencia ciclónica arrancó de los quicios las puertas y las ventanas, descuajó el techo de la galería oriental y desarraigó los cimientos.”  

Ahora, vienen los instantes para comprender: “Sólo entonces descubrió que Amaranta Úrsula no era su hermana, sino su tía, y que Francis Drake había asaltado a Riohacha solamente para que ellos pudieran buscarse por los laberintos más intrincados de la sangre, hasta engendrar el animal mitológico que había de poner término a la estirpe. Macondo era ya un pavoroso remolino de polvo y escombros centrifugado por la cólera del huracán bíblico, cuando Aureliano saltó once páginas para no perder el tiempo en hechos demasiado conocidos, y empezó a descifrar el instante que estaba viviendo, descifrándolo a medida que lo vivía, profetizándose a sí mismo en el acto de descifrar la última página de los pergaminos, como si se estuviera viendo en un espejo hablado. Entonces dio otro salto para anticiparse a las predicciones y averiguar la fecha y las circunstancias de su muerte.”

Y, por último, el tiempo para concluir: “Sin embargo, antes de llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o de los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre, porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra.”

Fueron Cien Años de Soledad para que un descendiente de los Buendía descifrara la razón de ser y de estar en Macondo, en la tierra, en el universo, y justo cuando lo ve, lo comprende y lo concluye, es demasiado tarde, ya no hay una segunda oportunidad y eso, precisamente eso, es lo que nos sucede a la mayoría de los seres humanos.

 ANTES DEL FIN

“Cien Años de Soledad” llegó a mi vida un 30 de diciembre, el 31 no me pude despegar del libro, el nuevo año me sorprendió aferrado a la historia, amanecí leyendo; a mis oídos llegaban celebraciones lejanas, a pocos metros de mi casa.

TORTURAS Y SEMANA SANTA

TORTURAS Y SEMANA SANTA
Eligio Palacio Roldán
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San Juan 19

“19:1 Pilato mandó entonces azotar a Jesús.

19:2 Los soldados tejieron una corona de espinas y se la pusieron sobre la cabeza. Lo revistieron con un manto de color púrpura,

19:3 y acercándose, le decían: «¡Salud, rey de los judíos!», y lo abofeteaban.”

Define el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española Tortura coJesús ríose dolor físico o psicológico infligido a alguien, con métodos y utensilios diversos, con el fin de obtener de él una confesión, o como medio de castigo.”

En Google se encuentran cerca de 2.160.000 resultados sobre la palabra tortura y alrededor de 1.490.000, si la búsqueda se refiere a la tortura en Colombia; los siguientes son algunos de los hallazgos:

“Colombia reconoce ante Corte IDH Torturas

El 92% de las torturas en Colombia son responsabilidad del Estado

La tortura en Colombia existe y tiene muchos nombres

COLOMBIA: Descubren cámaras de tortura subterráneas

Métodos de Tortura – Escalofrío

Las 10 torturas más crueles en la Edad Media

Tortura y malos tratos: España: Amnistía Internacional

Memorias, recuerdos y torturas imborrables en cárcel La 40

Las Víctimas: Secuestrados, Torturados, Desaparecidos

Un relato sobre las torturas de Guantánamo

Portal Guaraní – RELATOS DE TORTURAS

Colombia: Presos Políticos entre torturas e invisibilización…

Niño fue violado y torturado en Colombia

Militares liberados por las FARC en Colombia sufrieron torturas”

Continuamente, los generadores de opinión y muchos colombianos critican los contenidos de las series y los noticieros de televisión por violentos y, casi nunca, o nunca, que yo sepa, cuestionan las miles obras de teatro, en vivo, que se hacen sobre las macabras torturas a las que fue sometido Jesús, antes de morir; es más, las celebran y llaman a imitarlas; no en vano, casi siempre, los agresores (judíos) son niños.

Yo me pregunto: ¿Qué impacto genera en el inconsciente, de nuestros niños, la violencia de Semana Santa?, ¿Qué tanta de nuestra violencia histórica, se origina en los aprendizajes religiosos?, ¿Qué tantas de las torturas, que se suceden a diario en Colombia y el mundo, son evocación de las semanas santas de nuestra infancia?, ¿No será hora de que la iglesia católica de mayor importancia, en tiempo, discurso y drama, a la resurrección que a la tortura y muerte?, ¿Se habrá cuestionado, alguna vez, la iglesia católica, su influencia sobre la violencia en Colombia y en la humanidad?

Ayer, decía, una señora: “¿Cómo son de buenas las fiestas de Semana Santa?”; y sí, eso es esta semana; pero no son celebraciones que inviten al bienestar, a la alegría de ser hombre; no, es una semana, que invita a reflexionar sobre lo más sórdido de las pasiones humanas y esa sordidez se convierte en uno de los primeros aprendizajes de los niños, un aprendizaje que los acompañará toda la vida, que será el origen de pesadillas diurnas y nocturnas, y del cual será muy difícil sustraerse, en el resto de la existencia.

ANTES DEL FIN

Transportados en el espacio y el tiempo, la historia de Jesús, en la Colombia de hoy, no pasaría de ser otro hecho aislado. Lo que significa evolucionar…

 

BUENAVENTURA

BUENAVENTURA
Eligio Palacio Roldán
“Bello puerto de mar
Mi Buenaventura,
Donde se aspira siempre
la brisa pura”.

BUENAVENTURA

Foto tomada de internet

En Buenaventura ya no se aspira la brisa pura, el aire ahora viene cargado de desesperanza, dolor y muerte; bueno, no es ahora, es desde hace muchos días, tantos que Helen* ya no recuerda; ella tuvo que dejar su casa, sus cosas, hace varios años; ahí, con la esperanza de venderla primero, de arrendarla después; ahora, solo aspira a que algún día pueda retornar; no en vano allí están sumados, en cada ladrillo, en cada ventana, en cada espacio, los esfuerzos económicos y humanos que hizo para el futuro, que soñó un día, y por el que trabajó duro, muy duro, por muchos años.

De esa Buenaventura alegre poco queda; según la Defensoría del Pueblo que la tasa de muertes violentas “por cada 100 mil habitantes el año pasado fue de 49,6 con 187 asesinatos durante 2013, frente a 150 registrados en 2012 y 135 en 2011”, en los primeros meses de este año, las muertes violentas superan las 150 y los desplazados los 1.300.

Helen* piensa que la situación de Buenaventura es una tragedia, desde hace muchos años, que toma vigencia por las revelaciones de algún medio de comunicación o por la intención de algún grupo político, en época de elecciones, y enumera los factores que inciden en ella; y sobre los cuales, ni el gobierno local ni el nacional, han hecho mayores esfuerzos por resolverlos: Pobreza, escasez de oportunidades, poca inversión social, interés en el puerto, olvidando el entorno, problemas de violencia de mucho tiempo sin solución, delincuencia común, bandas organizadas ahora en guerra, “Los Urabeños” y “La Empresa”, en disputa por las rutas de entrada del contrabando y la salida de la cocaína, por dominar espacios estratégicos por su geografía y vegetación, desplazamiento masivo a otras ciudades y abandono de quienes no pueden huir, ingreso y permanencia de jóvenes y/o adolescentes en las bandas delincuenciales por falta de oportunidades o amenazas de los capos.

Ahora la gente camina por las calles con miedo, en cada rincón se respira temor, es necesario estar alerta en todo momento, cuidándose, hablando solo lo necesario, ser cauto en las actividades de la vida diaria.

A Helen le duele mucho su tierra: “el comercio o la industria lícitos parecen huir de la ciudad doblegados, también por el miedo; la propiedad raíz está estancada, ni se vende ni se compra, las casas ni regaladas las están vendiendo”.

Para Helen, si el gobierno invirtiera, si creara empresa, si estimulara la inversión, con algunos alivios tributarios, para que las mercancías que entran al puerto, también se quedaran, y no solo los porteños las vean pasar al interior del país; quizás las mañanas vuelvan a ser “tan bellas y puras como el cristal”; de nuevo en paz.

“La situación está tan verraca, que ya ni se puede ir a la galería, a comerse un buen sudado de pescado, por las fronteras invisibles; ya ni el pescado se puede comprar por que la pesquera se encuentra en zona de conflicto, o les tocas cerrar sus puertas como protesta por las extorsiones.

Existe tanto deterioro social y moral que las buenas costumbres de nuestros viejos, se están perdiendo; ya el pueblo no se aterra cuando amanecen los muertos empacados en bolsas de polipropileno, o cuando se escucha de las masacres de las casas de pique, o cuando se oyen disparos; solo se limitan a decir quién será el “muñeco”, a quién se le dio “chumbimba”; los juguetes de los pelados son pistolas y, desde temprana edad, juegan a la guerra, muchas de nuestras niñas se ven forzadas a la prostitución, tal vez inducidas por la sociedad de consumo o por la precariedad económica; esto se volvió común, es pan de cada día, y lo más triste es el modelo de sociedad: la ley del más fuerte; una sociedad que se está acostumbrando a la violencia en todas sus formas y ha aceptar el abandono del estado, y a que sólo se acuerden en días de elecciones, para conseguir votos, con promesas falsas.

Ya no es raro que nuestro jóvenes estén vinculados a bandas criminales, por conseguir plata fácil y rápido, sin ningún reparo, que venden sus almas al mejor postor, matan con tanta facilidad hasta el punto de ser capaz de las más aterradora barbarie, de descuartizar a otro ser humano en vida, que dolor que el hombre no se ame y no sea capaz de amar otro ser. ¡Que tristeza!

Hay tanta descomposición social que estas bandas utilizan a los jóvenes para perderlos; preguntan ¿ustedes tiene algún perro o algún animal?, si lo tienen y los quieren, los obligan a llevarlo, y una vez los tienen en su poder los obligan a descuartizarlos, manifestando que si son capaces de esto ya están listos para ingresar a la banda.

Hay tanta descomponían social que los miembros de las bandas se matan entre sí: hoy son insuperables amigos y mañana son enemigos porque se cambiaron de banda; entonces hay que matarlos porque si no me matan, dicen. “Y es que hay que descuartizarlo por que no se puede uno arriesgar””.

Helen solloza… “Ya no más… por favor, Buenaventura es hermosa: sus playas, su currulao, su salsa, el sentarse en la playa con los amigos o en el parque a tomarse una cervezas y reírse hasta que le duela a uno el estómago, a salir a los miradores tranquilos a compartir con los amigos; de esos ya no queda nada…

Por favor señor, Gobierno, vuelva su mirada a este puerto, invierta, Buenaventura es Colombia

Los políticos de turno…, esos si dan más tristeza, son unas biblias, déjeme decir, cuando se entra al puerto no ves mas que desolación, pobreza, humedad y abandono, y siendo este un puerto tan importante, es imposible que no se brinden recursos; pero están acostumbrados a meter a sus bolsillos gran tajada y no estoy hablando paja, es la realidad, ese es el reflejo del puerto, es lo que se ve… ¿Hay inversión? No la hay, o ¿dónde están el dinero que se invierte? solo el silencio del inocente es lo que se escucha… son tan “hijueputas” nuestros políticos que acolitan la impunidad con su silencio… ¿Será miedo?, ¿Será que deben favores que mejor se callan, tratando de esconder una realidad que no se puede tapar con un dedo, porque es tan grande que la mano completa no la puede cubrir? ¡Que dolor!, ¿hay culpabilidad de nuestros políticos en estas situación? Si, la hay; hay conocimiento y hay dolo en su actuar.

El desplazamiento… hay muchas familias que emigran a lugares cercanos: unos se van bien; otros, con la muda de ropa con que pudieron salir; la idea es escapar, poder dormir tranquilos, buscan estabilidad para sus familias, que sus hijos salgan tranquilos y no estar con el padrenuestro en la boca porque no llegan a la casas…

HAY DIOS TEN PIEDAD Y MISERICORDIA DE MI PUEBLO QUE BASTANTE HA SUFRIDO”, dice, entre lágrimas Helen.

ANTES DEL FIN
Define la Real Academia de la Lengua Española, Buenaventura: Buena suerte, dicha de alguien; muy lejos está nuestra Buenaventura de darle dicha a algún colombiano.

*Helen – Nombre cambiado.

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